viernes, 5 de julio de 2013
Comer frutas con el estómago vacío
La fruta es el alimento perfecto, requiere una mínima cantidad de energía para ser digerida y, en cambio, proporciona la máxima.
• Es el único alimento que hace trabajar al cerebro.
Comer frutas con el estómago vacío
La fruta, es básicamente fructosa y puede ser transformada con facilidad en glucosa.
• En la mayoría de las veces (entre un 90% y un 95%) es agua.
• Eso significa que está limpiando y alimentando al mismo tiempo.
El único problema con las frutas, es que la mayoría de las personas no sabemos cómo comerlas para que el cuerpo asimile sus nutrientes.
• Se deben comer las frutas siempre con el estómago vacío.
• ¿Por qué?
• La razón es que las frutas, en principio, no son digeridas en el estómago, sino digeridas en el intestino delgado.
• Las frutas pasan rápidamente por el estómago y van al intestino, donde liberan sus azúcares.
• Si en el estómago existiera carne, patatas o almidón, las frutas quedan apresadas allí y comienzan a fermentar.
• Si tomamos una fruta de postre, después de cenar y pasamos la noche con pesadez en el estómago y un desagradable sabor en la boca, es consecuencia de no haber comido adecuadamente.
• Se debe comer las frutas, siempre con el estómago vacío.
• No debemos ingerir zumos envasados en lata o en vidrio.
• ¿Por qué?
• La mayoría de las veces el zumoo es calentado en el proceso de producción y su estructura original se vuelve ácida, además de los conservantes.
• ¿Deseas hacer una buena compra?
• Adquiere una liquadora.
• Podrá beber el jugo extraído con la liquadora como si fuese fruta, con el estómago vacío.
• El jugo será digerido tan de prisa, que podrás tomar algo quince o veinte minutos después.
• El Dr. William Castillo, jefe de la reconocida clínica cardiológica Framington de Massachussets, declaró, que la fruta es el mejor alimento que podemos comer para protegernos contra las enfermedades del corazón.
• Las frutas tienen bioflavonoides, que evitan que la sangre se espese y obstruya las arterias.
• También fortalecen los vasos capilares, y aquellos vasos capilares débiles que, en muchos casos, provocan hemorragias internas y ataques cardíacos.
Finalmente, me gustaría que siempre mantuvieras estas ideas sobre las frutas:
¿Cómo debemos comenzar el día?
¿Qué se debe comer en el desayuno?
¿Piensas que es bueno levantarte y tomar (principalmente café y pan blanco con mantequilla) alimentos que te llevarán el día entero para ser digeridos?
Claro que no..
Necesitamos de algún alimento que sea de fácil digestión, las frutas, que el cuerpo puede absorber de inmediato y que ayuda a limpiarlo.
• Al levantarnos, durante el día, o cuando nos sea posible, debemos comer sólo frutas frescas y zumos hechos en el momento.
• Debemos mantener esta idea hasta, por lo menos, el medio día, de forma regular y cotidiana.
• Cuanto mayor sea el tiempo que permanezcan solamente las frutas en nuestro cuerpo, mayor oportunidad tendremos de ayudar a limpiarlo.
Si empezamos a cambiar nuestros 'hábitos' podremos comprobar como sentiremos un nuevo torrente de vitalidad y una energía tan intensa que no lo podremos creer.
Merece la pena probarlo durante los próximos diez días y notar los resultados en uno mismo.
Los chinos y los japoneses beben té caliente (de preferencia te verde) durante las comidas.
Nunca agua helada o bebidas heladas; Deberíamos adoptar este hábito.
“Los líquidos helados durante o después de las comidas, solidifican los componentes oleosos de los alimentos, retardando la digestión.
Reaccionan con los ácidos digestivos y serán absorbidos por el intestino más rápido que los alimentos sólidos, demarcando el intestino y endureciendo las grasas, que permanecerán por más tiempo en el intestino.
Deberíamos dar importancia a un té caliente después de una comida.
Facilita la digestión y ablanda las grasas para ser absorbidas más rápidamente, lo que también ayudará a adelgazar.
• Un cardiólogo afirma que, si cada persona que recibe esta información, lo transmite a 10 personas, podrá tener la certeza de que salvará, por lo menos, una vida.
• Yo he cumplido, al compartirlo con todos vosotros.
Gracias.
