miércoles, 17 de julio de 2013
Concluye el tercer y último día de búsqueda con georradar del cuerpo de Marta en Majaloba
La Policía Nacional ha retomado este miércoles por tercer y último día consecutivo la búsqueda con georradar del cuerpo de Marta del Castillo en la finca Majaloba de La Rinconada (Sevilla). Las labores de exploración de esta propiedad, señalada por Miguel Carcaño, asesino confeso, como en lugar donde su hermano, Francisco Javier Delgado, y él enterraron el cuerpo de la joven (séptima versión que ofrece desde la desaparición de Marta), finalizaron a mediodía. Los especialistas utilizaron en esta ocasión "otro tipo de antena con mayor intensidad para hacer un repaso un poco más profundo" de algunas zonas, según ha informado la Policía. Los padres de Marta, Antonio del Castillo y Eva Casanueva, acudieron esta mañana a Majaloba para agradecer a la Policía y al equipo del georradar el trabajo que han realizado. Ambos se muestran esperanzados. Casanueva ha afirmado que están mucho más cerca de encontrar el cadáver de su hija que hace un año. Es la primera vez que ha acudido a uno de los lugares donde se ha buscado a Marta: "No he tenido valor de enfrentarme a otros, pero en este sí tenía que estar porque creo que aquí está mi hija". "Muy duro" Asimismo, ha indicado que es "muy duro venir aquí porque sabemos que en cualquier metro de tierra que podamos pisar puede estar mi hija" y ha insistido en que confía en que la última versión que ofreció Carcaño (la séptima) a la Policía "sea la definitiva". "No sé si será un sexto sentido, espero no equivocarme". Los especialistas usaron otro tipo de antena con mayor intensidad en esta ocasión Mientras, Antonio del Castillo ha declarado que no perderán la esperanza, aunque la Justicia "nos la quiera enterrar", que está "convencido" de que encontrarán a su hija y que la Policía no dejará de buscarla, porque no permitirá que "cuatro niñatos se rían de ellos". Y ha agregado que si apareciese el cuerpo de Marta y otros indicios que no estuviesen recogido en la sentencia del caso, se debería reabrir y "hacer Justicia, pero de verdad". 10.000 metros En total, el georradar ha analizado 10.000 metros cuadrados de esta finca sevillana, un área que ha sido acotada siguiendo los datos aportados por Carcaño en su última excarcelación. Esta se produjo este mes, después de que la búsqueda que se llevó a cabo en este misma finca el pasado 12 de junio no diese resultados. Los trabajos del georradar se han centrado en detectar irregularidades en el terreno, como tierra removida, diferentes estratos, hierro u otras composiciones. Su labor comenzó el lunes, cuando se unió a las tareas un helicóptero con una máquina térmica especial para analizar cambios de temperatura en la parcela. Los técnicos analizarán ahora los resultados y emitirán un informe en un plazo aproximado de diez días. La Policía Nacional esperará a contrastar el informe del rastreo con georradar para determinar si excava nuevamente en Majaloba, tarea que se realizaría después del verano.. Más de una veintena de agentes policiales han formado parte cada día del dispositivo desplegado en la zona.
LA VERDAD
¿Qué sabemos de la Verdad…?
Apenas sabemos nada de la Verdad y
lo que es peor… ni siquiera somos
capaces de conocernos a nosotros mismos
El ser humano se pasa toda su vida
investigando, examinando,
escudriñando, inspeccionando…
todo cuanto le rodea, sin embargo,
apenas conoce nada de sí mismo.
Las principales preguntas que no han
obtenido respuesta y que
"atormentan" al hombre, suelen ser de
tipo existencial: ¿quién soy… de
dónde vengo… a dónde voy.
Posiblemente si conociéramos con exactitud estas
respuestas, la vida nos resultaría mucho más fácil:
Posiblemente si conociéramos con exactitud estas respuestas, la vida nos resultaría mucho más fácil:
entenderíamos
entenderíamos
el porqué de las cosas. Pero lo cierto, es que
apenas sabemos nada de la verdad y mucho
menos de nosotros mismos. Aquí encaja
perfectamente la máxima atribuida a Jesús
el porqué de las cosas. Pero lo cierto, es que apenas sqaubemdiocse:n"aLdaadVe learvdeardaosdhyará libres". mucho menos de nosotros mismos. Aquí encaja perfectamente la máxima
atribuida a Jesús que dice: "La Verdad os hará libres".
