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La protagonista de "El secreto de Puente Viejo" habla sobre la nueva temporada de la serie y sobre su personaje, Pepa Aguirre.
- ¿Qué nos puede adelantar de lo que le va a suceder a Pepa en los próximos capítulos?
No puedo adelantar mucho, pero, os puedo decir que Pepa siempre está en un sin vivir, yo no sé cómo se la monta esta mujer, pero siempre está sufriendo por una cosa o por la otra.
- ¿Cómo ve su evolución desde el capítulo uno hasta el actual?
Al principio la veía como una mujer que era muy luchadora, muy entera, que tenía las cosas bastantes claras y conforme le han ido pasando muchas cosas está empezando a flojear, equivocándose como humana que es y le está costando tirar para adelante. Pero Pepa es una mujer muy fuerte y va seguir adelante, que es muy cabezona. Seguirá luchando por todo.
- ¿Cree que el amor triunfará con Tristán?
Por supuesto que sí, quiero pensar que sí [risas]. Necesito pensar que el amor triunfará, todos tenemos nuestros más y nuestros menos, nos va a costar estar juntos y habrá muchos problemas, pero mi corazón siempre será para él y espero que el de él para mí [risas].
- Y si al final todo sale bien, ¿cómo se imagina a Francisca de suegra de Pepa?
Me imagino que todo el mundo se lo imagina... Con una ceja hasta arriba y gritando: "¡Partera vete de mi casa!" [risas]. Creo que no se lo tomará muy bien.
- Sería un choque de trenes.
Bueno, quién sabe, a lo mejor con el tiempo tiene que aceptarla y nos hacemos íntimas amigas. Nunca se sabe.
- ¿Y cómo va a ser la relación de Pepa con la nueva doctora Gregoria?
Pues va a ser un poco tensa porque está metiéndose en un territorio de arenas movedizas [risas] y vamos a tener una relación bastante tirante, pero también no sé cómo seguirá esa curva de personajes, tal vez seremos amigas en algún momento, pero será difícil.
- ¿Cómo se ve con el look de principios de siglo? ¿Está cómoda?
Bueno, ya es parte de mí, llego a mi casa y me da pena quitarme las enaguas [risas]. Son parte de mí y las tengo incorporadas como un guante [risas], pero bien. Ahora en verano paso un poco de calor, pero no me cuesta adaptarme.
- De todos los capítulos que ha grabado, ¿qué escena recuerda de forma más especial?
Es que hay muchas escenas que han tenido sus momentos, sus pros y sus contras. Por ejemplo, en el primer capítulo, el del parto, fue terrible por el frió que pasamos. Además, me tuve que quitar la ropa térmica para que se vieran las piernas y recuerdo que tiritaba tanto que creía que me iba a dar algo, pero también la recuerdo como algo muy bonito. Fue el comienzo de un capítulo, pero también el principio de una serie y son momentos que, aunque sean duros, merecen la pena.
- ¿Qué le parecen los índices de audiencia?
Pues me parecen alucinantes. Estoy encantada de que a todo el mundo le guste y, realmente, no pensaba que fuera a pegar ese bombazo. Este año, cuando me fui de vacaciones a Huesca, que soy de allí, para estar en las fiestas de San Lorenzo, alucinaba con la gente, todo el mundo lo ve y me gritaban: "¡Pepa! ¡Partera!" [risas]. Lo ve mucha gente, y por mi divinamente, y que dure mucho más.
- ¿Y qué ha sido lo más curioso que le ha pasado con fans de la serie?
No recuerdo nada así que me haya llamado la atención. Normalmente, cuando me encuentro con gente que ve la serie son bastantes cordiales y educados.
- ¿Recuerda el primer día que entró en plató?
Claro que lo recuerdo y fue maravilloso. También estaba con un miedo terrible, me temblaban las piernas, pero bueno, después, de tanto tiempo con toda la gente, estoy encantada y fue un día muy bonito, el comienzo de algo muy largo y próspero.
- ¿Cómo lleva grabar una serie diaria?
Pues, se lleva [risas]. Se lleva bien dentro de lo que cabe, estoy muy contenta, es un trabajo sacrificado, sabes que vas estar aquí muchas horas y que, además, vas a tener que estudiar mucho, pero todo lo compensa el resultado. Estoy muy contenta y no me puedo quejar.
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