• Es el único alimento que hace trabajar al cerebro.
Comer frutas con el estómago vacío
La fruta, es básicamente fructosa y puede ser transformada con facilidad en glucosa.
• En la mayoría de las veces (entre un 90% y un 95%) es agua.
• Eso significa que está limpiando y alimentando al mismo tiempo.
El único problema con las frutas, es que la mayoría de las personas no sabemos cómo comerlas para que el cuerpo asimile sus nutrientes.
• Se deben comer las frutas siempre con el estómago vacío.
• ¿Por qué?
• La razón es que las frutas, en principio, no son digeridas en el estómago, sino digeridas en el intestino delgado.
• Las frutas pasan rápidamente por el estómago y van al intestino, donde liberan sus azúcares.
• Si en el estómago existiera carne, patatas o almidón, las frutas quedan apresadas allí y comienzan a fermentar.
• Si tomamos una fruta de postre, después de cenar y pasamos la noche con pesadez en el estómago y un desagradable sabor en la boca, es consecuencia de no haber comido adecuadamente.
• Se debe comer las frutas, siempre con el estómago vacío.
• No debemos ingerir zumos envasados en lata o en vidrio.
• ¿Por qué?
• La mayoría de las veces el zumoo es calentado en el proceso de producción y su estructura original se vuelve ácida, además de los conservantes.
• ¿Deseas hacer una buena compra?
• Adquiere una liquadora.
• Podrá beber el jugo extraído con la liquadora como si fuese fruta, con el estómago vacío.
• El jugo será digerido tan de prisa, que podrás tomar algo quince o veinte minutos después.
• El Dr. William Castillo, jefe de la reconocida clínica cardiológica Framington de Massachussets, declaró, que la fruta es el mejor alimento que podemos comer para protegernos contra las enfermedades del corazón.
• Las frutas tienen bioflavonoides, que evitan que la sangre se espese y obstruya las arterias.
• También fortalecen los vasos capilares, y aquellos vasos capilares débiles que, en muchos casos, provocan hemorragias internas y ataques cardíacos.
Finalmente, me gustaría que siempre mantuvieras estas ideas sobre las frutas:
¿Cómo debemos comenzar el día?
¿Qué se debe comer en el desayuno?
¿Piensas que es bueno levantarte y tomar (principalmente café y pan blanco con mantequilla) alimentos que te llevarán el día entero para ser digeridos?
Claro que no..
Necesitamos de algún alimento que sea de fácil digestión, las frutas, que el cuerpo puede absorber de inmediato y que ayuda a limpiarlo.
• Al levantarnos, durante el día, o cuando nos sea posible, debemos comer sólo frutas frescas y zumos hechos en el momento.
• Debemos mantener esta idea hasta, por lo menos, el medio día, de forma regular y cotidiana.
• Cuanto mayor sea el tiempo que permanezcan solamente las frutas en nuestro cuerpo, mayor oportunidad tendremos de ayudar a limpiarlo.
Si empezamos a cambiar nuestros 'hábitos' podremos comprobar como sentiremos un nuevo torrente de vitalidad y una energía tan intensa que no lo podremos creer.
Merece la pena probarlo durante los próximos diez días y notar los resultados en uno mismo.
Los chinos y los japoneses beben té caliente (de preferencia te verde) durante las comidas.
Nunca agua helada o bebidas heladas; Deberíamos adoptar este hábito.
“Los líquidos helados durante o después de las comidas, solidifican los componentes oleosos de los alimentos, retardando la digestión.
Reaccionan con los ácidos digestivos y serán absorbidos por el intestino más rápido que los alimentos sólidos, demarcando el intestino y endureciendo las grasas, que permanecerán por más tiempo en el intestino.
Deberíamos dar importancia a un té caliente después de una comida.
Facilita la digestión y ablanda las grasas para ser absorbidas más rápidamente, lo que también ayudará a adelgazar.
• Un cardiólogo afirma que, si cada persona que recibe esta información, lo transmite a 10 personas, podrá tener la certeza de que salvará, por lo menos, una vida.
• Yo he cumplido, al compartirlo con todos vosotros.
Gracias.
(Para mayores de 30)
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo
tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo
porque a alguien se le ocurre agregarle una función o
achicarlo un poco..
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si,
ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni
los desechos nos resultaron muy desechables! Y así
anduvimos por las calles guardando los mocos en el
pañuelo de tela del bolsillo.
¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que
no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el
celular cada tres meses o el monitor de la computadora
todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más!
¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas,
vajillas y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos
tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en
mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.
¡¡Nos están fastidiando!!, ¡¡Yo los descubrí!!, ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de
los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones
casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el
electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones
para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos
más y más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto:
¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la
basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al
gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando
del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían
de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que
haya sido mejor.. Es que no es fácil para un pobre tipo al que
lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede
servir para algo', pasarse al 'compre y bote que ya se viene el
modelo nuevo'.
Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si
no, eres un arruinado. Así el coche que tenés esté en buen
estado . Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar
el nuevo!!!! Pero por Dios.
Mi cabeza no resiste tanto.
Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo). Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron
qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de
guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el
ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las
carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la
primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente
que se desprende de su celular a los pocos meses de
comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer
cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para
los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera
mantel ni cubierto.
Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo
guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!!
¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner
delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y
enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los
bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las
martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los
instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela.
¡Tooodo guardábamos!
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar
encendedores que se tiraban al terminar su ciclo,
inventábamos la recarga de los encendedores descartables.
Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en
sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones
guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-
beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave.
¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del
congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si
había que darles calor o frío para que vivieran un poco más.
No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no
podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables.
¡¡¡Los diarios!!!, Servían para todo: para hacer plantillas
para las botas de goma, para poner en el piso los días de
lluvia y por sobre todas las cosas para envolver.
¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado
leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de
los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las
páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de
las medicinas por si algún medicamento no traía el
cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender
una hornilla de la Volcán desde la otra que estaba prendida
y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros
álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban
aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota
de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de
ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo
pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para
convertirse otra vez en una pinza completa.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se
convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después
tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la
íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos
y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron
macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico
se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras
se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de
botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en
portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una
botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores
que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo
voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los
electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar
objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a
los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo, pegatina en el cabello y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de
celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas,
tendría que plantearme seriamente entregar a la 'bruja'
como parte de pago de una señora con menos kilómetros
y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar
este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la
'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado.
tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo
porque a alguien se le ocurre agregarle una función o
achicarlo un poco..
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si,
ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni
los desechos nos resultaron muy desechables! Y así
anduvimos por las calles guardando los mocos en el
pañuelo de tela del bolsillo.
¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que
no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el
celular cada tres meses o el monitor de la computadora
todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más!
¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas,
vajillas y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos
tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en
mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.
¡¡Nos están fastidiando!!, ¡¡Yo los descubrí!!, ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de
los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones
casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el
electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones
para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos
más y más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto:
¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la
basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al
gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando
del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían
de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que
haya sido mejor.. Es que no es fácil para un pobre tipo al que
lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede
servir para algo', pasarse al 'compre y bote que ya se viene el
modelo nuevo'.
Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si
no, eres un arruinado. Así el coche que tenés esté en buen
estado . Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar
el nuevo!!!! Pero por Dios.
Mi cabeza no resiste tanto.
Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo). Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron
qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de
guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el
ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las
carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la
primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente
que se desprende de su celular a los pocos meses de
comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer
cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para
los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera
mantel ni cubierto.
Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo
guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!!
¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner
delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y
enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los
bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las
martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los
instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela.
¡Tooodo guardábamos!
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar
encendedores que se tiraban al terminar su ciclo,
inventábamos la recarga de los encendedores descartables.
Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en
sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones
guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-
beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave.
¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del
congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si
había que darles calor o frío para que vivieran un poco más.
No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no
podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables.
¡¡¡Los diarios!!!, Servían para todo: para hacer plantillas
para las botas de goma, para poner en el piso los días de
lluvia y por sobre todas las cosas para envolver.
¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado
leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de
los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las
páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de
las medicinas por si algún medicamento no traía el
cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender
una hornilla de la Volcán desde la otra que estaba prendida
y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros
álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban
aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota
de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de
ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo
pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para
convertirse otra vez en una pinza completa.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se
convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después
tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la
íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos
y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron
macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico
se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras
se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de
botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en
portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una
botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores
que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo
voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los
electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar
objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a
los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo, pegatina en el cabello y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de
celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas,
tendría que plantearme seriamente entregar a la 'bruja'
como parte de pago de una señora con menos kilómetros
y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar
este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la
'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado.
