El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, continúa generando polémica con sus declaraciones. Este jueves, el responsable ha vuelto a defender la acción de la Administración con respecto a la enfermera contagiada por ébola, Teresa Romero, y ha asegurado que la trabajadora –que fue a depilarse días antes de ser diagosticada– “mal no debía estar para ir a la peluquería” poco después de ir a la consulta del médico.
Rodríguez ha realizado esta afirmación en una entrevista radiofónica realizada en Onda Cero, donde también ha intentado justificar las acusaciones que el pasado miércoles vertió contra la afectada, de la que dijo que "pudo haber estado mintiendo" sobre su temperatura al responsable de Salud Laboral de su hospital, a quien tenía que ir informando de su estado. Sin embargo, en la entrevista señaló que no cree que Romero sea "una mentirosa", si bien matizó que "esta mujer ha tardado mucho en decir por qué razón había tenido un accidente".
"Lo podía haber dicho el primer día y nos hubiera ahorrado muchos quebraderos de cabeza", afirmó Rodríguez, que tomó como cierta la hipótesis no confirmada que de la profesional se contagió de ébola al tocarse la cara con un guante infectado. Y, en este sentido, volvió a acusar a la auxiliar de enfermería de no haber actuado correctamente cuando detectó los primeros síntomas. "Ella va a la médico de atención primaria, le consulta por un proceso febril y no le cuenta que ha estado con un paciente que tenía ébola", explicó el consejero, que afirmó desconocer el motivo de este supuesto ocultamiento.
"Ella cuando llama a los servicios de prevención da cifras [de fiebre] más bajas" que las estipuladas para considerar a un individuo como un potencial infectado por ébola, aseveró Rodríguez, que no dudó en afirmar que “si ella no ha tenido fiebres altas y tiene la enfermedad, pues alguna razón habrá, o se ponía mal el termómetro o alguna cosa pasaba: eso no es normal". El posible motivo que apuntó el consejero es que el uso de medicamentos que reducen la fiebre ha podido influir en el hecho de que las temperaturas que ofrecía Romero fueran más bajas de 38,6 grados, la cifra a partir de la cual se empieza a sospechar de un posible caso de ébola. "Aquí cuando uno tiene un poco de fiebre se toma un Paracetamol, la fiebre le baja y no le da importancia", sostuvo
"Lo podía haber dicho el primer día y nos hubiera ahorrado muchos quebraderos de cabeza", afirmó Rodríguez, que tomó como cierta la hipótesis no confirmada que de la profesional se contagió de ébola al tocarse la cara con un guante infectado. Y, en este sentido, volvió a acusar a la auxiliar de enfermería de no haber actuado correctamente cuando detectó los primeros síntomas. "Ella va a la médico de atención primaria, le consulta por un proceso febril y no le cuenta que ha estado con un paciente que tenía ébola", explicó el consejero, que afirmó desconocer el motivo de este supuesto ocultamiento.
"Ella cuando llama a los servicios de prevención da cifras [de fiebre] más bajas" que las estipuladas para considerar a un individuo como un potencial infectado por ébola, aseveró Rodríguez, que no dudó en afirmar que “si ella no ha tenido fiebres altas y tiene la enfermedad, pues alguna razón habrá, o se ponía mal el termómetro o alguna cosa pasaba: eso no es normal". El posible motivo que apuntó el consejero es que el uso de medicamentos que reducen la fiebre ha podido influir en el hecho de que las temperaturas que ofrecía Romero fueran más bajas de 38,6 grados, la cifra a partir de la cual se empieza a sospechar de un posible caso de ébola. "Aquí cuando uno tiene un poco de fiebre se toma un Paracetamol, la fiebre le baja y no le da importancia", sostuvo