La Plaza san Pedro, que se extiende ante la grandiosa basílica de San Pedro, fue proyectada por uno de los artistas más geniales del barroco italiano, Gian Lorenzo Bernini. Cuatro filas de columnas, que parecen una sola cuando se contemplan desde cada una de sus perspectivas, forman la escenografía de la columnata elíptica que rodea el Obelisco situado en el centro de la plaza. En la antigüedad el Obelisco decoraba el circo de Calígula, lugar en el que según parece fue martirizado y crucificado San Pedro. La Basílica de San Pedro es la iglesia del Papa, y es donde se llevan a cabo los
eventos y ceremonias más importantes. En un principio, esta era solamente un monumento conmemorativo en el lugar donde San Pedro fue enterrado, después, Constantino mandó construir una basílica pero esta estaba a punto de derrumbarse en el Siglo XV por lo
que se decide demolerla y construir el edificio actual que se termino en 1626.
La plaza da paso a la basílica de San Pedro, sede de la iglesia católica y símbolo de su poder. Los primeros cristianos construyeron una pequeña capilla en el lugar del martirio de San Pedro y, años más tarde, Constantino erigió esta impresionante iglesia. En su construcción participaron afamados arquitectos y artistas como Miguel Ángel, el artífice de su famosa cúpula. Cinco puertas dan acceso al interior del templo, custodiado simbólicamente por las estatuas ecuestres de Carlomagno y Constantino. La última a la derecha es la Porta Santa, abierta y cerrada por el Papa sólo en ocasión del año jubilar. En el centro de la fachada se abre la gran logia destinada a la tradicional bendición “urbi et orbi” -ciudad y mundo-. En el centro del templo se encuentra el baldaquino de Bernini, enorme dosel de bronce que se eleva sobre la parte más sagrada de la basílica, y los restos del apóstol San Pedro, situados bajo la iglesia, justo en el centro de la necrópolis que guarda los restos de varios Papas. Enmarcada por el baldaquino aparece la Catedra Petra, obra de Bernini. Esta
silla de madera bañada en oro flota sobre las manos de cuatro padres de la Iglesia bajo la atenta mirada de la figura de la
Una mujer sentada al
lado de la tumba del
Beato Juan Pablo II
En los jardines del Vaticano hay numerosas
fuentes, como el Galeón y el Águila; pequeños edificios, como por ejemplo la célebre Casina di Pío IV, que alberga la Academia Pontificia de la Ciencia, y algunas grutas artificiales. La basílica de San Pedro y los museos Vaticanos son los únicos
lugares abiertos al público, aunque se puede concertar la visita de los jardines del Vaticano y la necrópolis de San Pedro a través de la oficina de información turística.
FIN