NOTICIAS CAIROTAS
Lucía Etxebarria
Fotografía realizada por Andrea Morante el pasado 30 de junio en el Palacio Presidencial de El Cairo
Mi amiga Andrea Morante, periodista, vive en El Cairo, dónde ejerce como docente. Tarek, su recién estrenado marido, es egipcio y el joven matrimonio viene participando activamente desde el principio en las protestas contra Morsi.
Andrea nos cede su testimonio para que conozcamos de primera mano lo que se mueve en el país de las pirámides. A veces, los medios de comunicación distorsionan la realidad y ahora tenemos la oportunidad de que quien la vive decida compartirla con nosotros:
Fotografía realizada por Andrea Morante el pasado 30 de junio en el Palacio Presidencial de El Cairo
Viendo que lo que está pasando aquí no se está entendiendo en el extranjero, no me puedo morder la lengua más, cada vez que abro un periódico me enveneno. A lo que vamos, hay mucho que explicar y mucho que contextualizar, de hecho llevo todo el día pensando en como ordenarlo todo. Pero viendo que es imposible explicarlo claramente en un solo post, haré una serie con diferentes partes de la historia. Hoy vamos con lo más inmediato, con como surgió el movimiento que ha llevado a todo ésto, y lo sucedido en los últimos días.
Supongo, o espero, que en algún medio habréis leído el nombre de “Movimiento Tamarod”. Tamarod significa “Rebelde” en árabe. Éste movimiento comienza de la mano de una veintena de chicos y chicas jóvenes, que deciden convocar manifestaciones masivas para el 30 de Junio de 2013, aniversario de la proclamación de Morsi como presidente de Egipto. Y a la vez, comienzan a recoger firmas pidiendo la dimisión del presidente. Tarek firmó esta petición hace 2 MESES. Es decir, ni ayer, ni la semana pasada. Ésto se lleva moviendo MESES, de forma pública y a la vista de todo el mundo. Me parece relevante destacar ésto, porque creo que si el gobierno egipcio quería hacer algo, ha tenido mucho tiempo para hacerlo. No ha sido el caso. El movimiento Tamarod anunció el fin de semana pasado que habían conseguido 22 MILLONES de firmas. Si hacemos caso al dato, estamos hablando del doble del número de votos que llevaron a Morsi a la presidencia.
Sobre la situación del país actualmente habría mucho que hablar, pero lo dejaremos para el capítulo de las bondades y maravillas del expresidente. Solo un par de pinceladas: Gran parte del país comiendo con 1€ al día, la libra egipcia a 9,6€ (cuando yo vine a Egipto por primera vez estaba a 7,3), cortes de luz constantes, falta de gasolina, con colas de muchas horas para poder repostar, y constantes conflictos en el Sinaí. Y esto es solo la superficie del problema.
La noche del 26 al 27 de Junio, Morsi da un discurso de 2 horas y media, como resumen de su año como presidente. Sabiendo que 3 días después iba a ver protestas masivas, podría haber calmado el ambiente, anunciado reformas…. Obviamente, no solo no lo hizo, si no que aprovechó para añadir leña al fuego. Por lo visto, todo el mundo era responsable de los problemas menos él.
Con ésta situación, los días previos a la manifestación eran tensos. Yo misma hice la compra para una semana, solucioné todo lo que tenía que hacer de manera urgente en los próximos días y me preparé para un encierro en casa. No sabíamos por donde podía salir la cosa, podía haber disturbios entre los manifestantes y los simpatizantes de Morsi, se hablaba incluso de Guerra Civil… y además no había gasolina, así que tampoco estaba la cosa como para moverse mucho. Pero la mañana del 30 llegó, y yo también me tuve que rebelar. Yo quería salir a la calle y ver que pasaba. Sin arriesgarme, sin hacer locuras, pero quería verlo, así que convencí a Tarek para acompañarle a la salida de la marcha, que estaba precisamente a unos 500m de mi casa (las marchas salían de diferentes puntos de Cairo y se iban uniendo, terminando todas o en Tahrir o en el Palacio, según la zona de Cairo de la que salieran. Nosotros vivimos cerca del Palacio). A regañadientes accedió, así que me puse el uniforme de revolucionaria y salimos a la calle.
