NIÑA PASTORI
miércoles, 6 de julio de 2011
LA POESÍA HOY
Dos Palomas Rosalía de Castro
Dos palomas yo vi que se encontraron
cruzando los espacios
y al resbalar sus alas se tocaron...
Cual por magia tal vez, al roce leve
las dos se estremecieron,
y un dulce encanto, indefinible y breve,
en sus almas sintieron.
Y torciendo su marcha en un momento
al contemplarse solas,
se mecieron alegres en el viento
como un cisne en las olas.
Juntáronse y volaron
unidas tiernamente,
y un mundo nuevo a su placer buscaron
y otro más puro ambiente.
Y le hallaron al fin, y el nido hicieron
en blanda cama de azucena y rosas,
y en ella se adurmieron
con las libres y blancas mariposas.
Y al despertar sus picos se juntaron,
y en la aurora luciente
sus caricias de amor se retrataron
como sombra riente.
Y en nubes de oro y de zafir bogaban
cual ondulante nave
en la tranquila mar, y se arrullaban
cual céfiro süave.
Juntas las dos al declinar del día
cansadas se posaban,
y aun los besos el aura recogía
que en sus picos jugaban.
Y así viviendo inmarchitables flores
sus días coronaron,
y nunca los amargos sinsabores
sus delicias turbaron.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
¡Felices esas aves que volando
libres en paz por el espacio corren
de purísima atmósfera gozando!
cruzando los espacios
y al resbalar sus alas se tocaron...
Cual por magia tal vez, al roce leve
las dos se estremecieron,
y un dulce encanto, indefinible y breve,
en sus almas sintieron.
Y torciendo su marcha en un momento
al contemplarse solas,
se mecieron alegres en el viento
como un cisne en las olas.
Juntáronse y volaron
unidas tiernamente,
y un mundo nuevo a su placer buscaron
y otro más puro ambiente.
Y le hallaron al fin, y el nido hicieron
en blanda cama de azucena y rosas,
y en ella se adurmieron
con las libres y blancas mariposas.
Y al despertar sus picos se juntaron,
y en la aurora luciente
sus caricias de amor se retrataron
como sombra riente.
Y en nubes de oro y de zafir bogaban
cual ondulante nave
en la tranquila mar, y se arrullaban
cual céfiro süave.
Juntas las dos al declinar del día
cansadas se posaban,
y aun los besos el aura recogía
que en sus picos jugaban.
Y así viviendo inmarchitables flores
sus días coronaron,
y nunca los amargos sinsabores
sus delicias turbaron.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
¡Felices esas aves que volando
libres en paz por el espacio corren
de purísima atmósfera gozando!
EL AVE MAS PEQUEÑA Y EL HUEVO DE AVE MAS PEQUEÑO.
El ave más pequeña registrada es
EL COLIBRÍ MELLISUGA HELENAE
también conocido como Colibrí Zunzuncito, o Zunzún.
Vive en Cuba y mide alrededor de 5 cm de longitud. Pesa aproximadamente 1,75 gramos y construye su nido en un área de 3 cm.
Sus aleteos normales son más o menos de una velocidad de 80 veces por segundo, aunque durante los apareamientos triplica dicha velocidad.
También posee los récords de ser el pájaro con menos cantidad de plumas, y de poner los huevos de ave más pequeños conocidos, pesando cada uno de ellos aproximadamente medio gramo.
EL CUENTO DE HOY:
44-El Alimento de Dios
Había una vez dos hermanas, una de las cuales no tenía hijos y era muy rica, y la otra tenía cinco hijos, era viuda y muy pobre, y tan pobre que llegó un momento en que no tenía lo suficiente para satisfacer sus necesidades y las de sus hijos.
En su necesidad, la hermana pobre fue donde la rica y le dijo:
-"Mis hijos y yo estamos sufriendo por el hambre. Tú, que eres rica, regálame un bocado de pan para nosotros."-
La hermana muy rica, que tenía su corazón más duro que una roca le dijo:
-"Yo misma no tengo nada en esta casa."- y la despidió diciéndole palabras groseras.
Poco después llegó el esposo de la hermana rica a su casa, y cuando cortó un pedazo de pan para él, brotó del pan sangre roja. Cuando la mujer vio aquello, se aterrorizó, y le contó lo que recién había ocurrido.
