miércoles, 13 de agosto de 2014

Olivenza (Badajoz), zona de conflicto internacional

Foto: Ayuntamiento de Olivenza.
La todopoderosa CIA sigue convencida de que el pequeño municipio extremeño de Olivenza es una zona de conflicto internacional. Así lo refleja la Agencia Central de Inteligencia estadounidense en su último ‘The World Factbook’ (‘El libro de los hechos’), una publicación anual que hace las veces de almanaque sobre los diferentes países. Desde 2003, esta localidad al suroeste de Badajoz de apenas 12.000 habitantes comparte la etiqueta de ‘Disputa Internacional’ con puntos calientes como los Altos del Golán,Cachemira y la Franja de Gaza. El rizo lo rizan los propios oliventinos, quienes han sabido aprovechar el filón turístico de la supuesta peligrosidad y, en boca de su alcalde, Bernardino Píriz, desean “que continúe así muchos años, para que nos mantenga el nivel de turistas y siga siendo atractivo”.
“Aquí el máximo conflicto es la Técula Mécula”, deja caer el regidor 'popular' a las primeras de cambio. Por la plaza Constitución, dejando el ayuntamiento a la izquierda, enfrente de una pequeña tienda de artesanía y un local de complementos de moda a medio camino de una estrecha calzada peatonal flanqueada por casas blancas, atienden precisamente los actuales responsables de la Técula Mécula. Pero a pesar del nombre, la Técula Mécula no es la fórmula de un arma química sino el nombre de una receta con visos legendarios: los de una tarta que hoy triunfa como marca registrada, con el éxito de un sabor muy dulce y unos ingredientes que sus responsables prefieren no desvelar, manteniendo así el misterio.
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Datos de mapa ©2014 Google
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Desarticulado el callejón que conduce a la repostería, el conflicto internacional se enroca en la historia. Hasta 1801 feudo portugués, Olivença cambió la ‘cedilla’ por la ‘zeta’ y se convirtió en Olivenza. Fue a través de la llamada Guerra de las Naranjas que el Ejército español, comandado por el entonces ministroManuel Godoy, ocupó más de una docena de poblaciones y “unas diez mil hectáreas que antes pertenecían al rey de Portugal y que fueron para Carlos IV”, recuerda el historiador oliventino Miguel Ángel Vallecillo. “Ni en nuestro peor momento bélico, cuando pasamos de Portugal a España, hubo una gota de sangre”, apunta el alcalde. Lo cierto es que la contienda recibe el nombre del ramo de naranjas que Godoy mandó a la reina María Luisa.
Más de dos siglos después sigue sin llover a gusto de todos. El Grupo dos Amigos de Olivença (GAO) y el Partido Nacional Renovador (PNR), entre otros, reclaman de forma activa la recuperación de lo que otrora fue un feudo luso. Sin ir más lejos y como viene siendo habitual en los últimos años, el 1 de diciembre pasado los portugueses conmemoraron el aniversario de su independencia de España; la iniciativa elegida esta vez por decenas de miembros del PNR fue desplazarse hasta Olivenza para reivindicar lo que consideran suyo. “Olivença tiene que ser devuelta de una vez por todas, sin amedrentar u ofender a otras naciones, sobre todo cuando esas naciones reclaman a otras sus antiguos territorios que habían sido suyos”, recoge el PNR en su web, en clara referencia implícita a Gibraltar.
“Tenemos claro el país al que pertenecemos. No hay discusión. Olivenza es española y nunca me he sentado siquiera con un alcalde a tratarlo. Aquí no hay debate, aunque sabemos que sí en Lisboa por parte de algunos partidos. Cuando no tienen nada que hacer hablan de Lisboa. Tenemos un cariño enorme a Portugal, siempre y cuando no nos quieran calificar de portugueses”, responde Bernardino Píriz.
Ambigüedad de la Constitución portuguesa
“Portugal abarca el territorio históricamente definido en el continente europeo”. La ambigüedad del Artículo 5 de la Constitución de Portugal, de 1976, deja entreabierta una puerta que está decidido a abrir de par en par el presidente de la asociación patriótica GAO, Fernando A. Castahinha: “Olivenza es un territorio portugués. El Estado luso no reconoce la españolidad de Olivenza y rechaza delimitar su frontera, situación ciertamente única en Europa, como puede confirmarse mediante la consulta de cualquier mapa oficial portugués, como los elaborados por el Instituto Geográfico del Ejército”.
Lo cierto es que Olivenza quedó fuera de los dos convenios de demarcación de límites firmados entre Portugal y España, lo que a juicio del cronista y archivero de Olivenza, Luis Alfonso Limpo, no invalida el tratado de 1801: “El tramo de Olivenza está excluido de los convenios de 1864 y 1926 porque Portugal, en ambos momentos, se negó a darle esa satisfacción a España. Ello ha provocado una pintoresca solución de continuidad en alguna cartografía oficial portuguesa, en la que se ha querido ver más de lo que en realidad hay. Con el Tratado de Maastricht las fronteras han perdido su antiguo significado político, aunque permanezcan como referentes históricos. La frontera se sitúa en la línea divisoria imaginaria del río Guadiana, hoy convertido en el gran lago de Alqueva”.
Otrora punto de contrabando entre ambos países, la apuesta por la Unión Europea y su política comunitaria no ha supuesto sin embargo la fecha de caducidad definitiva para la cuestión Olivenza-Olivença. “En esta época en la que se han abolido las barreras para la libre circulación de personas, de bienes y de servicios, pero no sus fronteras políticas ni administrativas, conserva todo su sentido que los dos Estados peninsulares, democráticos y que se dicen amigos, se sienten a la mesa para resolver un litigio que no vale la pena esconder. La resolución sólo puede venir del respeto a la ley internacional y a los tratados firmados, como el de Viena”, entiende el presidente de GAO.
