sábado, 7 de diciembre de 2013

Lotería de Navidad 2013 terrorífica


La presidenta de Loterías, Inmaculada García, entiende las bromas que se han hecho en torno al anuncio del sorteo de Navidad, porque "los españoles somos así" y "nos gusta la sorna", y reconoce que le gusta como ha quedado la campaña —que ha costado cerca de dos millones de euros— porque aúna la tradición del sorteo con el espíritu navideño.
En una entrevista con Efe, la responsable de Loterías y Apuestas del Estado (LAE) aborda por primera vez la repercusión del anuncio de la Lotería protagonizado por Montserrat Caballé, Niña Pastori, Rapfael, Marta Sánchez y David Bustamante. "Claro que lo entiendo, si es que los españoles somos así; a los españoles nos gusta hacer bromas y hacer sorna, eso es libre y las redes hacen bromas y hacen sátiras de todo y por qué no del anuncio", asegura Inmaculada García en su despacho, que ocupa desde el pasado mes de octubre.
Explica que la campaña de publicidad estaba ya adjudicada cuando accedió al cargo, ya que se hizo en julio, pero insiste en que le ha gustado el resultado. "Cuando empecé a trabajar en Loterías, vi la maqueta y realmente me gustó; me gustó la maqueta y me ha gustado el resultado", dice. "Lo veo como muy nuestro y entrañable; es muy nuestro vincular el sorteo de Navidad con la fiesta de Navidad, creo que es bueno y que nos identifica bastante".
Si al final, el revuelvo generado en las redes sociales sirve para que la gente se anime a comprar lotería de navidad, "será bueno para todos". Y es que la responsable de Loterías recuerda que el éxito en ventas de los sorteos beneficia a las arcas del Estado y por tanto a todos los ciudadanos.
"Toda la cuenta de resultados -de la LAE- va a Hacienda; todo va a los presupuestos generales del Estado y por tanto a sostener y a mantener todos los servicios públicos y básicos del Estado"; explica Inmaculada García, quien destaca que sólo el Sorteo Extraordinario de Navidad genera el 27'7 por ciento del total de ingresos del organismo.

Preparando el sorteo

Teme poco a la competencia, ni al sorteo catalán Grossa Cap d'Any que será el 31 de diciembre, ni al extraordinario de la ONCE del 1 de enero, porque "los premios no tienen nada que ver" con la lotería de navidad, que saca 3.200 millones a la venta y reparte 2.240 millones de euros en premios. Llama la atención sobre el sorteo de este año de El Niño, "que este año viene más gordito".
"Este año va a venir un niño bien hermoso, los premios son los mismos del año pasado, pero además tenemos un premio al décimo de 40 millones de euros, a un sólo décimo", destaca la responsable de Loterías, que espera que sirva de revulsivo y que mejore las ventas del pasado año. Se trata del premio más importante dado en la historia de más de 250 años del sorteo de lotería. La previsión general de ventas que maneja este organismo durante estas navidades es que serán "un poquito más bajas de las del año pasado", aunque advierte de que hay que esperar estas últimas semanas, "las más fuertes en ventas".
Loterías y Apuestas del Estado calcula que se mantendrá el gasto por persona de 52 euros. Este año se ha adelantado la comercialización de los boletos al 1 de julio, "para aprovechar las vacaciones de verano y el reclamo del turismo". Los españoles mantienen las supersticiones y siguen apostando por fechas como la elección del papa Francisco o por terminaciones como el 13 -que nunca ha salido premiado en la historia de la lotería- y el 15.
El Teatro Real será de nuevo el escenario donde los bombos girarán los números y los niños de San Idelfonso canten los números de la suerte. "Creo que la lotería se merece ese marco incomparable" y por ello la LAE ha firmado un convenio para que siga haciéndose otros tres años más, anuncia la presidenta del organismo. Inmaculada García, que fue la comisionada del Gobierno para la Reconstucción y Reactivación Económica de Lorca tras el terremoto, desea que el Gordo de este año sea repartido, sobre todo, entre quienes más lo necesitan.

