domingo, 5 de abril de 2015

Ciudadanos, llave en Madrid


  • El PP ganaría las elecciones pero dependería del partido de Rivera al perder 28 escaños

  • La izquierda no podría hacer un tripartito para gobernar y Podemos le pisa los talones al PSOE

  • GRÁFICO: Encuesta electoral. Comunidad y Ayuntamiento de Madrid

  • De celebrarse hoy las elecciones autonómicas, Ciudadanos tendría la llave de Gobierno de la Comunidad de Madrid, donde el PP volvería a ser el partido más votado pese a registrar un desplome histórico de 19 puntos y 28 diputados. Esta pírrica victoria de los populares convertiría al partido de Albert Rivera en una fuerza determinante en la Asamblea -también en el Ayuntamiento- a cinco meses de las generales, al conseguir el 16,6% de los votos y entre 22 y 23 diputados.
    Así se desprende de un estudio demoscópico realizado por Sigma Dos a partir de 1.200 entrevistas telefónicas registradas los días 25 y 26 de marzo. Según este sondeo, el PSOE continuaría siendo la segunda fuerza política de la Comunidad de Madrid pese a perder ocho escaños y 5,5 puntos, pero con Podemos pisándole los talones.
    De hecho, la lista que lidera el ex ministro Ángel Gabilondoconseguiría el 20,7% de los sufragios, mientras que la candidatura que encabeza -desde hace cuatro días- el fundador de Radio Enlace,José Manuel López, rebasaría el 19% de los votos y lograría entre 25 y 26 escaños. Parece evidente que la batalla de Madrid tendrá un marcado acento nacional, al contrario de lo que ha ocurrido en las andaluzas de marzo. Otra diferencia con las elecciones en Andalucía, según esta encuesta, es que Izquierda Unida aguantaría mejor en la Comunidad de Madrid pese a la fuga continuada de votos hacia Podemos: de hecho, mantendría entre ocho y nueve diputados, cuatro o cinco menos que en 2011.
    No deja de ser llamativa esta fortaleza relativa de IU, si tenemos en cuenta que Madrid es la cuna de Podemos, el escaso tirón del poetaLuis García Montero y la crisis abierta en esta federación.

    UPyD desaparece

    Quien de forma más clara acusaría el ascenso de Ciudadanos, en tanto que nuevo secundario principal del escenario político español sería -además del PP- el partido que dirige Rosa Díez. Según este estudio, los ocho diputados autonómicos de UPyD tendrían que hacer las maletas al no superar siquiera la barrera del 5% de los votos, porcentaje a partir del cual se obtiene representación en la Cámara.
    Aunque el PP sigue manteniendo una clara ventaja sobre el resto de formaciones, la pérdida de la mayoría absoluta después de dos décadas de hegemonía incontestable supondría un serio varapalo para Mariano Rajoy a la hora de afrontar las generales. Con estos resultados es imposible pensar en un tripartito de izquierdas, peroCristina Cifuentes y el PP estarían en manos de Ciudadanos, la candidatura que lidera Ignacio Aguado.
    De hecho, si la irrupción de Podemos fue la gran sorpresa de las elecciones europeas, la consolidación del partido de Rivera como fuerza clave parece la nota destacada de los próximos comicios en Madrid. A la hora de analizar las causas de la relevancia adquirida por un partido con seis años de vida, que no tiene casi estructura nacional, decididamente personalista y que parecía haber tocado techo en Cataluña, hay que apuntar no sólo a que es percibida como una marca nueva, sino también a la pésima gestión acometida por UPyD y el PP ante su crecimiento.
    Rosa Díez puso el foco nacional en Albert Rivera cuando fracasaron las negociaciones entre ambos. Pero el PP ha multiplicado este efecto al ignorar primero, atacar después y alabar ahora a la formación naranja. Del estudio de Sigma Dos se desprende que cada vez es más complicado ostentar el monopolio electoral de un bloque ideológico. Podemos y PSOE rivalizan por liderar la izquierda. Rivera, por su parte, se está consolidando como una opción alternativa al PP entre los votantes de centro derecha.

    La recuperación no cala entre los votantes

    Bruselas mantiene que la economía española crecerá este año un punto más que el año pasado (hasta el 2,4%), tendencia que se mantendría en 2016; el Banco de España ha elevado hasta el 2,8% su previsión de crecimiento para este ejercicio; y los analistas de Funcas también se han mostrado optimistas (aunque no tanto como el regulador) sobre la potencialidad del PIB español. Sin embargo, y a pesar de que la Comunidad de Madrid forma parte de las autonomías ricas, la mayoría de los madrileños no valora positivamente la situación. 
    Un 37,2% califica de «mala» y «muy mala» el estado en que se encuentra actualmente la Comunidad de Madrid, mientras que un 26,2% la considera «muy buena» y «buena». La percepción negativa es más acusada en las mujeres (40%) que en los hombres (33%). Por franjas de edad (sin distinción de sexos), el pesimismo es mayor en los madrileños de entre 45 y 64 años, mientras que el optimismo cunde entre los mayores de 65 años. 
    La dirección del PP está convencida de que acusan un problema de comunicación porque no han sabido trasladar a los ciudadanos los logros económicos. Según esta tesis, tendría, como mínimo, que convencer a ese 36% de madrileños que califica de «regular» la situación de que la Comunidad va bien. La candidata del PP a la Asamblea, Cristina Cifuentes, rehúsa el discurso del miedo frente al avance en los sondeos de Ciudadanos o ante la posibilidad (descartada en esta encuesta) de un posible tripartito de izquierdas.