Se refiere al Congreso de Viena de 1815, un encuentro internacional que pretendía restablecer las fronteras europeas tras el fracaso de Napoleón Bonaparte en Waterloo. Vallecillo lo resume de la siguiente manera: “Establece que las conquistas de Napoleón y de sus aliados, como España, se tenían que devolver. Pero ¿hasta qué punto es legal? Son los juristas quienes deberían estudiar ciertos puntos del articulado”. La ratificación española del Acta del Congreso de Viena, “comprometiéndose a negociar la posible devolución de Olivenza, ha generado en Portugal un falso recuerdo, debido también al silencio español. Quien calla, otorga. Es la idea de que existe una deuda pendiente de satisfacer, de que el pequeño Portugal no ha sido capaz de cobrarle a la soberbia España esa deuda de Olivenza”, completa Limpo, quien recuerda el compromiso de negociación pero no el de devolución.
La 'provocación' de la Guía Repsol
La alerta de la agencia estadounidense encargada de la inteligencia y del espionaje exterior, lejos de preocupar, es recibida con buenos ojos por los oliventinos. No hay datos concretos pero, según señala su regidor, en los últimos años el turismo ha crecido más de un 40%, subida que explican factores como la etiqueta de la CIA y también que en 2012 la iglesia de La Magdalena fue elegida como el Mejor Rincón de España por la Guía Repsol. La anécdota no es baladí pues llegó incluso a copar las portadas portuguesas y el enfado de los lectores lusos, que no pasaron por alto el estilo del templo: gótico-manuelino, una sistematización artística y arquitectónica típicamente portuguesa.
Hubo quienes acusaron a España de montar una farsa con el fin de subrayar no sólo el monumento sino la propia Olivenza como propiedades españolas. “Se montó un circo tremendo y los organizadores nos confesaron después que se llegaron a plantear el brote de un conflicto diplomático”, recuerda el alcalde, para después revelar que, “cuando explicamos a los portugueses que una obra suya iba a ser el mejor rincón de España, pasamos de perder por 20.000 votos a ganar por 60.000. Fue mágico: primero los portugueses votaban en contra y luego, a favor”.
Entre las calles oliventinas, también "rúas" en el centro tras una propuesta bilingüista de la asociación Além Guadiana, la cultura española predomina hoy sobre la portuguesa, que a duras penas sobrevive. “Desde el 2007 apenas se ha hecho nada”, se lamenta Limpo, quien echa de menos mayor énfasis en la enseñanza del portugués.
Olivenza es en todo caso un municipio con personalidad propia, la que otorga su carácter fronterizo. Aquí las puertas no están entreabiertas sinoescancaradas, por el monte no hay saltamontes sino gafanhotos y el bacalao es un bacalhau con mil y una formas de presentación. “Incluso la forma de hablar nuestra, con ese dejarnos caer, con ese seseo, es influencia transfronteriza”, puntualiza Vallecillo. Y es que, el portugués fue prohibido desde 1801 pero todavía hoy se escucha su seseo característico entre rincones, sobre todo por parte de la población más adulta.
¿Doble nacionalidad?
La doble cultura de Olivenza-Olivença empujó hace seis años a un grupo de vecinos a formar Além Guadiana, con el objetivo de “recuperar y revalorizar la herencia” recibida. Tanto su presidente Joaquín Fuentes como Eduardo Navarro, de la junta directiva, saben que se mueven entre arenas movedizas, así que miden cada una de sus palabras y recalcan que no tienen “nada que ver con política. La intención es precisamente romper esos prejuicios paralizantes. Hay algo que nos tiene que unir y es la cultura, que no conoce fronteras ni puntos de vista políticos, que nos pertenece y no queremos que se pierda”. Fueron los pioneros rescatar el uso de la ‘cedilla’ para Olivença con fines únicamente culturales y lingüísticos.
Además de un encuentro anual de lusofonía, con lecturas públicas en portugués incluidas, promueven que el portugués regrese a las escuelas y han elaborado un diccionario del portugués oliventino. La gran apuesta en la que trabajan ahora es la doble nacionalidad, que por el mero hecho de nacer en Olivenza se pueda ser español y portugués al mismo tiempo. En ello están, con pies de plomo y la boca sellada para no meterse en problemas. “No pretendemos que una nacionalidad sea menoscabo de otra ni de presionar a otra, es algo voluntario que ha salido de la ciudadanía, como algo que suma”. Temerosos de que unos u otros pretendan sacar rédito político a la iniciativa, sólo avanzan que las legislaciones portuguesa y española no lo impiden y que “en breve” tendrán la respuesta definitiva.
Más de dos siglos después, la problemática de Olivenza no es anacrónica. Según Limpo, “el pasado forma parte del presente. Lo que no se puede hacer es despreciarla. El silencio español ha engordado durante demasiado tiempo la reclamación portuguesa. Haría falta apoyo institucional para que historiadores de ambos países debatieran la cuestión. El bicentenario en 2017 de la accesión de España al acta final de Viena podría ser una buena fecha, pero me temo que falte voluntad política por parte de ambos estados para enterrar de una vez este falso recuerdo que enturbia las relaciones luso-españolas”.