Verdad, brilla por su ausencia. Pero… ¿qué es verdad y qué no lo
es?, ¿cómo saber si lo que conocemos es verdad y no una ilusión, un espejismo, o simplemente una manipulación?
Decía Calderón de la Barca: "La
vida es sueño… y los sueños, sueños
son". ¿Vivimos en un eterno sueño?,
¿qué es la realidad…, a qué llamamos
realidad?
Ante tales incertidumbres, el ser humano ha optado por justificar su presencia y
la razón de su existencia en la voluntad de un ser superior: un dios. Pero, ¿existe
ése dios?
Si como Dios, entendemos al personaje referido en la Biblia como: Yahvé o Jehová. O en el Corán como: Alá. O como en las diferentes y variadas religiones, con su particular denominación.
Resulta evidente de que ese tipo de dios o de ser supremo,
no encaja en la mentalidad evolucionada del ser humano
actual. El razonamiento científico del ser humano sabe
diferenciar perfectamente un cuento o historia, de una
evidencia contrastable.
Es por ello que el ser humano, en realidad, a penas sabe nada de sí mismo. Y mucho
menos de la posible existencia de un Dios creador tal como nos refieren los textos
sagrados.
. Pero si la palabra Dios, es definida como la referencia a una inmensurable fuerza o
energía, capaz de transformarse así misma en materia, en inteligencia, o cualquier otro tipo
de manifestación; resultará más comprensible para la razón científica humana, aún cuando
ésta sea incapaz de abarcar su total comprensión.
De acuerdo a ésta ultima exposición, la prioridad del ser humano debería establecerse en conocer el origen o la relación entre él y la gran fuerza o energía universal, responsable real de todo cuanto somos capaces de conocer y comprender.
Esta sería la gran prioridad del ser humano: conocer su origen, su razón de ser y su destino.
Quizás solamente de esta manera, se eliminarían los enfrentamientos y las guerras, así como
el maltrato a otros seres vivos que nos acompañan en nuestra evolución,
comulgando totalmente con la naturaleza de nuestra madre, la Tierra, un ser no menos vivo que nosotros mismos, pues de ella venimos y a ella le debemos nuestra existencia evolutiva.
Pero la evolución racional del ser humano no alcanza a todos por igual. Por lo que ante la carencia de un estatus evolutivo general o global, que nos permita interrelacionarnos entre todos como si de un mismo pensamiento o idioma se tratase,
únicamente queda la posibilidad de que esa gran fuerza o energía universal, se manifieste entre los seres humanos, abriendo los corazones y los ojos del alma de cada uno de nosotros, para llegar a conocer la Verdad.
Apenas sabemos nada de la Verdad y
lo que es peor… ni siquiera somos
capaces de conocernos a nosotros mismos
El ser humano se pasa toda su vida
investigando, examinando,
escudriñando, inspeccionando…
todo cuanto le rodea, sin embargo,
apenas conoce nada de sí mismo.
Las principales preguntas que no han
obtenido respuesta y que
"atormentan" al hombre, suelen ser de
tipo existencial: ¿quién soy… de
dónde vengo… a dónde voy.
Posiblemente si conociéramos con exactitud estas
respuestas, la vida nos resultaría mucho más fácil:
Posiblemente si conociéramos con exactitud estas respuestas, la vida nos resultaría mucho más fácil:
entenderíamos
entenderíamos
el porqué de las cosas. Pero lo cierto, es que
apenas sabemos nada de la verdad y mucho
menos de nosotros mismos. Aquí encaja
perfectamente la máxima atribuida a Jesús
el porqué de las cosas. Pero lo cierto, es que apenas sqaubemdiocse:n"aLdaadVe learvdeardaosdhyará libres". mucho menos de nosotros mismos. Aquí encaja perfectamente la máxima
atribuida a Jesús que dice: "La Verdad os hará libres".