Él corrió entonces a ayudar a la viuda y sus niños, pero al llegar la encontró rezando. Ella tenía a los dos niños menores en sus brazos, y los tres mayores yacían muertos. Él le ofreció darles alimentos, pero ella contestó:
-"Por alimento terrestre, ya no tenemos deseos. Dios ya alivió el hambre de tres de nosotros, y el también oirá las súplicas de los que quedamos."-
No más había terminado de pronunciar aquellas palabras cuando los dos menores dieron su último suspiro, y ella, con su corazón despedazado, voló también a la morada celestial.
Enseñanza:
Quien ha recibido una buena situación, debe compartirla con quien esté necesitado, sin excusas, y en el momento preciso.
LA FABULA DE HOY:
44 - El león y el jabalí
Durante el verano, cuando con el calor aumenta la sed, acudieron a beber a una misma fuente un león y un jabalí.
Discutieron sobre quien debería sería el primero en beber, y de la discusión pasaron a una feroz lucha a muerte.
Pero, en un momento de descanso, vieron una nube de aves rapaces en espera de algún vencido para devorarlo.
Entonces, recapacitando, se dijeron:
-- ¡ Más vale que seamos amigos y no pasto de los buitres y cuervos !
Las luchas inútiles sólo sirven para enriquecer y alimentar a sus espectadores.
Durante el verano, cuando con el calor aumenta la sed, acudieron a beber a una misma fuente un león y un jabalí.
Discutieron sobre quien debería sería el primero en beber, y de la discusión pasaron a una feroz lucha a muerte.
Pero, en un momento de descanso, vieron una nube de aves rapaces en espera de algún vencido para devorarlo.
Entonces, recapacitando, se dijeron:
-- ¡ Más vale que seamos amigos y no pasto de los buitres y cuervos !
Las luchas inútiles sólo sirven para enriquecer y alimentar a sus espectadores.
SANTORAL
6 DE JULIO
SANTA MARIA GORETTI S. XX
Santa María Goretti - la Inés del siglo XX - nació en Corinaldo en 1980. Sus padres eran Luis y Asunta. Tuvieron seis hijos. Emigran a Ferrieri di Conca y trabajan como colonos. Eran terrenos malsanos y el padre murió pronto.
Quedaron solos Asunta y los niños, el mayor de trece años.
María, que era la segunda, animaba a su madre: Mamá, no tengas miedo. Ya vamos siendo grandes. El Señor nos ayudará y ya verás cómo salimos adelante.
Asunta había de trabajar en los duros trabajos del campo. Pero no olvidaba la educación de sus hijos. Desde que aprendían a hablar, les enseñaba la señal de la cruz y a rezar las oraciones. Y ella rezaba con ellos.
Marietta, como llamaban cariñosamente a María, atendía sobre todo a las labores de la casa, arreglaba a los hermanos menores, iba por agua, guisaba, cosía.
Además tenía que atender a otras dos personas que vivían en la misma casa, Juan Serenelli y su hijo Alejandro, mozo de veinte años.
Alejandro era un muchacho normal, pero las malas lecturas le hicieron daño. Empezó a fijarse con malas intenciones en Marietta, que sólo tenía doce años, pero algo desarrollada para su edad. Una brutal pasión se encendió en Alejandro, que no pararía hasta intentar saciarla violentamente.
Dos veces la tentó y María se resistió. La tercera vez lo tenía todo bien medido. Su padre, Asunta y los niños estaban todos trillando en la era. María cosía en la escalera una camisa que Alejandro le había mandado remendar con la idea de que quedase sola en alguna habitación.
Sabiéndola sola se acercó e intentó violarla. Ella se defendió fuertemente diciendo que prefería morir antes que pecar. Alejandro viendo que no podía conseguirlo, con un punzón le infligió 14 heridas en vientre y pecho.
La trasladaron a Nettuno. Sufrió una operación sin cloroformo con gran entereza. Recibió con gran devoción el viático, teniendo entre sus manos la medalla de la Virgen Milagrosa. Le sugieren que perdone al asesino, y contesta: Ya le perdoné mientras me hería. Le vuelvo a perdonar y deseo que venga conmigo al paraíso. Poco después la niña moría invocando a la Virgen. Era el 6 de julio de 1902. Hubo una inmensa conmoción en la comarca.
El heroísmo de María no fue improvisado. Las virtudes que mostró en su muerte--morir antes que pecar, perdón, entereza en el sufrimiento--eran fruto de una vida ejemplar. Con oración, modestia y trabajo se preparó.
Alejandro fue condenado a 30 años de cárcel. Pronto se arrepintió y sólo deseaba expiar su pecado. Una noche en un sueño vio a María que le ofrecía un ramo de flores. Él lo interpretó como un nuevo perdón, que le devolvió la paz. Por su buena conducta le condonaron tres años de cárcel.
