El presidente del Gobierno ha recalcado una primera conclusión que acaba con el mito del despilfarro autonómico: en España, el gasto por administración supone el 43 por ciento del PIB, mientras que la media de los países europeos se sitúa en un 49,3 por ciento del PIB. De hecho, el jefe del Ejecutivo ha destacado que desde que el llegó a la Moncloa a finales de 2011 se han destruido 375.000 empleos públicosen el conjunto de las administraciones.
Rajoy ha adelantado que la Comisión de Reformas de la Administración Pública, la CORA, que comenzó sus trabajos hace siete meses, ha presentado 217 medidas para lograr la máxima de "una administración, una competencia", que se basa en 217 propuestas para la eliminación de duplicidades.
Un informe que analizará el viernes el Consejo de Ministros, pero que sólo puede aplicar en su totalidad el Gobierno central, porque los gobiernos autonómicos y ayuntamientos tienen la potestad para asumir o rechazar las propuestas que consideren convenientes, es decir, que el Gobierno no podrá imponer estos recortes.
'Embajadas' catalanas
El presidente del Gobierno ha citado, como ejemplos, el excesivo gasto que supone que algunas comunidades autónomas mantengan oficinas en el extranjero, en vez de utilizar los recursos de las embajadas y los consulados para tener abierta sus oficinas de representación "lo que supone un gasto excesivo", en clara alusión a Cataluña.
Otros iniciativas para lograr un mayor ahorro de dinero público, la CORA propone que las comunidades autónomas eliminen sus agencias de meteorología o sus órganos de competencia "porque son muy costosos y hay comunidades autónomas que no lo tienen" sin merma en el servicio que se presta a los ciudadanos". Ha citado, como anécdotas significativas, que las administraciones públicas tengan abiertas más de 4.800 cuentas bancarias abiertas.
Rajoy, que ha asegurado que ahora someterá este informe al debate entre partidos políticos, agentes sociales y representantes autonómicos y municipales, que tanto el "conformismo como el idealismo impracticable" son enemigos de la reformas.
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