! EL TANATORIO !

Buenas noches.
Vengo de un velatorio… Se ha muerto el abuelo de un colega y le he acompañado al tanatorio… Y la verdad es que el tanatorio es un sitio curioso… Hay hasta bar, que por cierto, tiene mucho ambiente, porque es el único que no cierra en toda la ciudad…
Lo primero que te encuentras al llegar allí son un montón de coronas de flores… ¡Qué digo yo…! ¿Por qué le llamarán a eso “corona”? Yo no he visto nunca a un muerto con eso en la cabeza… Más que una corona parece un salvavidas, que hay que tener mala leche para regalarle a un muerto un salvavidas.
Y los mensajes que llevan, son para leerlos: “Tus nietos no te olvidan”, “Tus compañeros de oficina no te olvidan”. Que tu piensas…, pero, ¿a quién se lo dicen? ¿al muerto…?. Los muertos no parecen muy aficionados a la lectura. Y además, ¿cómo que “no te olvidan?”. Pero hombre, ¡si se acaba de morir! ¡Cómo para olvidarse!:
- Oye, ¿qué hacemos aquí en el tanatorio?
- Pues no sé, no me acuerdo muy bien, ¡creo que se ha muerto el abuelo!
- ¡Vamos a preguntarle al camarero!
Yo creo que el bar es la clave del tanatorio. Porque si no fuese por las copas que se toma el personal no se entiende todo lo que pasa allí: Para empezar, el negocio se llama ¡Pompas fúnebres!. ¿Qué falta de respeto es esa?… ¡Pompas fúnebres!, parece la marca de un champú para difuntos:
“Pompas fúnebres, ¡el champú que no irrita los ojos!”.
Y después de lavarle la cabeza al muerto con el champú “pompas fúnebres” nos vamos de marcha…, de “marcha fúnebre”… ¿Marcha fúnebre? ¡Esto ya es cachondeo! ¡Seguro que irse de marcha fúnebre es ir a mover el esqueleto!
Pero menos sentido todavía tienen las conversaciones de la gente. De repente llega un tío y dice: “No somos nadie!”. Pero ¿cómo que no somos nadie? ¡No serás nadie tú! ¡Yo soy un tío de puta madre! Y otro suelta… “Hoy estamos aquí y mañana estamos allí”. Hombre, mira, eso es lo bueno de tener coche…
En los velatorios te das cuenta de que si quieres que hablen bien de ti, no hay como morirse. Si por ejemplo, tú eras un ludópata, la gente dirá… “No tenía nada suyo”… Y si tenías muy mala leche… “Parecía que se comía el mundo y luego no se comía a nadie…”.
Y aquí la cosa se anima y salta uno: “Y hablando de comer, ¡cómo le gustaba el pollo!. ¿Os acordáis de aquella vez que se comió cinco pollos de una sentada…?”. Y otro: “¿Y la vez que tiró un tabique con el hombro?. Que me van a perdonar, pero si se comía cinco pollos seguidos y tiraba tabiques con el hombro, lo raro es que no se hubiera muerto antes.
Y con estas anécdotas del muerto a la gente le da la risa floja y de repente uno dice: “¡¡Aaaaaaay!!… si no nos reímos, ¿qué vamos a hacer…?”. ¿Cómo que qué vamos a hacer? Pues llorar, cojones, ¡qué para eso estáis en un velatorio!
Y entonces se crea un silencio incómodo, hasta que a alguien se le ocurre algo original que decir… “Pues mira, ya ha dejado de fumar…”. Bueno sí…, el muerto ha dejado de fumar, pero los demás no paran… Que se forma allí un ambiente que sólo falta que salga Michael Jackson bailando el Thriller… Yo creo que en vez de ponerle velas al ataúd le deberían poner faros anti-niebla… ¡Es que es muy fuerte! Los muertos se van al otro barrio ahumados, como los salmones. Vamos, que si llegas tarde piensas… “Coño, ¡qué los familiares ya lo están incinerando por su cuenta!”.
Pero a mi las frases que más me impresionan son las que se dicen en el “pésame”… “Te acompaño en el sentimiento…!”. O esa otra que dice… “Ha pasado a mejor vida”, que en eso sí que tienen razón… Porque toda la vida con muebles de aglomerado de Ikea y cuando te mueres te meten en un ataúd de roble macizo… Y a lo mejor te has pasado la vida conduciendo un Opel Corsa y ahora te vas al otro barrio en un Mercedes de puta madre… ¡Y con chófer! ¡Muy bien!. ¡El coche más seguro del mundo! ¡A buenas horas!.
