En una aldea muy lejana, un burrito
que soñaba con estudiar pero nadie le hacia caso.
Sólo se burlaban de él cuando decía
que quería ir a la escuela a aprender. Tomás lloraba triste.
Lo hacían trabajar sin descanso
Arriando carretas, cargando
pajas y labrando la tierra.
Lo mantenían ocupado para que no pensara más tonterías.
Tomás no entendía el por qué de tanta
injusticia, por qué no le daban una oportunidad de demostrar que era inteligente
Tomas se alejo hasta no ver mas su aldea,
caminaba muy triste ya que ni sus padres lo apoyaban,
Llego al claro de un bosque y escucho a unos niños
riendo jugaban de lo mas alegres.
ellos se dieron cuenta y lo saludaron cordialmente.
-Hola amiguito ¿Cómo estás? ¿Qué aces por acá?-preguntó Carlitos el osito.
Yo estoy bien, un poco sorprendido de
verlos acá ¿no deberías estar en la escuela?
-¿Quién eres nuestra madre ja ja? rieron burlones.
No pero yo daría cualquier cosa por estudiar y
aprender y ustedes que si la tienen ¿la desaprovechan?
- ¿Tu estudiar? -se rió burlándose Luisito el tigrecito
- Pues si yo – dijo molesto.- estoy seguro que se arrepentirán algún día. Adiós.
Sintió rabia, pero mientras más se
urlaban, más fuerza le daba para seguir delante.
o descansaría hasta encontrar a un profesor que de verdad lo aceptara en clase y le diera una oportunidad.
Que tenía el mismo derecho que todos a
estudiar, pero su fama de tonto lo guía a todos lados, así que decidió marcharse de allí.
Siguió caminando hasta casi anochecer. Llegó a
una casita, tocó a la puerta y la señora tigresa atendió.
-Hola hijito ¿como estas, que deseas? Disculpe señora, no quisiera molestar, pero vengo de muy lejos, y estoy cansado y hambriento.
Si me da algo para comer y un sitio donde dormir, le compensaré se trabajar muy duro.-
Claro que si no lo dudo, cariño pero los niños
no son para trabajar duro sino para estudiar, jugar y aprender a obedecer a sus mayores. Para más tarde cuando sea grande, hay leyes que respetar en nuestra sociedad y eso le ayudara a ser buenas personas.
¿No te parece amiguito?- dijo sonriente la amable y dulce señora tigresa
Ya lo creo que si señora....Amanda.-Claro que si señora Amanda
-y dime mi linda criatura ¿ que sabes hacer tan solo
por acá y lejos de casa y tus padres ?
Tomás contó a la señora tigresa toda su
historia mientras esta le servía un plato de frijoles y pan.
Ella lo escuchó atentamente.
Y finalmente hasta que éste terminó su relato ella suspiro y dijo triste:
Debes buscar dentro de tu corazón y que el te guié
hasta tus sueños y luego a esforzarse muy duro para lograrlos.
Sin embargo le escribiremos a tus padres y le diremos que estas bien, y en cuanto al trabajo colaborar un poco trabajando está bien eso, te crea responsabilidades. Ojala mi Luisito aprenda algo de ti.
Qué historia más triste mi pequeño, ojala mi
Luisito fuera como tu y le gustara estudiar así. Ven, te digo algo: desde ahora este será tu hogar, acá serás muy feliz y serás tratado como mereces.
Hiciste bien en seguir tus sueños, nunca se debe renunciar a ellos,
Así fue como Tomas encontró un nuevo hogar.Paso el tiempo
allí ayudando a la señora tigresa a hacer los mandados
limpiar el huerto y otras tareas
El señor tigre tambien estaba complacido con su estadía.
Todos menos Luisito, a quien le molestaba que lo compararan con ese desconocido.
Sin embargo Tomas siempre trataba de ayudarlo y hasta hacia sus tareas y lo cubria
en sus escapadas para no entristecer a su mama. La señora tigresa le enseño a leer,
contar, sacar cuentas.Tomas estaba feliz, hasta que un día un coche se detuvo
al frente de la casita de sus protectores. Bajaron el señor y la señora burro.
A Tomas se le detuvo el corazón mientras leía un libro que la señora Amande le hibia prestado.
Se acercaron a Tomas, mirándolo severamente si decir una palabra, pero este levanto la mirada desafiante.
Nadie lo aria desistir.Estaba decidido a seguir adelante. Los señores tigres salieron a recibirlos.
Siéntense bienvenidos - dijeron.. Así jovencito ¿ que tienes que decir a tu fuga de la casa ?
que si no lo hacia de esa manera no me hubiesen dejado ir.
Claro que no ¿ Quien te dijo a ti que los burros nacieron para aprender? - pues no se si los burros nacieron o no para eso,pero yo si voy a aprender. Es mas, ya se leer y escribir, y sacar cuentas y no me iré de aquí. _
dijo molesto Tomas dio media vuelta y se alejo.
Su padre furioso se disponía a seguirlo y su esposa lo detuvo mirando a los señores tigres que los miraban sin decir nada. Mas tarde, en la sala de estar, tomaban café y galletas.
Amanda le contó todo a sus padres que finalmente entendieron,y permitieron que Tomas se quedara alli.
Consiguió un trabajo y estudio mucho mas. Asi fue como este pequeño que no se dejo vencer
por nada para lograr su sueño de estudiar y llegar a tener un titulo universitario, fue a la
escuela. Estudio mucho y siguio su camino al ser mayor.
Luisito, en cambio, solo llego a duras penas a mitad de escuela y comenzó a trabajar en un taller mecánico
Su amigo oso se fue lejos y solo se supo que trabaja en una tienda de ropa, la mama de tigrito acepto que no todos nacen para tener títulos universitarios, lo importante es que siempre luchemos por ser mejor
cada día, y ser una mejor persona en nuestro mundo y ser feliz con lo que realicemos.
Se lo que tu quieras ser pero con amor, y con libertad para ser cada día mejor en lo que hagas...
el burro se graduó con honores de medico, se caso y sus padres se sentían orgullosos de el. Luisito se hizo su mejor amigo al igual que sus padres de los papas de Tomas
FIN