Irene Villa, lecciones de vida


Ríos de palabras se han escrito sobre ella, y todavía cuesta creer; todavía impone marcar un número de teléfono sabiendo que al otro lado descolgará la niña de aquella pesadilla, el horror de una bomba mal parida que dejó su cuerpo pegado de sangre al asfalto, sin vida, una húmeda mañana de octubre de 1991, sur de Madrid, humilde barrio de Aluche. La memoria del día nítida como ayer mismo. Y sí, es ella, Irene Villa González, vuelta a la vida tres días después; atrás quedaba la que naciera el 21 de noviembre de 1978 en Madrid, muerta, un coche pequeño y una lapa en los bajos, ella y su madre funcionaria, y una cinta de los Beatles en el casete, ahora incrustada con titadine en su muslo izquierdo, roto, inservible, mutilada la niña a derecha e izquierda, sin piernas.
"Sigo poniéndome retos laborales, como ofrecer en Yo Dona entrenamiento emocional"
Pero hoy es otra Irene Villa, 22 años de lucha, 40 operaciones, tres carreras universitarias, palmarés en esquí paralímpico; hecha a sí misma psicóloga y periodista, escritora que nos acompañará con sus artículos semanales en estas páginas de Yo Dona.
"Utilizo las herramientas para reforzar el espíritu y superar lo negativo: la psicología positiva, el esfuerzo por no rendirse y creer en uno mismo".
Suena la voz de una mujer decidida y fuerte, optimista y positiva con causa, y de golpe rompe el recuerdo y aquella memoria del día se desvanece. Habla una madre convencida, orgullosa de serlo, comprometida en «la inversión más grande de la vida» o la educación de su hijo Carlos, 16 meses. Y los que vendrán.

Acabas de estrenarte con éxito en novela ('Nunca es demasiado tarde, princesa'), ¿algún sueño por cumplir?
Ampliar la familia: tener un hijo ha sido el verdadero sueño de mi vida.
¿Cuántos te gustaría tener?
Familia numerosa, no sé, los que vengan.
«Mi hijo ha sido el broche de oro de mi vida», ¿ni un reto más para el futuro?
Sí, sí, sigo compitiendo y poniéndome retos laborales, como este de publicar en Yo Dona. Pero formar una familia es el mayor de todos, en el que más hay que invertir, sobre todo emocionalmente: dar la vida y las herramientas/valores para su desarrollo, de las que depende su felicidad o infelicidad. Mi hijo es la recompensa a toda una existencia de lucha, sacrificio y superación.
Me has dicho que esta columna semanal te hace más ilusión que cualquier anterior trabajo periodístico, ¿por qué?
Está orientada precisamente al contenido de mis conferencias, que es mi otra gran ocupación en estos momentos, trasladando optimismo a las mujeres y haciendo entrenamiento emocional.
¿Se cierra así un círculo?
Sí, es lo que la vida me ha deparado como defensora de la solidaridad con las mujeres y la no violencia de género.
¿El optimismo puede curar también enfermedades físicas?
Es vital y clave, junto al ejercicio físico. Los médicos siempre te lo recuerdan: el estado de ánimo es fundamental para la curación. El pesimismo atrae lo negativo, el poder de la mente es inmenso.
«Nada me gusta más que ser operada: ¡me encantan las agujas!», le contaste a tu amiga Nieves Herrero. ¿Te consideras un milagro de la ciencia?
Exactamente, lo has entendido. Estoy tan agradecida a los médicos que me encanta pasar por sus manos. No soy una masoquista, pero te digo de verdad que cuando veo que a alguien le ponen una vía o le sacan sangre, me gustaría estar en su lugar; justo acaba de pasarme con mi marido. Para mí, ingresar en el hospital es como estar en un hotel de vacaciones, tan bien tratada por todo el personal...
Irene, ¿a quién le debes más en la vida?
A mi madre, que es mi ángel en la Tierra. Las madres son la clave, y en mi caso además ha representado el motor, con su optimismo y vitalidad.
Tu experiencia al otro lado del túnel, aquellos tres días que pasaste en coma, es la más real y positiva que jamás haya escuchado. ¿La empleas mucho en tu trabajo de 'coaching' con los familiares y supervivientes de una desgracia?
No tengo miedo a la muerte porque la viví como algo placentero. Pero no utilizo mucho mi experiencia, sino las herramientas para reforzar el espíritu y superar lo negativo: la psicología positiva, el esfuerzo por no rendirse y creer en uno mismo. Pienso que al otro lado hay una serenidad total, una paz eterna, pero el paso a la muerte no está en nuestra mano. En mi caso, no fui yo quien decidió seguir viviendo, ni siquiera creo que fueran los médicos. Tenía las dos venas femorales seccionadas y había perdido litros y litros de sangre, estaba aparentemente muerta y no iba a sobrevivir, pero algo ajeno al médico le dijo: sálvala. Y lo hizo, incluso pensando que yo recriminaría esa decisión toda la vida. Creo que fue algo que vino del más allá, que yo tenía que estar aquí y punto. Atravesar el umbral es involuntario, lo que sí decides tú es rendirte o no.
¿Qué dirías a las 15 mujeres violadas y a los familiares de la asesinada por 'el loco del chándal', que hace poco ha salido en libertad sin haberse rehabilitado de su enfermedad mental, y que por fin podrá volver a violar y matar?
Es terrorífico, ni siquiera en su conciencia pagará por sus delitos. Les diría que no se desanimen, que no vivan con miedo y que no sufran más, porque lo más terrible ya les ha ocurrido; es lo mismo que pienso de mí para mis adentros.
¿Cómo es la respuesta que estás recibiendo de los lectores de tu novela?
Increíble, me dicen que les engancha, les emociona y les deja un mensaje muy profundo y bonito, y estos tres eran precisamente mis objetivos prioritarios: enganchar, emocionar y enseñar a valorar lo que uno tiene. Supone un aprendizaje necesario para ser feliz y que normalmente solo te enseñan las malas experiencias.
¿Sorprendidos de tu lado canalla?
Sí, porque hasta el momento solo me habían oído hablar de paz y amor, y armonía y perdón, o flower-power, como dice mi hermana, y en este libro lo hago de sexo, drogas y violencia, porque quería plasmar esta realidad que también existe. Uno normalmente pasa por etapas duras hasta encontrar la madurez: hay que perderse para reencontrarse. Deseaba hablar de violencia intrafamiliar, porque me consta que ocurre en muchas casas. Y de las drogas, que en mi época eran el pan nuestro de cada día. Y contar que nunca es tarde para levantarse si uno cae en uno de esos círculos.
¿Todo esto te lo ha enseñado a ti la vida?
Sí, claro, se nota perfectamente que no hablo de oídas en ningún momento. He salido mucho mientras estudiaba en Madrid, en Valencia y también en Barcelona, donde íbamos a Lokotrón, una discoteca que aparece en el libro y que entonces era lo peor de lo peor. Y durante cinco años tuve un novio discjockey, íbamos mucho a Ibiza.
¿Eres tú la chica del libro que se pierde, se cae y se levanta?
oy el hilo conductor y estoy en todas las historias y personajes, con mis mensajes y alegatos. Pero no, no me perdí, tuve la suerte de compaginar aquel mundo con el estudio de mis tres carreras, y de contar siempre con suficiente apoyo familiar. Aunque he visto mucho de todo esto, lo que me motivó a especializarme profesionalmente en adicciones, maltrato a la mujer y trastornos alimenticios. Aprendí en las aulas pero también en la calle, la vida me ha enseñado mucho.

