viernes, 9 de agosto de 2013

Este es el hombre que ha sacrificado casi toda su vida por tener... un bigote de 76 cm


Se llama Malik Amir Mohammad Khan Afridi, pakistaní, de 48 años y... un bigote de 76 cm. Sin embargo, este hombre de negocios de Peshawar (cerca de la frontera con Afganistán) ha sacrificado mucho más que la media hora que cada día dedica a acicalar su bigote. En los últimos año, Afridi ha sido raptado, amenazado de muerte y obligado a vivir lejos de sufamilia. Todo por su largo mostacho.
“La gente me respeta. Es mi identidad”, explica el pakistaní para explicar la razón que le lleva a sacrificar tanto por un bigote. Durante siglos, tener un exuberante bigote en el subcontinente indio ha sido sinónimo de virilidad y autoridad. Pero es una concepción que no comparten los taliban, que tienen la idea de que un bigote, si tiene que existir, debe ser muy corto.
Lo primero fueron intentos de sobornos. En 2009, un grupo de radicales le pedía 500 dólares al mes para 'protegerle', pero cuándo Afridi se negó le capturaron y le encerraron durante un mes. No le soltaron hasta que no se afeitó: “Tenía miedo a que me mataran, por eso sacrifiqué mi bigote”, explica Afridi como recoge The Telegraph. Pasado un tiempo, el pakistaní se dejó crecer bigote de nuevo, y en 2012 las llamadas a su casa -amenzándole de muerte- también volvieron.
El empresario de Peshawar decidió mudarse a Faisalabad, una ciudad más pequeña y a 400 km de su familia. “Sigo teniendo miedo”,reconoce. “Estoy en Peshawar para pasar el Ramadan con mi familia, pero la mayor parte del tiempo estoy metido en casa y diciendo a la gente que quiere verme que estoy en Faisalaba”.
Ahora, Afridi visita a su mujer e hijo (de 10 años) una o dos veces al mes. Cuando su familia le anima a cortarse el bigote “les digo que puedo dejar a mi familia, puedo dejar Pakistán, pero nunca podré volver a afeitarme el bigote”. Y es que se nota que el vecino pakistaní ama a su bigote.
Secador de pelo, jabón, champú, un aceite especial alemán comprado enDubai, un espejo, aceite de coco casero, toallas y un peine. Ese es el historia que Afridi utiliza para mantener su bigote firme e impecable.Además, reconoce que se gasta unos 150 dólares al mes en mantenerlo perfectamente. Un lujo que no está al alcance de todo el mundo.
Afridi lleva años pidiendo asilo político para él y su familia en EEUU,CanadáEuropa o Dubai. Pero no parece tener mucha suerte. También ha intentado conseguir una visa para ser representante pakistaní en alguna competición de bigotes, pero la competencia es alta. Con 4,29 metros, un vecino indio tiene el récord Guiness del bigote más largo del mundo, una meta más que impresionante para Afridi.
“No fumo, no bebo. Esta es la única elección en mi vida. Incluso sacrificaría la comida, pero no mi bigote. Es mi vida, no es que sea parte de mi vida, es mi vida”.

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