El pasado miércoles conocimos el borrador de Presupuestos de la Comunidad de Madrid. Lo mas novedoso, desde un punto de vista de la opinión pública, son las medidas que afectan a la Sanidad, competencia de la Comunidad, que supone el 45% del gasto total anual de dichos presupuestos.
La Sanidad, junto a la Educación y las pensiones, conforman el llamado Estado del Bienestar y cualquier medida que afecte a cualquiera de ellas, abre debates encontrados. El Estado del Bienestar surge en los países escandinavos y tiene su exponente más claro y más seguido, en el modelo instaurado por la socialdemocracia sueca. Nosotros lo copiamos y lo llevamos a sus mas extremas consecuencias, amparados por las etapas de crecimiento que tuvo España desde su entrada en la Unión Europea y por los enormes ingresos obtenidos por el Estado y las Comunidades Autónomas durante los años de esplendor de la burbuja inmobiliaria.
Pero ese crecimiento y esos ingresos ya están olvidados y no van a volver en muchos años. Por tanto, llega el momento de hacernos una pregunta capital:
¿ Podemos seguir pagando el Estado del Bienestar con el Modelo actual? La respuesta es NO.
Y no porque lo diga yo, sino porque todos los países escandinavos y principalmente Suecia, que fue nuestro espejo, desde hace ya 20 años, han cambiado ese Modelo y han ido a otro con menos participación del Estado y más de la iniciativa privada y del individuo.
Como dice el profesor Mauricio Rojas en su libro ” Reinventando el Estado del Bienestar “, se trata de cambiar un Estado Benefactor, que impone decisiones colectivas y que es el productor de todos los servicios educativos, sanitarios etc…, a un Estado Posibilitador, cuyo cometido es poner a disposición del individuo estos servicios, producidos por él o por la iniciativa privada, y luego el individuo elige qué servicio quiere utilizar.
Se trata, por tanto, que el Estado ponga a disposición de los ciudadanos colegios, centros de salud, hospitales, etc… Y que el ciudadano tenga la opción personal de decidir a donde quiere ir para recibir esos servicios, que siempre serán gratuitos, los preste el Estado o una entidad educativa o sanitaria privada.
La competencia entre la iniciativa pública y la privada abarata costes para el Estado y fomenta la mejora de la calidad de los servicios a prestar. El Estado paga a los centros privados en virtud del número de ciudadanos a los que atiende y los servicios que presta.
Esto es lo que entiendo pretende la Comunidad de Madrid al privatizar la gestión de los servicios asistenciales de 6 hospitales y del 10% de los Centros de Salud anunciada como medida dentro del Presupuestos para 2013.
Esto se hizo en Suecia hace 20 años. Se abrió a la iniciativa privada la posibilidad de prestar servicios asistenciales y así nació la Empresa Capio, multinacional que gestiona la Fundación Jiménez Díaz y el,Hospital de Valdemoro, en Madrid y otros muchos Hospitales y Centros Sanitarios en multitud de países.
Según un reciente estudio avalado por el Consejo General de Médicos, la asistencia sanitaria, repito, la asistencia sanitaria ( Consulta Atención Primaria, Atención ambulatoria, Urgencias, ingreso hospitalario, etc….) sólo es gratuita en España, Reino Unido y Dinamarca. En el resto de países hay copago o incluso pago total, con algunas excepciones para determinados colectivos.
Otra cosa es la asistencia farmacéutica. En ningún país está tan subvencionado como en España el gasto en medicamentos. Y todos sabemos que cuando las cosas son gratis, se hace un uso desmedido de las mismas. Lo hemos comprobado con el cambio que ha hecho el Gobierno respecto de la gratuidad de los medicamentos para los pensionistas. Quitar el gratis total ha descubierto mas de 500.000 tarjetas sanitarias fraudulentas y ha supuesto importantes ahorros en el gasto farmacéutico en los primeros meses de su implantación.
En esta misma línea de control y reducción del gasto farmacéutico va la medida de implantar el pago de 1 euro por receta. La medida en sí es válida para el objetivo que persigue, si bien habría que concretar bien las excepciones.
En definitiva, las 2 medidas tomadas en los Presupuestos Generales de Madrid para 2.013, en el ámbito sanitario, inciden, por un lado, en recortar los gastos farmacéuticos desmesurados y por otro lado, en cambiar el modelo de prestación de servicios sanitarios cara al futuro.
Y no deben ser las últimas. Para seguir prestando un servicio de calidad y poder asumir el coste de ese servicio sin subir los impuestos, es necesario cambiar el papel del Sector Publico, incluir la competencia del Sector Privado en la gestión de Colegios, Hospitales, etc.. y fomentar hasta sus últimas consecuencias la libertad de los ciudadanos para decidir la educación y sanidad que quieren para ellos y sus familias.
Esto lo ha entendido perfectamente los partidos de izquierda europeos que han apoyado estas reformas. Queda mucho tiempo y labor didáctica para conseguir que esto lo entienda la izquierda y los sindicatos en España, y mucho mas todavía la izquierda de Madrid. Pero no cejaremos en el empeño.
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