martes, 11 de febrero de 2014
HOY, FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE LOURDES: HISTORIA DE LA APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
Queridos amigos, hoy celebramos la Memoria de Nuestra Señora de Lourdes. El 11 de febrero de 1858, en la villa francesa de Lourdes, a orilla del río Gave, la Virgen María se apareció a una joven de 14 años, Bernadette Soubirous.
La historia de la aparición empieza cuando Bernadette salió, junto a dos amigas, en busca de leña a la Roca de Masabielle. Para ello, tenía que atravesar un pequeño río, pero como Bernadette sufría de asma, no podía meter los pies en agua fría. Por eso ella se quedó a un lado del río, mientras las dos compañeras iban a buscar la leña.
Bernadette narró así el encuentro con la Virgen: "Sentí como un fuerte viento que me obligó a levantar la cabeza. Volví a mirar y vi que las ramas que rodeaban la gruta de la roca de Masabielle se estaban moviendo. En ese momento apareció en la gruta una bellísima Señora, tan hermosa, que cuando se le ha visto una vez, uno querría morirse con tal de lograr volver a verla".
"Ella venía toda vestida de blanco, con un cinturón azul, un rosario entre sus dedos y una rosa dorada en cada pie. Me saludó inclinando la cabeza. Yo, creyendo que estaba soñando, me restregué los ojos; pero levantando la vista vi de nuevo a la hermosa Señora que me sonreía y me hacía señas de que me acercara. Pero yo no me atrevía. No es que tuviera miedo, porque cuando uno tiene miedo huye, y yo me hubiera quedado allí mirándola toda la vida.
Entonces se me ocurrió rezar y saqué el rosario. Me arrodillé. Vi que la Señora se santiguaba al mismo tiempo que yo lo hacía. Mientras iba pasando las cuentas, Ella escuchaba las Avemarías sin decir nada, pero pasando también por sus manos las cuentas del rosario. Y cuando yo decía el Gloria al Padre, Ella lo decía también, inclinando un poco la cabeza. Terminando el rosario, me sonrió otra vez y retrocediendo hacia las sombras de la gruta, desapareció".
A los pocos día, la Virgen vuelve a aparecer ante Bernadette en la misma gruta. El 18 de febrero, Bernadette regresó acompañada por varias personas que deseaban comprobar si era cierto lo que la joven contaba sobre las apariciones. Al llegar, todos los presentes comenzaron a rezar el rosario; es en ese momento que Nuestra Madre se aparece por tercera vez. Bernadette narra así esta aparición: "Cuando estábamos rezando el tercer misterio, la misma Señora vestida de blanco se hizo presente como la vez anterior. Yo exclamé: 'Ahí está'. Pero los demás no la veían. Entonces una vecina me acercó el agua bendita y yo lancé unas gotas de dicha agua hacia la visión. La Señora se sonrió e hizo la señal de la cruz. Yo le dije: 'Si vienes de parte de Dios, acércate'. Ella dio un paso hacia delante".
Luego, la Virgen le dijo a Bernadette: "Ven aquí durante quince días seguidos". La niña le prometió hacerlo y la Señora le aseguró: "Yo te prometo que serás muy feliz, no en este mundo, sino en el otro".
En la cuarta aparición, el domingo 21 de febrero, la Santísima Virgen lanzando una mirada de tristeza hacia la multitud, dijo a la niña vidente: "Es necesario rezar por los pecadores".
Luego, el 25 de febrero, la Santa Madre le dijo: "Vete a tomar agua de la fuente", la niña creyó que le pedía que vaya a tomar agua del río Gave, pero la Madre le señaló que escarbara en el suelo. Bernadette empezó a escarbar y la tierra se abrió y comenzó a brotar agua. Desde entonces aquel manantial ha manado agua sin cesar, un agua con la que se han conseguido curaciones milagrosas de enfermos.
Más adelante, el 2 de marzo la Virgen le dice a Bernardita que les diga a los sacerdotes que Ella desea que construyan allí un templo y que vayan en procesión. De esta manera, Lourdes se convirtió en uno de los lugares de peregrinación más importantes del mundo.
El 25 de marzo, al verla más amable que nunca, Bernadette le pregunta varias veces: “Señora, ¿quiere decirme su nombre?” La Virgen sonríe y al fin, ante la continua insistencia de la niña, eleva sus manos y sus ojos hacia el cielo y exclama: "Yo soy la Inmaculada Concepción".
Finalmente, el 6 de Julio, fiesta de la Virgen del Carmen, Nuestra Señora se apareció más hermosa y más sonriente que nunca e inclinado la cabeza en señal de despedida, desapareció. Ya nunca más la volvió a ver Bernadette en esta tierra. Hasta esa fecha la Virgen se apareció a Bernardita 18 veces, desde el 11 de febrero.
En 1876, se edificó allí la actual Basílica, uno de los lugares de peregrinación del mundo Católico. Bernadette fue canonizada por el Papa Pío XI el 8 de diciembre de 1933.
Oración a la Virgen de Lourdes:
Santísima Virgen de Lourdes, que a ninguno desamparas ni desechas, mírame con ojos de piedad y alcánzame de tu Hijo perdón de mis pecados para que con devoto afecto celebre tu santa e inmaculada Concepción, en tu milagrosa imagen de Lourdes y reciba después el galardón de la bienaventuranza de manos del mismo de quien eres Madre. Amén.
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