Los trabajadores autónomos con rentas de hasta 12.000 euros podrán beneficiarse de menores retenciones fiscales en el IRPF a partir del próximo mes de julio, en lo que será el primer paso de la reforma fiscal que entrará en vigor el 1 de enero de 2015.
Así lo ha adelantado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que ha cifrado el coste bruto de la reforma en unos 9.000 millones de euros en los próximos dos años, lo que no implica "de ningún modo" que se vaya a reducir el gasto público en la misma medida.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dio ayer algunos detalles del proyecto -que fue criticado con contundencia por la oposición-, entre los que quiso destacar la bajada de retenciones a los trabajadores autónomos.
En este sentido, Montoro ha concretado en declaraciones a Efe que la intención del Gobierno es reducir las retenciones de aquellos trabajadores autónomos con rentas de hasta 12.000 euros "y hacerlo pronto", a comienzos de julio, que es cuando se podrán practicar ya esas reducciones alos que tienen menos facturación.
Asimismo, y con el objeto de facilitar la actividad de los emprendedores, el Gobierno quiere reducir otras retenciones al colectivo de trabajadores autónomos, a aquellos que actúan como administradores de sociedades, algo que "se puede y se debe hacer".
Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, valoró positivamente el anuncio de Montoro y precisó que en España hay alrededor de 550.000 trabajadores por cuenta propia con ingresos inferiores a esa cantidady que se podrían beneficiar de esa rebaja. Se trata de profesionales del sector de los seguros, comerciales, periodistas y otros, que tributan en estimación directa, ha añadido.
ATA calcula que la rebaja situaría la retención entre el 15% y el 16%, desde el 21% actual, con lo que desde el 1 de julio -cuando entrará en vigor la medida- y finales de año, cada afectado dispondrá de entre 250 y 300 euros más. La organización aplaude la medida, una reclamación histórica de este colectivo que durante años ha criticado con dureza que se gravara igual al que gana 1.000 euros mensuales y al que obtiene 6.000.
Rajoy, el sábado, explicando algunos puntos de la reforma fiscal del Gobierno.
No afectará al déficit público
La rebaja fiscal a la que se ha comprometido el Gobierno, ha querido destacar Montoro, es perfectamente compatible con los objetivos de déficit público establecidos por la Unión Europea, por dos razones.
En primer lugar, ha explicado, este ejercicio ya se ha incrementado la recaudación más de lo que lo ha hecho la actividad económica, y eso implica que a partir del año que viene ya se pueden bajar los impuestos, con la seguridad que da constatar que en 2014 la recaudación tributaria está creciendo por encima del 5%.
Además, todas las previsiones económicas indican que el año que viene España tendrá más crecimiento económico. En concreto, las del Gobierno lo sitúan en el 1,8% pero esta estimación "es moderada" en comparación con la "cada vez más mayoritaria opinión" de que el crecimiento será mayor.
Cuanto mayor sea la actividad económica, ha dicho el ministro, más se facilita el pago de impuestos y más aumenta la recaudación tributaria y la creación de empleo.
Rebajas fiscales
El anteproyecto de ley presentado el viernes por el Gobierno incluye unarebaja media en el IRPF del 12,5% a partir de enero de 2015: los tipos de la tarifa -que pasa de siete tramos a cinco- se rebajarán hasta un mínimo del 20% (actualmente el 24,75%) y un máximo del 47% (ahora el 52%), con tipos intermedios del 25%, del 31% y del 39%.
Para 2016, el tipo mínimo caerá hasta el 19 % y el máximo al 45%, con gravámenes intermedios del 24%, del 30% y del 37% en función de la base imponible.
Por lo que respecta al impulso a la actividad económica, Montoro ha recordado que la reforma fiscal propiciará un aumento del PIB de medio punto en 2015 y 2016, lo que equivale a alrededor de 5.500 millones de euros.
El anteproyecto de ley, que ahora será sometido a consulta, prevé ayudas de 1.200 euros anuales para familias con ascendientes o descendientes con discapacidad y para familias numerosas.
Asimismo, se modifica el tipo general del impuesto de sociedades, que desde el 1 de enero de 2015 será del 28%, y a partir de 2016, del 25%, con lo que se igualará el gravamen para todas las empresas, sean grandes o pymes.
Los objetivos de esta reforma, resumió ayer el presidente del Gobierno, son impulsar la creación de empleo, reducir la fiscalidad de las rentas del trabajo, aumentar la competitividad de la economía, favorecer el ahorro y un sistema tributario más equitativo, ofrecer beneficios sociales para las familias y poner en marcha nuevas medidas contra el fraude.
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