El Día de la Madre sirve, en teoría, para agradecer a las madres todo lo que hacen por nosotros. Sin embargo, muchas veces ellas se sienten decepcionadas con los regalos. Y con razón.
DELANTAL: Da igual que sea personalizado o de diseñador exclusivo. El delantal es para lo que es. Y el lugar de una madre no es la cocina.
ESCOBA: Nadie en su sano juicio regalaría una escoba a su madre. Sin embargo, a lo mejor a alguien se le ocurre por facilitarle la vida en las tareas del hogar... El machismo es sorprendente en ocasiones.
MUJERES DESESPERADAS: Puestos a regalarle una serie de televisión, resérvate esta para otra ocasión. Podrían tomarse mal este regalo, porque no es la serie que en mejor lugar deja a las mamás.
OLLA EXPRÉS: Si estamos de acuerdo con que los guisos de mamá siempre son los mejores. ¿Pero qué tal si le dejamos a ella elegir la olla y nosotros le compramos otra cosita?
PAELLERA: Sí, si está claro que la mejor paella es la de tu madre. Pero, ¿es necesario recordándoselo con otra paellera que le va a seguir dando trabajo entre fogones?
PLANCHA DE COCINA: Lo típico para que siga cocinando la pobre. No parece un regalo muy acertado, ¿verdad?
PLANCHA: No, por favor. No regaléis una plancha que es lo más decepcionante del mundo para una madre. ¿No os parecería mejor opción una sesión de Spa en un hotel de lujo?
LIBRO DE RECETAS: Como si lo ha escrito el mejor chef del mundo. Ahórrate la indirecta de que siga cocinando para ti, porque realmente es decepcionante.
JARRÓN DE PORCELANA: Y menos si es un jarrón tan hortera como éste. ¿Por qué un adorno para el salón de casa debería ser un regalo de madre?
JUEGO DE VASOS: Este regalo resérvalo para el Día de la Familia o algo así. Lo mismo el típico mantel o el juego de platos. No es algo exclusivo de las madres eso de beber agua.