Verdad, brilla por su ausencia. Pero… ¿qué es verdad y qué no lo
es?, ¿cómo saber si lo que conocemos es verdad y no una ilusión, un espejismo, o simplemente una manipulación?
Decía Calderón de la Barca: "La
vida es sueño… y los sueños, sueños
son". ¿Vivimos en un eterno sueño?,
¿qué es la realidad…, a qué llamamos
realidad?
Ante tales incertidumbres, el ser humano ha optado por justificar su presencia y
la razón de su existencia en la voluntad de un ser superior: un dios. Pero, ¿existe
ése dios?
Si como Dios, entendemos al personaje referido en la Biblia como: Yahvé o Jehová. O en el Corán como: Alá. O como en las diferentes y variadas religiones, con su particular denominación.
Resulta evidente de que ese tipo de dios o de ser supremo,
no encaja en la mentalidad evolucionada del ser humano
actual. El razonamiento científico del ser humano sabe
diferenciar perfectamente un cuento o historia, de una
evidencia contrastable.
Es por ello que el ser humano, en realidad, a penas sabe nada de sí mismo. Y mucho
menos de la posible existencia de un Dios creador tal como nos refieren los textos
sagrados.
. Pero si la palabra Dios, es definida como la referencia a una inmensurable fuerza o
energía, capaz de transformarse así misma en materia, en inteligencia, o cualquier otro tipo
de manifestación; resultará más comprensible para la razón científica humana, aún cuando
ésta sea incapaz de abarcar su total comprensión.
De acuerdo a ésta ultima exposición, la prioridad del ser humano debería establecerse en conocer el origen o la relación entre él y la gran fuerza o energía universal, responsable real de todo cuanto somos capaces de conocer y comprender.
Esta sería la gran prioridad del ser humano: conocer su origen, su razón de ser y su destino.
Quizás solamente de esta manera, se eliminarían los enfrentamientos y las guerras, así como
el maltrato a otros seres vivos que nos acompañan en nuestra evolución,
comulgando totalmente con la naturaleza de nuestra madre, la Tierra, un ser no menos vivo que nosotros mismos, pues de ella venimos y a ella le debemos nuestra existencia evolutiva.
Pero la evolución racional del ser humano no alcanza a todos por igual. Por lo que ante la carencia de un estatus evolutivo general o global, que nos permita interrelacionarnos entre todos como si de un mismo pensamiento o idioma se tratase,
únicamente queda la posibilidad de que esa gran fuerza o energía universal, se manifieste entre los seres humanos, abriendo los corazones y los ojos del alma de cada uno de nosotros, para llegar a conocer la Verdad.
" La moda verde "
En la fila del supermercado, el cajero le dice a una señora mayor que debería traer su propia bolsa, ya que las bolsas de plástico no son buenas para el medio ambiente.
La señora pide disculpas y explica: “Es que no había esta moda verde en mis tiempos.”
El empleado le contestó: “Ese es ahora nuestro problema. Su generación no puso suficiente cuidado en conservar el medio ambiente.”
Tiene razón: nuestra generación no tenía esa moda verde en esos tiempos:
En aquel entonces, las botellas de leche, las botellas de gaseosa y las de cerveza se devolvían a la tienda.
La tienda las enviaba de nuevo a la fábrica para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que se podían usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban.
Pero lleva razón, no teníamos esta moda verde en nuestros tiempos.
Subíamos las escaleras, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio ni oficina. Íbamos andando a las tiendas en lugar de ir en coches de 300 caballos de potencia cada vez que necesitábamos recorrer 200 metros.
Pero tiene Vd. toda la razón. No teníamos la moda verde en nuestros días.
Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no los había desechables. Secábamos la ropa en tendederos, no en secadoras que funcionan con 220 voltios. La energía solar y la eólica secaban verdaderamente nuestra ropa. Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos.
Pero está en lo cierto: no teníamos una moda verde en nuestros días.
Entonces teníamos una televisión, o radio, en casa, no un televisor en cada habitación. Y la TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo, no una pantallota del tamaño de un estadio de futbol. En la cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hiciesen por nosotros. Cuando empaquetábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no cartones preformados o bolitas de plástico. En esos tiempos no arrancábamos un motor y quemábamos gasolina sólo para cortar el césped; usábamos una podadora que funcionaba a músculo. Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre cintas mecánicas que funcionan con electricidad.