En fin, yo no tengo claro lo que quiero que hagan conmigo cuando me muera. Había pensado en la incineración, pero no me convence. Porque van los familiares con las coronas de flores y el ataúd, y al rato salen con una copa de cerámica y claro, entre las coronas y la copa parece que han ganado la vuelta ciclista a España.
Por eso estoy pensado en donar mi cuerpo a la ciencia. Así ni velatorio ni nada. Las orejas las donaría al museo de cera, con un tapón mío hay cera para hacer los Tres Tenores… El corazón a Anne Igartiburu, para que haga: “Hola, corazones… Hoy tenemos Corazón Golfo”… Y el hígado que se lo den a J.B., que se lo han ganado.”
Fuente: El Club de la Comedia

Pigeon Impossible - Short Film

Pigeon Impossible - Cortometrajes

Maxima velocidad en casco urbano: 8 Km/h

En estos tiempos de viajes por carretera resulta interesante echar un vistazo a las primeras normas de circulación publicadas por las autoridades municipales ante el aumento de vehículos motorizados en las calles madrileñas. 
Conductor poco inclinado a mantener los límites de velocidad. Foto extraída de la Revista Nuevo Mundo del 16 de julio de 1908
Hasta 1902 no existía reglamentación alguna que determinara las condiciones de circulación de estos automóviles así como de las velocidades que podían desarrollar en el casco urbano. Únicamente existía una Real Orden de Septiembre de 1900 que ordenaba el servicio de circulación de coches por las carreteras.
 Disposiciones relativas a automóviles, 1902 a 1908
Alberto Aguilera fue el primer alcalde en abordar este problema. Entre las decisiones que tomo el 26 de junio de 1902 destacan la prohibición de circular sin licencia de la Alcaldía y la prohibición de transitar a una velocidad superior a los ocho kilómetros por hora, ó sea “aproximadamente el trote ordinario de un caballo”. Además se les obligaba a aminorar la velocidad en los tramos en los que hubiera aglomeración de personas ya que los automóviles carecían de prioridad sobre los peatones.
 Antonio Maura en su Automovil. Foto extraida de la Revista Nuevo Mundo del 24 de junio de 1908
En enero de 1905, ante el aumento de los accidentes de circulación, el nuevo alcalde de Madrid Gonzalo Figueroa y Torres endureció las condiciones de la circulación estableciendo las velocidades límites en diez kilómetros por hora en los sitios llanos y de poca circulación y en cinco en las calles del interior. Además se exigía a los vehículos que contaran con sistemas de frenado “suficientemente enérgicos” y se daba prioridad a los coches de caballos ante los cuales los de motor debían aminorar la marcha para evitar que los animales se espantaran.
 Disposiciones relativas a automóviles, 1902 a 1908
De poco debió servir ya que unos meses después, un nuevo alcalde, Don Eduardo Vicenti “considerando que nadie tiene derecho á poner en peligro la vida ó la propiedad ajena, ni á erigirse en único dueño de la vía pública” disponía nuevas normas exigiendo, entre otras cosas, que los coches contaran con “una bocina ó campana” para anunciar su presencia.
Disposiciones relativas a automóviles, 1902 a 1908
Más adelante Eduardo Dato prohibió en 1907 el empleo de faros de gran potencia y de sirenas que “pudieran espantar al ganado” así como la salida de humo excesivo de los vehículos. Además se estableció que los conductores debían siempre circular por la parte situada a la izquierda de la calzada. Para compensar se estableció como límite de velocidad los 10 kilómetros por hora, siempre aminorando al cruzar con caballerías.
  