Al salir en 1929 trabajó como albañil, y un día fue a Corinaldo a pedir perdón a "mamá Asunta", y en la Misa de Nochebuena comulgaron juntos la madre y el asesino de su hija. Luego se retiró como criado a los capuchinos de Ascoli. Murió el año 1970, tras una vida piadosa y penitente.
El día 24 de junio del Año Santo 1950 fue un día grande en Roma. En la plaza de San Pedro, Pío XII canonizaba a una niña, Santa María Goretti. Se calcula que asistieron hasta medio millón de personas.
Era la primera vez que una madre presenciaba la canonización de su hija. Alejandro siguió la ceremonia desde Ascoli... Cuatro años después, mamá Asunta iba a reunirse con su Marietta en el paraíso.
SANTA MARIA GORETTI S. XX
Santa María Goretti - la Inés del siglo XX - nació en Corinaldo en 1980. Sus padres eran Luis y Asunta. Tuvieron seis hijos. Emigran a Ferrieri di Conca y trabajan como colonos. Eran terrenos malsanos y el padre murió pronto.
Quedaron solos Asunta y los niños, el mayor de trece años.
María, que era la segunda, animaba a su madre: Mamá, no tengas miedo. Ya vamos siendo grandes. El Señor nos ayudará y ya verás cómo salimos adelante.
Asunta había de trabajar en los duros trabajos del campo. Pero no olvidaba la educación de sus hijos. Desde que aprendían a hablar, les enseñaba la señal de la cruz y a rezar las oraciones. Y ella rezaba con ellos.
Marietta, como llamaban cariñosamente a María, atendía sobre todo a las labores de la casa, arreglaba a los hermanos menores, iba por agua, guisaba, cosía.
Además tenía que atender a otras dos personas que vivían en la misma casa, Juan Serenelli y su hijo Alejandro, mozo de veinte años.
Alejandro era un muchacho normal, pero las malas lecturas le hicieron daño. Empezó a fijarse con malas intenciones en Marietta, que sólo tenía doce años, pero algo desarrollada para su edad. Una brutal pasión se encendió en Alejandro, que no pararía hasta intentar saciarla violentamente.
Dos veces la tentó y María se resistió. La tercera vez lo tenía todo bien medido. Su padre, Asunta y los niños estaban todos trillando en la era. María cosía en la escalera una camisa que Alejandro le había mandado remendar con la idea de que quedase sola en alguna habitación.
Sabiéndola sola se acercó e intentó violarla. Ella se defendió fuertemente diciendo que prefería morir antes que pecar. Alejandro viendo que no podía conseguirlo, con un punzón le infligió 14 heridas en vientre y pecho.
La trasladaron a Nettuno. Sufrió una operación sin cloroformo con gran entereza. Recibió con gran devoción el viático, teniendo entre sus manos la medalla de la Virgen Milagrosa. Le sugieren que perdone al asesino, y contesta: Ya le perdoné mientras me hería. Le vuelvo a perdonar y deseo que venga conmigo al paraíso. Poco después la niña moría invocando a la Virgen. Era el 6 de julio de 1902. Hubo una inmensa conmoción en la comarca.
El heroísmo de María no fue improvisado. Las virtudes que mostró en su muerte--morir antes que pecar, perdón, entereza en el sufrimiento--eran fruto de una vida ejemplar. Con oración, modestia y trabajo se preparó.
Alejandro fue condenado a 30 años de cárcel. Pronto se arrepintió y sólo deseaba expiar su pecado. Una noche en un sueño vio a María que le ofrecía un ramo de flores. Él lo interpretó como un nuevo perdón, que le devolvió la paz. Por su buena conducta le condonaron tres años de cárcel.
Al salir en 1929 trabajó como albañil, y un día fue a Corinaldo a pedir perdón a "mamá Asunta", y en la Misa de Nochebuena comulgaron juntos la madre y el asesino de su hija. Luego se retiró como criado a los capuchinos de Ascoli. Murió el año 1970, tras una vida piadosa y penitente.
El día 24 de junio del Año Santo 1950 fue un día grande en Roma. En la plaza de San Pedro, Pío XII canonizaba a una niña, Santa María Goretti. Se calcula que asistieron hasta medio millón de personas.
Era la primera vez que una madre presenciaba la canonización de su hija. Alejandro siguió la ceremonia desde Ascoli... Cuatro años después, mamá Asunta iba a reunirse con su Marietta en el paraíso.
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