PP y PSOE suben y Podemos se desinfla ante el auge de Ciudadanos


PP y PSOE suben y Podemos se desinfla ante el auge de Ciudadanos
En las elecciones generales de 2011, el PP obtuvo el 44,6% del voto válido a candidatura, mientras que el PSOE recibió el 28,8%. En los meses que siguieron a las elecciones generales de 2011, los dos principales partidos nacionales comenzaron a sufrir una importante erosión, al tiempo que crecían Izquierda Unida y UPyD, que el 20-N habían recibido el 6,9% y el 4,7%, respectivamente. El proceso continuó hasta la primavera de 2014 en la que estos dos partidos alcanzaron su máximo desde noviembre de 2011. El partido de Cayo Lara contaba con una expectativa del 12,1% y el de Rosa Díez, del 9.4%. Ningún otro partido había crecido de forma significativa. Ambos se convertían en alternativa al bipartidismo y recibían el voto del descontento.
Pero las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2014 sirvieron para el lanzamiento de un nuevo partido, Podemos, que volvió a redibujar el mapa político nacional, acentuando la caída del PP y PSOE y truncando la carrera alcista de IU y UPyD, que retrocedieron de modo importante a los niveles de 2011. Podemos creció en el segundo semestre de 2014 fundamentalmente con los votos del bipartidismo y de IU y UPYD.
Podemos registró su máximo electoral a los seis meses de su irrupción en las elecciones europeas, en diciembre de 2014, cuando alcanzó el 23,2% del voto válido. En aquel momento se situó a tan sólo 0,2 puntos del PSOE, mientras que los otrora alternativos IU y UPyD registraban una expectativa de voto inferior al de las elecciones generales de 2011.
Durante los últimos seis meses de 2014, Podemos estuvo subiendo en las encuestas sin solución de continuidad, pero sus conexiones directas con el régimen venezolano denunciadas por la Prensa quebraron la confianza de sus apoyos. La llegada de 2015 truncó las expectativas del partido de Pablo Iglesias, iniciando su declive. Nueve meses después de su debut en las elecciones europeas, Podemos se encuentra con una expectativa de voto del 14,1%, insuficiente a todas luces para sobrepasar al PSOE y para aplicar un programa radical que terminaría con el actual régimen democrático fundamentado en 1978.
En las elecciones al Parlamento de Andalucía del 22 de marzo también se constató el fracaso de Podemos, que con el 14,8% quedó muy por debajo de lo pronosticado por el CIS. Además, quedó bastante por debajo del resultado de la IU liderada por Julio Anguita en las elecciones autonómicas de 1994, donde Izquierda Unida obtuvo el 19,3% del voto.
Andalucía era la gran oportunidad de Podemos para sobrepasar al PSOE y autoproclamarse líder de la izquierda española. En esta región se daban las tres condiciones o circunstancias más idóneas para el crecimiento de Podemos: por un lado, la corrupción política, con los ERE y cursos de formación, que podrían ser los mayores casos de corrupción españoles. Por otro lado, la región registra la mayor tasa de paro de España y también supera la medida nacional de paro juvenil. En tercer lugar, cuenta con una población mayoritariamente residente en municipios de más de 20.000 habitantes.
Andalucía era, por lo tanto, el campo de batalla ideal para Podemos. Las urnas han demostrado que el PSOE sigue siendo el referente de la izquierda española y única alternativa al PP. Y ha sido precisamente Andalucía la que ha servido para el lanzamiento de Ciudadanos, el partido de Albert Rivera, que partiendo de la nada se ha convertido en el cuarto partido andaluz. En la encuesta de abril de NC Report para LA RAZÓN, el Partido de la Ciudadanía también es el cuarto partido en el ámbito nacional, con el 10,5% del voto válido. Cuando en febrero se hallaba en el 3,3% del voto. Su tendencia, a diferencia de Podemos, es alcista y en los próximos meses asistiremos a su evolución y todo indica que a corto plazo superará a Podemos y se convertirá en la tercera fuerza política nacional. De este modo, nos encontramos ante un escenario político muy diferente al de finales de 2014, en el que Podemos crecía sin techo, y también distinto al anterior a la aparición de Podemos, en el que IU y UPyD pugnaban como alternativas al bipartidismo.
En estas tres etapas, el denominador común ha sido el mantenimiento del bipartidismo, que ha aglutinado en todo momento un mínimo de dos tercios el Congreso de los Diputados, tanto en los meses previos al verano de 2014 con el auge de IU y UPyD, como en periodo de crecimiento de Podemos, de junio a diciembre de 2014 o en el momento actual, con la irrupción de Ciudadanos y su potencial de crecimiento aún por conocer.
Otro dato de relevancia es que el bipartidismo ha sido liderado ininterrumpidamente desde 2011 por el PP, que se ha mantenido en cabeza en todos los sondeos. En esta encuesta de abril también se confirma como primera fuerza política nacional. Asimismo el PSOE se ha mantenido, a lo largo de este mismo periodo, como segundo partido político.