Tiene 39 años, nació en Pamplona, estudió gestión de centros de Saluden Esade y es el director general de Hospitales y Nuevos Servicios de Sanitas. En esta entrevista realizada en la sede de la compañía enMadrid, Iñaki Peralta lamenta que "los que más gritan sean los más escuchados".
Para Peralta, la gestión privada de los hospitales públicos es más eficiente. ¿La prueba? Los centros de Torrejón y Manises: la mayoría de los pacientes de esos hospitales públicos aún no se han enterado de que están gestionados por una empresa privada. Peralta añade que las encuestas de satisfacción muestran que los pacientes están contentos.
La Sanidad pública se privatiza. Hay gente cabreada.
Hay mucha manipulación. Lo que sale en los medios no es la realidad de un modelo de colaboración público-privada. Mucha gente no sabe lo que significa privatización.
¿Qué significa?
Una empresa privada que da cobertura al sistema nacional público, con un coste más barato para la Administración y mayor satisfacción para el paciente.
¿Qué tienen ustedes que no tenga la pública?
La forma de contratar, por ejemplo. Nosotros podemos traer a cualquier especialista de España sin necesidad de que haya sido interino, o que tenga muchos puntos acumulados.
¿Puede ser más concreto?
Tenemos al doctor Pedro Cavadas. Es el jefe de cirugía reconstructiva de nuestro hospital de Manises. Si se hubiese empleado el mecanismo de contratación de la Administración pública habría sido imposible o habría tardado mucho.
¿Por qué?
Nosotros sabemos que es uno de los mejores del mundo de modo que nos sentamos con él, hablamos y los traemos. La Administración pública habría tardado años. Como eso, le podría poner un ejemplo detrás de otro. Por no hablar de que el nivel de absentismo laboral en la privada es menor que en la pública.
Pruébelo.
Por la propia naturaleza contractual de los funcionarios con la administración, o con la empresa privada.
¿Es porque el funcionario tiene el trabajo asegurado de por vida?
Por ejemplo.
¿Cuánto cuesta un paciente en las privatizadas?
Un 25 o 30% menos. El coste medio anual de un paciente en un hospital público en Madrid es de 600 euros; en un hospital privado, unos 400 euros.
¿Puede ponerme más ejemplos de que ustedes gestionan mejor?
Podemos cambiar permanentemente al proveedor porque hay precios más baratos o un equipamiento mejor, pero la administración se basa en un concurso público que lleva su tiempo. Las leyes de contratos del Estado son diferentes. Puede durar dos años. Imagine que en ese lapso, aparece una nueva medicina que es más eficaz. La Administración debe velar por la puridad de los procesos, y por los impuestos de los ciudadanos. Esa es la realidad.
¿Por qué hay tanta gente manifestándose contra la gestión privada?
Porque todos los que están en esos hospitales empleados, con plaza, interinos o laborales, ven un ataque directo a su situación. Comprensible desde el punto de vista humano.
¿Qué les diría?
Que echen un ojo a los otros modelos. En Manises tenemos 400 funcionarios. Y construimos el hospital. Convivimos con ellos. Son del equipo.
¿Cómo se adapta un funcionario?
La naturaleza humana es igual. Aquella persona que quiera hacer cosas nuevas, innovar, dar atención al paciente, esa persona, está encantada con el modelo público-privado.
Cuando les dan la gestión de un hospital, ¿qué hacen ustedes?
Primero, tener un equipo muy potente. Un buen servicio de cada especialidad. Pueden ser cuarenta. Además, un equipo directivo. Es un proceso de producción muy engranado. Y cuando vas a un hospital tienes que contar con todos los profesionales en todas las áreas: desde urgencias hasta cirugía.
¿Y qué se hace con los funcionarios?
Los funcionarios tienen el derecho a quedarse con la empresa adjudicataria o irse si quieren.
¿Le molesta si le digo que para ustedes un paciente es un cliente?
No. Pero no es lo adecuado porque ellos no nos pagan. Nos pagan las administraciones locales. Los pacientes solo tienen la libertad de elección.
¿O sea que piensan en el paciente como un cliente?
En cierta forma sí. Los necesitamos hoy para que sigan viniendo. Y que esos pacientes llamen a otros pacientes. La cuenta de resultados será buena si el trato es bueno.
¿Quiere decir que los pacientes pueden escoger hospital?
Por supuesto. En Valencia los pacientes acuden al Centro de Atención al Ciudadano y pueden pedir que les atienda por ejemplo el doctor Cavadas en Manises.
¿Cree que con los socialistas tendría ese modelo privado?
¿Por qué no? Nosotros sabemos lo que cuesta la sanidad y lo podemos hacer un 25% más barato. Manises y Torrejón son la prueba. La mayoría de la gente que va a esos hospitales está satisfecha y eso que no saben que son de gestión privada.
¿Tiene datos para probar eso?
Las encuestas de satisfacción del cliente. Las hacemos telefónicamente y on line.
¿Yo puedo acceder a esos datos?
No. Sólo las administraciones locales que nos supervisan.
¿Y han tenido quejas?
No estaríamos en una ciudad donde la población no estuviera satisfecha.
Bueno, hay que reconocer que cuando las cosas van bien, la gente no sale a la calle.
En Manises saldrían a la calle si la Comunidad les dijera que el hospital iba a cerrar o que volvería a gestión pública.
Dígame, ¿hay servicios que no son rentables?
En determinadas cirugías, debemos asegurar que tenemos una población de más de 300.000 habitantes para comprar una máquina. Es una inversión muy elevada y debe estar funcionando todo el tiempo.
Reconozca que no están ganando la batalla de la opinión pública.
Hay mucho ruido. El problema es que en los medios salen los que más gritan. Pero en algunos hospitales ya están hablando personas que están muy dolidas con sus compañeros.
Al español le encanta que el Estado le proteja, y eso de privatizar hospitales…
Pero es que la gestión privada del sistema público es la mejor. No se está privatizando la sanidad sino que se deja a empresas privadas la gestión. Pero la sociedad no entiende lo que está pasando. La administración da la gestión pero luego la supervisa todo el tiempo. Se ha dado un gran paso gracias a políticos valientes. Es una de las salidas a la sostenibilidad de la sanidad pública.