Los camiones para el transporte de mercancías tenían limitada la velocidad a 4 Km/h. Imagen extraida de la Revista Nuevo Mundo del 7 de octubre de 1909
Además de estas disposiciones los coches estaban obligados a parar en la línea fiscal del municipio a dar cuenta de las mercancías transportadas. Esto dio lugar a una anécdota protagonizada por el director de ABC, Torcuato Luca de Miranda, que fue acusado de intentar introducir en la ciudad un bidón de gasolina que llevaba en el coche para recargar el depósito. Don Torcuato no dudó en utilizar su periódico para denunciar el hecho, apresurándose el alcalde, el Conde de Peñalver, en aclarar la situación a través de un decreto.
Un atropello

Disposiciones relativas a automóviles, 1902 a 1908
Nuevas normas del Conde de Peñalver dictadas en 1908, dada la dificultad de medir la velocidad de los vehículos, exigían que esta nunca fuera superior a velocidades “que excedan de la de un tronco de caballos al trote” sin especificar un límite preciso. Para compensar se exigía que el público dejara de circular por las calzadas haciéndoles circular por aceras, desterrando de esta manera esta imagen tan típica de la ciudad.
Peatones en la calle Sevilla (1905)

Robin Williams se ahorcó con un cinturón, según la investigación preliminar

El oscarizado actor Robin Williams.
La investigación preliminar sobre la muerte de Robin Williams determinó, según informaron este martes las autoridades del condado de Marin, que el actor ganador de un Óscar por El indomable Will Hunting se ahorcó con un cinturón en su dormitorio.
El teniente Keith Boyd, del departamento del sheriff, indicó en rueda de prensa que el caso sigue abierto y aún pasarán varias semanas hasta que se conozca la causa oficial del fallecimiento del artista.
El cuerpo sin vida de Williams fue hallado poco antes del mediodía del lunes por su asistente, quien tras llamar a la puerta de la habitación del actor sin obtener respuesta, y dada la hora que era, se inquietó y decidió entrar a la estancia para comprobar qué pasaba.
Según relató hoy Boyd, Williams estaba ligeramente suspendido en el aire con un cinturón atado a su cuello por un extremo y el otro enganchado a la parte superior de un armario. Su cuerpo, frío y en rígor mortis, estaba en una posición que fue descrita como de "sentado". El oficial reveló además que Williams, que estaba vestido, tenía cortes finos y superficiales en el interior de su muñeca izquierda.
Los investigadores hallaron una navaja cerca de donde se encontraba el actor y observaron que el filo del arma blanca tenía una sustancia seca y roja que "es consistente como la sangre seca".
Boyd insistió en que la causa probable de la muerte del intérprete de Dead Poets Society(El club de los poetas muertos) es por ahorcamiento y no por la herida de su muñeca.
El cadáver de Robin Williams fue trasladado desde el lugar de la muerte hasta el tanatorio del condado de Napa, donde el forense Joseph Cohen examinó los restos y descartó signos de lucha "o altercado físico" antes de su fallecimiento.
Los resultados preliminares del análisis forense apuntaron también a la hipótesis de la asfixia por ahorcamiento como causa de la muerte de Williams. Aún están pendientes de realizarse las pruebas toxicológicas para conocer si el artista tomó algún tipo de sustancia antes de fallecer, si bien las conclusiones de estos test no se conocerán hasta dentro de entre 4 y 6 semanas.