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viernes, 8 de agosto de 2014
El paro cae por debajo de la cifra que encontró Rajoy al llegar al Gobierno
El número de desempleados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo, al finalizar julio, bajó en 29.841 personas en relación con el mes anterior, lo que sitúa el paro registrado en 4.419.860 personas, cifra inferior a la existente en el comienzo de la legislatura (4.422.359).
Según datos publicados hoy por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el paro se ha reducido en 278.954 personas respecto a julio de 2013, lo que refleja una caída del 5,94 %.
La reducción acumulada del paro durante los siete primeros meses del año, 281.478 personas, es la mayor desde 1.998.
En términos desestacionalizados, el paro registrado sube en 32.357 personas, lo que rompe una trayectoria de once meses de descensos, dato que, según Empleo, se corresponde con la tendencia de la serie histórica, en la que desde el año 2000 el paro desestacionalizado se incrementa en los meses de julio, con la única excepción de 2004.
Entre los menores de 25 años, el paro disminuye en los últimos 12 meses en 24.075 personas, lo que supone un descenso del 5,8 %.
Respecto a los extranjeros, se contabilizan 518.566 desempleados, lo que representa una caída de 9.672, de los que 183.669 proceden de un país miembro de la Unión Europea (UE) y 334.897 de un país de fuera de la UE.
Por comunidades autónomas, el paro baja en catorce de ellas, entre las que destacan Galicia (12.031 desempleados menos), Castilla y León (4.220) y Andalucía (3.487).
En cambio, sube en Aragón (3.317), Murcia (1.689) y Madrid (550).
Si analizamos los datos por sectores económicos, el paro se incrementa en agricultura en 424 personas, mientras que baja en industria (9.798), construcción (14.714) y servicios (12.518).
Además, en el colectivo sin empleo anterior se incrementa en 6.765 personas (1,79 %).
El número de contratos registrados en julio ha sido de 1.645.236, lo que representa una subida de 137.895 (9,15 %) sobre el mismo mes del año 2013.
La contratación acumulada en los primeros siete meses de 2014 ha alcanzado la cifra de 9.485.971, lo que supone 1.243.684 contratos más (15,09 %) que en el mismo periodo del año anterior.
En julio de 2014 se han registrado 114.071 contratos de trabajo de carácter indefinido, que representan el 6,93 % de todos los contratos y que supone un incremento de 17.733 (18,41 %) sobre el mismo mes de 2013.
En términos acumulados, se han realizado 772.536 contratos hasta julio de 2014, 104.383 más (15,62 %) sobre el mismo periodo del año anterior.
Empleo subraya que por quinto mes consecutivo la contratación indefinida crece alrededor del 20 %.
El contrato de formación y aprendizaje registra un total de 15.214 firmas y en los últimos 12 meses acumula un incremento del 53,5 %.
Además, en julio se suscribieron 7.175 contratos en prácticas, el 38,8 % más que en el mismo mes de 2013.
En cuanto a las prestaciones por desempleo, en junio de 2014 hubo 2.469.428 beneficiarios, el 0,74 % menos que el mes anterior y el importe de la nómina asciende a 1.945,7 millones de euros, el 2,8 % menos que en el mes anterior.
! CÁCERES !
( Pedro de Lorenzo )
para tan sublime concierto de cigüeñas
( Manuel Pacheco )
Yo nací en Extremadura
• - no se que va a ser de mi -
• tan solo se … que quisiera
• volver … descansar aquí .
La ciudad silenciosa
(Manuel Alvar )
la contemplación de tanta belleza .
( Matilde Muro)
Mástil de un navío Que un Nuevo Mundo Tras la mar otea .
( Pedro Cordero )
por su singular importancia
que sobrecoge al visitante .
de suelo empedrado .
de estilo gótico , donde las damas se asomaban .
es la joya arqueológica de la Ciudad Antigua.
un ejemplo eminente
de construcción almohade .
de l nobleza, constituyen una parte importante del conjunto dec arado por la UNESCO
“PATRIMONIO de La HUMANIDAD”
en el año 1986
prestaban los servicios religiosos ,
junto a numerosas ermitas .
Fallece María Eugenia Naves, esposa del diputado Antonio Trevín
Esta madrugada ha fallecido María Eugenia Naves, esposa del expresidente del PrincipadoAntonio Trevín. La mujer del actual diputado socialista en el Congreso de los Diputados murió en Oviedo a consecuencia de un cáncer.
El funeral de la fallecida, docente de profesión, será mañana en Celorio, en el concejo de Llanes.
EL ASUNTO DEL CURA CON ÉBOLA
Esta foto que ven sobre estas líneas no es una imagen promocional del próximo estreno de REC4: APOCALÍPSIS (ya saben, la saga de zombies nacionales de Jaume Balagueró), si no la imagen del día en toda la prensa nacional. Así ha entrado en España el cura del Ébola. Y yo estoy que fumo en pipa. Les aviso que si siguen leyendo pueden ustedes caer en la tentación de llamarme de todo y ponerme verde, pero saben que jamás les engaño y les cuento las cosas como las pienso.
Estoy indignado, abochornado e incluso cabreado con el país en el que vivo. Lo del regreso a España del cura ebolizado me parece un auténtico despropósito. No tengo absolutamente nada en contra del cura que probablemente no tenga culpa de nada. Solo les pido un poco de paciencia para explicarles el porqué de mi indignación.