¿Y el gato? —

Tenemos que encontrar al gato

Película de Vistas de Ciudades del Mundo


Motín en el tren a Madrid

Motín en el tren a Madrid
El tren Badajoz-Madrid de ayer por la mañana quedó detenido cerca de una hora en Navalmoral de la Mata, en un conflicto que obligó a intervenir a la Policía Local y la Guardia Civil.
El convoy salió de la capital pacense a las 8.45 y realizó las primeras paradas que tenía previstas con normalidad, en Montijo, Mérida, Cáceres, Cañaveral, Mirabel y el apeadero de Monfragüe.
Sin embargo, cuando se detuvo en Navalmoral de la Mata sobre el mediodía, testigos presenciales aseguran que unos 40 de los viajeros que subieron se dieron cuenta que no tenían asiento disponible. Es decir, la empresa había vendido más billetes que las plazas que realmente podían.
Según estas mismas fuentes, responsables de la operadora Renfe les ofrecieron fletar un autobús para que llegaran a la capital de España por carretera y salvar esta especie de 'overbooking' ferroviario.
Sin embargo, los viajeros se negaron entre otras razones porque había que contratar el vehículo, con 
la consiguiente pérdida de tiempo. Con el paso del tiempo los ánimos se fueron encrespando y por eso fue necesario avisar a la Policía Local de Navalmoral y a la Guardia Civil para que pusieran orden.
Sin embargo, las fuerzas del orden comunicaron cuando llegaron que no podían desalojar los convoyes, como le pedían los trabajadores de Renfe.
Al final, y después de más de 50 minutos de parada, el tren partió de nuevo con todos los pasajeros a bordo, según informaron a HOY fuentes de la Policía Municipal morala. Es decir, hubo unas cuarenta personas que debieron hacer el resto del viaje de pie en los pasillos. Además, algunos de ellos también mostraron su malestar porque los responsables de la empresa les culparon del retraso que iba a acumular el servicio en su llegada a Madrid.
También por autovía
Además de por ferrocarril, muchos extremeños sufrieron ayer también para llegar a Madrid por carretera. Como ha sucedido en otras ocasiones, la entrada a la capital estaba limitada a un solo carril de la autovía A-5. Es decir, que además de los dos carriles que hay con sentido Extremadura se había habilitado otro más de los que van a Madrid previendo un gran número de salidas de la capital de España. Sin embargo, la realidad es que apenas se vieron coches en ese carril habilitado, mientras que se registró un gran embotellamiento para poder entrar en la ciudad porque solo se podía hacer por un carril.