Nos bastaron 5 minutos para darnos cuenta de que a) esto era mucho más grande de lo que esperábamos b) era mucho menos peligroso de lo que se esperaba. La calle estaba llena de familias, de niños, de ancianos…. Gente de toda edad y condición con un solo propósito, dejarle a Morsi bien claro que era la hora de marcharse. Era una manifestación pacífica, incluso con aire festivo. Una fiesta para luchar por SU país, para que no les robaran SU revolución, para demostrar una vez más que la fuerza la tienen ellos. La cantidad de gente que había en la calle impresionaba, y cuando parecía que era imposible que cupiera más gente, seguían entrando grupos de manifestantes en la plaza. No hace falta contar para saber que ese 30 de Junio, había más gente en la calle que durante la revolución de enero de 2011. Principalmente, porque en 2011 la situación era bastante peligrosa y la gran mayoría de manifestantes eran hombres. Ésta vez, eran familias enteras. El miedo no iba a poder con sus ganas de decir basta.
Hubo un momento durante la manifestación en el cual ya se podía intuir lo que iba a pasar. Un helicóptero del ejército comenzó a sobrevolar la zona… y la gente estalló en aplausos. Y no una vez, si no cada vez que se les veía pasar. Que el ejército era más que bienvenido quedaba bien claro.
Se que en España muchos medios cifran a los manifestantes en cientos de miles. Ya he dicho mil veces que Cairo es muy grande y que aquí hay 25 millones de habitantes, cualquiera que haya paseado por Cairo y haya visto las imágenes de las protestas sabe que “cientos de miles” se queda muy corto. Y las manifestaciones no fueron solo aquí, si no también en en Alejandría, Suez, Ismailia, Luxor… Según medios internacionales y mediciones desde Google Earth, esa noche se manifestaron 16 MILLONES de personas. Estamos hablando de la mayor manifestación de la historia.
Pero el 30 pasó, y había que ver que pasaba después. Calma tensa en las calles y en casa, esperando a ver por donde salía la cosa. De momento, el movimiento Tamarod ya había dado un plazo al presidente Morsi: Tenía hasta el martes a las 5 de la tarde para dimitir, o comenzarían con actos de desobediencia civil. Y eso si que se podía poner feo, porque no muy lejos del palacio estaba el grupo de manifestantes Pro Morsi, que ya sabemos por experiencias previas como se las gastan. Eso si podía desembocar en disturbios muy graves, y muchos muertos en las calles. Y todo el mundo esperaba la reacción del ejército, que ya había dicho durante la semana anterior que ellos se pondrían de parte del pueblo (De hecho, y por entrar en detalle, la misma guardia presidencial recordó que su labor era proteger el palacio y al presidente y su familia. Pero en ningún caso atacar manifestantes). Por tanto, cuando se emitió el comunicado del general Al Sisi, todo Egipto se puso alerta. Sin el apoyo del ejército, se podían complicar mucho las cosas.
Sisi lo dejó claro. Si Morsi no escuchaba al pueblo y se marchaba por las buenas, le tendrían que sacar por las malas. El plazo, 48 horas, que se cumplían ayer miércoles a las 5. Tras éste comunicado, las calles se convirtieron en una fiesta, la mejor comparación, lo que se vivió en España cuando la selección ganó la primera Eurocopa. Nosotros volvimos al palacio y nos encontramos con música, gente bailando, celebrando, cantando… y hasta un concierto en directo en plena manifestación. Estábamos eufóricos, y no teníamos duda de que el ejército iba a cumplir su palabra.
Esa misma noche, de nuevo discurso de Morsi. Mi opinión personal es que decir que defendería su legitimidad con su propia sangre no fue lo más responsable, y esa noche precisamente hubo graves disturbios en Cairo con casi 20 muertos.
Ayer contábamos las horas para que se cumpliera el plazo dado por el ejército. Y lo que más nos desquiciaba es que todo estaba tan en calma que parecía que no estaba pasando nada. La información iba apareciendo en los medios entre rumores y desmentidos, y lo único que veíamos eran las fotos que la policía iba colgando en su perfil de Facebook (no os extrañéis, ya sabéis que aquí todo es posible). Que si Morsi estaba retenido, que si habían tomado la televisión… venga vale, pero cuando van a salir a dar un discurso??? Lo esperábamos como agua de mayo, mientras hacíamos turnos para ir a a cocina o al baño, no vaya a ser que empezara y no nos diéramos cuenta. Finalmente, la ley de Murphy se volvió a cumplir y Al Sisi apareció en la televisión justo cuando Tarek estaba en el baño. Y yo, sin mi traductor particular me entero de menos de lo que me gustaría. A voces de “corre, corre” y con el riesgo de quedarme viuda porque Tarek se desnucara mientras corría como un loco al salón, escuchamos atentos el discurso más esperado de los últimos días.
