Pilo Martín, director de Con Acento, una empresa sevillana especializada en oratoria, ha analizado para 20Minutos el lenguaje verbal y no verbal de José Bretón durante su declaración de este martes en el juicio que se celebra en Córdoba por la muerte de sus hijos Ruth y José.
Lleno de contradicciones
La "excesiva" tranquilidad de Bretón "no es la propia de una persona que cree y defiende su inocencia". Se muestra "impasible y su mensaje carece de fuerza alguna". El experto explica que "los nervios en comunicación, al contrario de lo que pensamos, no siempre son malos. Demuestran que uno está hablando de algo que le importa y, como se suele decir, es humano".
Por otro lado, da la impresión de que, por momentos, Bretón "pierde la noción de la realidad, sin inmutarse ante acusaciones como 'monstruo' o 'asesino'". En otras ocasiones, en cambio, "muestra fríamente su conocimiento absoluto del sumario y su defensa", hasta el punto de que el juez tuvo que llamarle la atención por asumir "el papel de abogado".
Poco creíble
José Bretón intentó durante el juicio "contactar de forma emocional con el jurado, pero con poco éxito", señala Martín. Se refiere al momento en el que el acusado giró la cabeza para mirar al jurado y, supuestamente emocionado, decirles: "Mi hijo, cuando sale de la guardería, viene corriendo a mis brazos".
Para el experto, este momento emotivo es poco creíble por varios motivos: no existe conexión entre lo que le preguntan y lo que responde; el cambio brusco del discurso ("es común que uno se emocione con velocidad, pero no lo es tanto que suceda lo contrario. Recupera la calma en un instante"); el gesto de mirar al jurado parece demasiado "forzado y ensayado". En cambio, cambia su registro "completamente" durante los recesos, mostrándose "mucho más creíble". En definitiva, "demasiado artificial".
Elección de palabras
José Bretón "se equivoca" al elegir las palabras "mis hijos no me temen". Según Pilo Martín, hubiese sido más acertado decir "mis hijos me quieren" y no incluir la palabra "temer". Comparándolo con política, sería como decir "no soy corrupto" en vez de "soy honesto".
Jurado popular
El jurado está compuesto por siete mujeres y dos hombres. Esto "no le viene bien a la credibilidad" del acusado. Ellas desarrollan mejor que ellos aspectos como "la sensibilidad, la atención a los detalles y la empatía", lo que las convierte en "más hábiles" para analizar si lo que Bretón dice con su voz es distinto de lo que dice con su cuerpo. Por otro lado, "será difícil descontaminar" al jurado.
Cambio de registro
Mientras que durante su declaración Bretón se ha mostrado "impasible", durante los recesos "ha cambiado completamente su registro, tanto en el lenguaje no verbal como en el verbal". Esto puede deberse, según el experto, a la confianza que tiene con su abogado o bien porque "ponga en pausa una escenificación".
Durante estos descansos, el acusado se muestra "mucho más creíble", al comentar con su letrado aspectos del sumario o cómo debe responder a las preguntas que le harán tras el receso.
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