¿No crees que sería bueno hacer un inventario de los
bienes que has recibido para así vivir con mayor alegría y optimismo?
¿Por qué llorar mientras voy
andando, si otros ríen y no tienen pies?
¿Por qué vivir pensando en el 10 % de las cosas que nos hacen sufrir, y no recordar el 90 % de las cosas que nos suceden bien?
Eres una persona humana, y el ser humano
es el único animal que puede hablar,
En tus ojos, Dios ha depositado 100 millones de receptores que te permiten gozar de la magia de los colores, de la luz, de la simpatía de las personas y de la majestad de la naturaleza.
Tu sangre es un formidable tesoro. Son apenas 4 litros pero allí hay 22
millones de células sanguíneas, y en cada célula hay muchas moléculas y en cada molécula hay un átomo que oscila más de 10 millones de veces por segundo.
Cada día mueren 2 millones de tus células y son reemplazadas por 2 millones más, en una resurrección que ha continuado desde el día que naciste.
En tu cerebro hay 4 millones de estructuras sensibles al dolor,
500 mil detectores táctiles, y 200 mil detectores de temperatura...
... Ahora pregúntate:
¿Crees que no vale la pena tu VIDA?
Tus pulmones son los mejores filtros del mundo. A través de 600 millones de alvéolos purifican el aire que reciben y libran a tu cuerpo de desperdicios dañinos.
Lo triste es que dedicamos mucho tiempo pensando en lo que nos hace falta y casi nunca nos detenemos a
recordar y agradecer lo muchísimo bueno que poseemos.
No solo con respecto a tu cuerpo, aplícalo también a los dones que posees, la familia que te ha tocado, las amistades de las cuales eres dichoso en poseer, las comodidades que disfrutas y hasta las oportunidades que se te han presentado. ¡No veas solo lo que te hace falta, agradece lo que ya tienes!
Has cuentas de tus bienes, y de tus alegrías también. No pierdas tiempo haciendo cuentas de tus males.
Y sabes por qué?...
¡¡¡ Porque vales
M U C H Í S I M O !!!
¡MUCHÍSIMO! ¡MUCHÍSIMO! ¡MUCHÍSIMO!
Y si te has despertado hoy dia
con fuerza y sin dolor
…tienes más suerte que otros muchos
Colecciona pensamientos alegres y optimistas, y no se te
olvide alejar de tu mente esos cuervos asquerosos llamados
“pensamientos pesimistas” y “recuerdos tristes”.
Si nunca has conocido los peligros
de la guerra, la soledad de la
prisión, el hambre…
…estás por encima de 500 millones de
personas en el mundo.
Si tienes tus necesidades básicas
cubiertas
…eres más rico que el 75% de los demás.
Si tienes unos ahorros
…eres parte del 10% de la población
próspera del mundo entero.
Si has visto a tus padres
hacerse viejecitos juntos
…eres un caso poco común.
Si llevas una sonrisa en tu
cara, y estás agradecido por
todo…
…Tienes suerte, porque la mayoría
de la gente lo puede hacer pero
no lo hace.
Si puedes tomar la mano de
alguien, abrazarlo o solamente
tocar su hombro…
…Alégrate, nunca te sentirás solo
Si puedes leer este mensaje has
recibido doble bendición…
…ya que primero alguien ha pensado en ti, y segundo tienes más suerte que 2 mil millones de personas que no saben leer.
Piensa en tu suerte y transmite
este mensaje a tus amistades
para que se den cuenta de todo
lo que tienen.
Fin
Antonia Álvarez tiene 85 años y hasta el pasado 4 de octubre llevaba una vida plena para su edad: salía de casa, subía al autobús, visitaba las casas de sus familiares... Pero ese fatídico día sufrió un accidente que casi la deja postrada en un cama. «Salíamos de la Caja y fuimos a coger el coche número 4. Y al estar ya subida en el autobús me cogieron las piernas».
De ese modo describe el momento en el que, según figura en la denuncia que ha presentado en el juzgado, el conductor del autobús le dio al botón que cierra la puerta delantera del vehículo. «Le dio a la puerta y claro, al cerrar la puerta, me cayó para atrás y me cogió las piernas».
Esta anciana asegura que quedó atrapada casi a la altura de la cintura y que no cayó al suelo porque varias personas la sujetaron. «El conductor pidió que lo perdonara, que había sido un despiste. Yo estaba subida cuando la puerta se cerró y las piernas se me quedaron dentro».
Durante una semana, Antonia estuvo ingresada en el hospital Infanta Cristina. Allí le han colocado dos clavos en cada fémur y ahora se recupera en la residencia Puente Real que hay junto al Mercadona de la margen derecha. «Llevaba una vida maravillosa, pero ahora no me puedo mover».
Justo ayer le quitaron los puntos y ahora le han pedido que comience a ponerse de pie, aunque todavía necesita que tire de ella una grúa para incorporarse. «Verdaderamente te destrozan la vida. Yo estoy aquí y la hermana con la que yo vivía, que tiene dos años más que yo, está sola en el piso», se lamenta la afectada.
Pide responsabilidad
A Antonia todavía se le saltan las lágrimas cuando recuerda el accidente, pero confía en que lo ocurrido sirva de aprendizaje. «Es el despiste, usted sabe la responsabilidad tan grande que lleva el conductor de un coche como ese. Porque a veces bajan señoras mayores o que tienen niños en brazos y la gente le tiene que pedir al conductor que espere para que puedan bajar. Tienen que esperar su debido tiempo a que la gente suba o baje para evitar estos accidentes».