Vivimos en un país donde los recortes en sanidad han sido (y siguen siendo) SANGRANTES. Les puedo contar el caso de una persona que conozco que ha estado padeciendo unos dolores terribles y ha tenido que esperar más de cuatro meses para poder operarse. Seguro que ustedes tienen un caso cerca donde comprobar la precariedad, la inhumanidad y el horror en el que se está convirtiendo nuestra Seguridad Social, a pesar de los excelentes profesionales que la forman. Para que se hagan ustedes a la idea, el plazo medio para ser operado en Madrid (independientemente de la gravedad de la dolencia) es de 100 días. Es decir, puede usted estar rabiando de dolores que esos tres meses y medio de sufrimiento no se los va a quitar nadie. Ni siquiera Ana Botella.
Y de repente, un cura enfermo. Un cura con Ébola en un país extranjero. Un cura que voluntaria y vocacionalmente decide irse a las misiones (o donde haya ido), que pilla lo que pilla y el consiguiente despliegue de medios (fletar aviones medicalizados, vaciar hospitales, reconducir enfermos a otro hospital, etc) lo pagamos nosotros. Una persona enferma en Madrid y religiosa pagadora de impuestos tiene que esperar 100 días de media. Un cura que hace lo que hace porque le sale de las narices (no olviden que ser cura es una vocación, nunca una profesión y me parece lamentable pagar con mis impuestos las vocaciones de los demás) no espera nada. No se piensen ustedes que soy inhumano y me da lo mismo la vida del pobre hombre. Pero su me importa tanto como la de cualquier enfermo en lista de espera ahora mismo ¿O es que importa más la del cura? Por lo tanto, me parece infinitamente más importante atender las necesidades de un enfermo o de alguien que haya sufrido un accidente laboral en España que la de un cura al que nadie ha obligado a estar donde está haciendo lo que hace. El derroche cometido con él es un verdadero despropósito y un día más me siento avergonzado del país donde vivo.
Por razones personales, he tenido que pasar tiempo en hospitales (siempre de visita) y he visto cosas de sonrojo. Y cuando pienso en este señor que ha pillado lo que ha pillado porque le dió por ser misionero y pienso en un ama de casa partida de dolor con una cadera rota por un accidente doméstico (es un suponer)... me indigno. Parezco idiota, pero me sigo indignando. Llámenme demagogo. Eso sí, hasta que alguien en su familia caiga enfermo y nos haga falta un quirófano con relativa urgencia. Luego me cuentan...
Por cierto... en la Comunidad de Madrid cuando uno sale del hospital se le muestra una factura para que uno se conciencie de lo que ha costado su tratamiento. ¿Nos van a contar lo que nos ha costado esto a todos? ¿Nos enseñarán la factura?
Estoy indignado, abochornado e incluso cabreado con el país en el que vivo. Lo del regreso a España del cura ebolizado me parece un auténtico despropósito. No tengo absolutamente nada en contra del cura que probablemente no tenga culpa de nada. Solo les pido un poco de paciencia para explicarles el porqué de mi indignación.
Vivimos en un país donde los recortes en sanidad han sido (y siguen siendo) SANGRANTES. Les puedo contar el caso de una persona que conozco que ha estado padeciendo unos dolores terribles y ha tenido que esperar más de cuatro meses para poder operarse. Seguro que ustedes tienen un caso cerca donde comprobar la precariedad, la inhumanidad y el horror en el que se está convirtiendo nuestra Seguridad Social, a pesar de los excelentes profesionales que la forman. Para que se hagan ustedes a la idea, el plazo medio para ser operado en Madrid (independientemente de la gravedad de la dolencia) es de 100 días. Es decir, puede usted estar rabiando de dolores que esos tres meses y medio de sufrimiento no se los va a quitar nadie. Ni siquiera Ana Botella.
Y de repente, un cura enfermo. Un cura con Ébola en un país extranjero. Un cura que voluntaria y vocacionalmente decide irse a las misiones (o donde haya ido), que pilla lo que pilla y el consiguiente despliegue de medios (fletar aviones medicalizados, vaciar hospitales, reconducir enfermos a otro hospital, etc) lo pagamos nosotros. Una persona enferma en Madrid y religiosa pagadora de impuestos tiene que esperar 100 días de media. Un cura que hace lo que hace porque le sale de las narices (no olviden que ser cura es una vocación, nunca una profesión y me parece lamentable pagar con mis impuestos las vocaciones de los demás) no espera nada. No se piensen ustedes que soy inhumano y me da lo mismo la vida del pobre hombre. Pero su me importa tanto como la de cualquier enfermo en lista de espera ahora mismo ¿O es que importa más la del cura? Por lo tanto, me parece infinitamente más importante atender las necesidades de un enfermo o de alguien que haya sufrido un accidente laboral en España que la de un cura al que nadie ha obligado a estar donde está haciendo lo que hace. El derroche cometido con él es un verdadero despropósito y un día más me siento avergonzado del país donde vivo.
Por razones personales, he tenido que pasar tiempo en hospitales (siempre de visita) y he visto cosas de sonrojo. Y cuando pienso en este señor que ha pillado lo que ha pillado porque le dió por ser misionero y pienso en un ama de casa partida de dolor con una cadera rota por un accidente doméstico (es un suponer)... me indigno. Parezco idiota, pero me sigo indignando. Llámenme demagogo. Eso sí, hasta que alguien en su familia caiga enfermo y nos haga falta un quirófano con relativa urgencia. Luego me cuentan...
Por cierto... en la Comunidad de Madrid cuando uno sale del hospital se le muestra una factura para que uno se conciencie de lo que ha costado su tratamiento. ¿Nos van a contar lo que nos ha costado esto a todos? ¿Nos enseñarán la factura?
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