Pero claro que está Vd. en lo cierto: no había en esos tiempos una moda verde.
Bebíamos del grifo cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas de plástico cada vez que teníamos que tomar agua. Recargábamos las estilográficas con tinta, en lugar de comprar una nueva y cambiábamos las cuchillas de afeitar en vez de tirar a la basura toda la maquina afeitadora sólo porque la hoja perdió su filo.
Pero,eso sí, no teníamos una moda verde por entonces.
En aquellos tiempos, la gente tomaba el tranvía o el autobús y los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o andando, en lugar de usar a su mamá como taxista las 24 horas. Teníamos un enchufe en cada habitación, no un regleta de enchufes para alimentar una docena de artefactos. Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales desde satélites situados a miles de kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería más próxima.
Así que me parece lógico que la actual generación se queje continuamente de lo irresponsables que éramos los ahora viejos por no tener esta maravillosa moda verde en nuestros tiempos.
Sinceramente una historia que da para pensar...
Normalmente se le echa la culpa a nuestras anteriores
generaciones de el daño ambiental que hay ahora,
pero después de leer esto, aún lo crees?
No seremos nosotros los que con tanto avance
estaremos cargándonos el medio ambiente en vez
de sanearlo????....
La señora pide disculpas y explica: “Es que no había esta moda verde en mis tiempos.”
El empleado le contestó: “Ese es ahora nuestro problema. Su generación no puso suficiente cuidado en conservar el medio ambiente.”
Tiene razón: nuestra generación no tenía esa moda verde en esos tiempos:
En aquel entonces, las botellas de leche, las botellas de gaseosa y las de cerveza se devolvían a la tienda.
La tienda las enviaba de nuevo a la fábrica para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que se podían usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban.
Pero lleva razón, no teníamos esta moda verde en nuestros tiempos.
Subíamos las escaleras, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio ni oficina. Íbamos andando a las tiendas en lugar de ir en coches de 300 caballos de potencia cada vez que necesitábamos recorrer 200 metros.
Pero tiene Vd. toda la razón. No teníamos la moda verde en nuestros días.
Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no los había desechables. Secábamos la ropa en tendederos, no en secadoras que funcionan con 220 voltios. La energía solar y la eólica secaban verdaderamente nuestra ropa. Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos.
Pero está en lo cierto: no teníamos una moda verde en nuestros días.
Entonces teníamos una televisión, o radio, en casa, no un televisor en cada habitación. Y la TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo, no una pantallota del tamaño de un estadio de futbol. En la cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hiciesen por nosotros. Cuando empaquetábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no cartones preformados o bolitas de plástico. En esos tiempos no arrancábamos un motor y quemábamos gasolina sólo para cortar el césped; usábamos una podadora que funcionaba a músculo. Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre cintas mecánicas que funcionan con electricidad.
Pero claro que está Vd. en lo cierto: no había en esos tiempos una moda verde.
Bebíamos del grifo cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas de plástico cada vez que teníamos que tomar agua. Recargábamos las estilográficas con tinta, en lugar de comprar una nueva y cambiábamos las cuchillas de afeitar en vez de tirar a la basura toda la maquina afeitadora sólo porque la hoja perdió su filo.
Pero,eso sí, no teníamos una moda verde por entonces.
En aquellos tiempos, la gente tomaba el tranvía o el autobús y los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o andando, en lugar de usar a su mamá como taxista las 24 horas. Teníamos un enchufe en cada habitación, no un regleta de enchufes para alimentar una docena de artefactos. Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales desde satélites situados a miles de kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería más próxima.
Así que me parece lógico que la actual generación se queje continuamente de lo irresponsables que éramos los ahora viejos por no tener esta maravillosa moda verde en nuestros tiempos.
Sinceramente una historia que da para pensar...
Normalmente se le echa la culpa a nuestras anteriores
generaciones de el daño ambiental que hay ahora,
pero después de leer esto, aún lo crees?
No seremos nosotros los que con tanto avance
estaremos cargándonos el medio ambiente en vez
de sanearlo????....
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