No había terminado cuando ya se escuchaban aplausos y gritos en la calle, pero nada comparado con lo que pasó cuando acabó. Cairo explotó de alegría, con fuegos artificiales, gritos, aplausos, mis perros ladrando histéricos y yo gritando que no estábamos en Fallas, leñe. Salimos a la calle a celebrarlo, pero había tanta gente y tanto coche que era imposible llegar al palacio, nos conformamos con una vuelta por el barrio. Además, era una noche para celebrar, pero también para pegarse a la tele y enterarse de todo.
Tras todo ésto, y viendo como los medios españoles y extranjeros están tratando el tema, yo me pregunto:
- ¿Cómo es posible que se esté hablando de un golpe de estado del ejército? ¿Es que nadie ha visto a los millones de personas que había en la calle pidiendo la marcha de Morsi? Yo no voy a ser la que niegue que el ejército le tenía ganas, pero nunca jamás se hubieran atrevido a hacer lo que han hecho si el pueblo no lo hubiera pedido. Esto ha sido cosa de todos, el ejército no hubiera podido sin el pueblo y el pueblo no podía sin el ejército.
- Resulta que la mayoría de los egipcios están felices, pero en el extranjero esto se pinta como si hubiera pasado lo peor de lo peor. ¿Qué pasa, que los egipcios son tontos? ¿No saben lo que significa tener al ejército en el poder? Lo saben muy bien, han vivido 30 años así. Y si tras la revolución, están apoyando todo lo que está pasando… ¿No será que tienen muchos motivos para preferir ésto a lo que ya tenían?
- Parece ser que ahora Morsi es un pobre corderito que fue elegido democráticamente y que los malos del ejército le han dado la patada. Morsi no estaría en esta situación si hubiera escuchado lo que la gente pedía. Ha tenido tiempo y ha tenido oportunidades, y no lo ha hecho. La democracia no es meter un voto en una urna. Un voto no es un cheque en blanco, y eso en España lo sabemos bien. No se puede hablar de legitimidad con 16 millones de personas manifestándose en la calle, porque estaba bien claro que ya la había perdido.
- Para analizar todo ésto, hay que conocer muy bien el país. No se puede hacer un análisis de lo que ha pasado comparándolo con ningún país europeo, porque no tiene nada que ver. Cuando gran parte de la población apenas sabe leer y tienen que luchar cada día por comer, no se les puede pedir que se esperen 3 años a que lleguen las siguientes elecciones, porque posiblemente en 3 años quede poco país por el que pelear.- ¿Por qué se interpreta la derogación de la Constitución como algo negativo? La Constitución egipcia no estuvo exenta de polémica, ya se produjeron disturbios muy graves cuando se redactó, y además ganó por los pelos en unas votaciones muy poco claras. Os aseguro que no la vamos a echar de menos.
Dos adolescentes borrachas decapitan a un vagabundo y juegan al fútbol con su cabeza en Rusia
Dos adolescentes han sido detenidas en el este de Moscú acusadas de haber decapitado a un vagabundo por tener, presuntamente, algún tipo de aversión hacia él, según ha informado la Comisión de Investigación local en un comunicado, recoge Antena3.com.
Según esta web, el cuerpo decapitado fue hallado cerca de un edificio residencial moscovita con un rastro de sangre que conducía a un apartamento cercano. Dentro de la vivienda, la Policía encontró un hacha y una sierra con la que, supuestamente, las jóvenes cortaron la cabeza del hombre.
Algunos medios internacionales como The Huffington Post apuntan que las dos sospechosas habían estado bebiendo y agredieron al 'sin techo' con cuchillos en un ataque de rabia inducido por el alcohol.
Un primer informe señala que las adolescentes cortaron la cabeza del hombre y la utilizaron como pelota en un partido de fútbol hasta que, finalmente, la depositaron en un cubo de basura.
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