Según la Concejalía de Seguridad Ciudadana, cerca de la medianoche esta llamada de alerta movilizó a los efectivos del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios, SPEIS, y agentes de la Policía Local, que se personaron inmediatamente en el lugar de los hechos.
Tras localizar el origen de los sonidos, constataron que no se trataba de maullidos, sino de lloros o gemidos de un neonato, que fue rescatado. El bebé se encontraba en el interior de una bolsa de plástico con una abertura para permitirle respirar.
El recién nacido fue atendido por una unidad del SAMU en el lugar de los hechos y los facultativos comprobaron que el neonato presentaba buen estado y podría tener apenas 30 horas de vida.
Hace pocas semanas un hecho similar llamaba la atención de medio mucho y ocurría en China, donde otro recién nacido fue rescatado de una tubería.
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