Un insoportable dolor de estómago hizo que una de las hermanas del convento de San Severino Marche, en Italia,tuviera que ser ingresada en un hospital. Allí, los médicos descubrieron con asombro que no padecía ningún tipo de dolencia, sino que estaba dando a luz.
El bebé nació por parto natural sin mayor complicación, en la zona de ginecología del centro médico Bartolomeo Eustacchio, situado en la misma población que el lugar en el que la mujer vivía recluida.
El bebé nació por parto natural sin mayor complicación, en la zona de ginecología del centro médico Bartolomeo Eustacchio, situado en la misma población que el lugar en el que la mujer vivía recluida.
«Klaryska» de Albertus teolog - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia GFDL vía Wikimedia Commons
Todo ocurrió el pasado martes. La monja acudió al hospital acompañada de varias religiosas, quejándose de un agudo dolor en su vientre. Los médicos, sorprendidos ante la voluminosidad de la tripa de la paciente, decidieron hacerle una ecografía. Y la prueba solucionó el misterio: no se trataba ni de apendicitis ni de ningún tipo de obstrucción intestinal.La mujer estaba simple y llanamente embarazada.
Y menos mal que se encontraba allí, porque según informa Il Messaggero, la monja rompió aguas poco después de conocer la noticia. La joven monja que es de origen sudamericano, probablemente ya estuviera embarazada cuando decidió entrar en el monasterio el pasado mes de junio.
Este es el segundo caso de este tipo que ocurre en el país transalpino en los últimos 12 meses. En enero del año pasado, una monja salvadoreña de 32 años dio a luz en el hospital de San Camillo de Lellis a un niño que después fue bautizado como Francisco, en honor al Papa. La hermana aseguró que desconocía encontrarse en estado de buena esperanza.
Este es el segundo caso de este tipo que ocurre en el país transalpino en los últimos 12 meses. En enero del año pasado, una monja salvadoreña de 32 años dio a luz en el hospital de San Camillo de Lellis a un niño que después fue bautizado como Francisco, en honor al Papa. La hermana aseguró que desconocía encontrarse en estado de buena esperanza.