viernes, 10 de junio de 2011
CANCIÓN DEL PIRATA
|
LA POESÍA HOY:
Romance Sonámbulo
Federico García Lorca
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.
Federico García Lorca
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.
Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.
Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando
desde los puertos de Cabra.
Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿ No veis la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo.
Ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
¡Dejadme subir!, dejadme
hasta las altas barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando
desde los puertos de Cabra.
Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿ No veis la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo.
Ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
¡Dejadme subir!, dejadme
hasta las altas barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal,
herían la madrugada.
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal,
herían la madrugada.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está tu niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está tu niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!
Sobre el rostro del aljibe,
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.
EL RIÓ QUE DESEMBOCA A MENOR ALTURA.
El río cuya desembocadura está a menor altura en el mundo es el
RÍO JORDÁN
Tiene una longitud de 320 km, desde el monte Hermón en el AntiLíbano, pasando por otro lago llamado Mar de Galilea, hasta llegar al lago salado llamado Mar Muerto a 416,5 m bajo el nivel del Mediterráneo.
Atraviesa los estados de Líbano, Israel y Palestina.
Está intimamente unido a las tradiciones religiosas Judeo-Cristianas.
MODISMOS INTERPRETADOS
Desvestir un santo para vestir a otro. Muchas veces al presentarse una situación imprevista, debe de cambiarse el destino de recursos que ya estaban programados. |
Ejemplo: Después de las fuertes inundaciones, al gobierno no le quedó más recurso que desvestir un santo para vestir a otro, ya que lo que había pensado invertir en nuevos caminos tuvo que aportarlo para atender a los damnificados durante la emergencia. |
CADA DÍA UN REFRÁN HOY:
No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.
No es conveniente dejar para otro día lo que bien podemos empezar a hacer hoy. Para mañana no sabemos que nos depara el día.
Si tienes un deber entre manos, y tienes el tiempo y las condiciones para iniciarlo hoy mismo, energiza tu voluntad y manos a la obra.
CADA DÍA UN CUENTO HOY:
28-El Pastor Sabio
Había una vez un pastor cuya fama se había extendido a lo largo y ancho debido a las sabias respuestas que siempre tenía para todas las preguntas. El rey del país oyó acerca de su sabiduría, pero no lo creía, y mandó a que le llevaran al muchacho. Entonces le dijo:
-"Si tú puedes darme la respuesta a tres preguntas que te haré, yo te trataré como mi hijo, y habitarás conmigo en el palacio real."-
-"¿Y cuáles son esas tres preguntas?"- dijo el joven.
El rey respondió:
-"La primera es: ¿Cuántas gotas de agua hay en el océano?"-
El pastor contestó:
-"Su Alteza, si logra poner represas en todos los ríos, de modo que ni una sola gota de agua de ellos entre al mar hasta que yo haya terminado de contarlas, podré entonces decirle cuántas gotas hay en el océano."-
El rey dijo:
-"La siguiente pregunta es: ¿Cuántas estrellas hay en el cielo?"-
El muchacho dijo:
-"Denme una hoja grande de papel."-
Y enseguida, con una pluma, hizo tantísimos puntos finos que difícilmente podían distinguirse, y era realmente imposible el poder contarlos. Todo aquel que los miraba, los perdía de vista. Entonces dijo el pastor:
-"Hay tantas estrellas en el cielo como puntos en este papel. Simplemente cuéntenlos."-
Pero nadie logró hacerlo. El rey de nuevo dijo:
-"La tercera pregunta es: ¿Cuántos segundos de tiempo hay en la eternidad?"-
Entonces respondió el joven:
-"En la Baja Pomerania está la Montaña de Diamante, que tiene cuatro mil metros de alto, tres mil metros de ancho, y tres mil metros de largo, y cada cien años un pajarito viene y afila su pico en él, y cuando toda la montaña se haya desgastado por eso, entonces habrá pasado el primer segundo de la eternidad."-
El rey dijo:
-"Has contestado las tres preguntas como un hombre sabio, y habitarás con nosotros en mi palacio, y te trataré como mi propio hijo."-
Enseñanza:
La sabiduría se basa en la correcta observación.
CADA DIA UNA FABULA HOY:
28 - La zorra y la leona
No midas el valor de las cosas por su cantidad, sino por su virtud.
Reprochaba una zorra a una leona el hecho de que siempre sólo pariese a un pequeñuelo. Y le contestó la leona:
-- Sí, uno solo, tienes razón, ¡ pero un señor león !
HORÓSCOPO Y SANTO DE HOY:
|
| |||||||||
| |||||||||
|
Suscribirse a:
Entradas (Atom)