¿Convenció en la calle el discurso de Mariano Rajoy sobre los sobresueldos?

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró en su discurso de este sábado que jamás había cobrado ni repartido dinero negro, como publicó El País el pasado jueves. Un día después de sus palabras la gente no habla de otra cosa en la calle: la crisis del PP está en boca de los ciudadanos.

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La credibilidad de Rajoy y la confianza en el presidente y su partido está más dañada que nunca. Dos sondeos publicados este domingo por El País y El Periódico de Cataluña apuntan que el Partido Popular perdería más de cincuenta escaños.

La gente coincide en que Rajoy debe dar explicaciones y su intervención del sábado no es suficiente. "Es lamentable. Con decir 'yo no he robado' no es suficiente, hay que sacar más pruebas".

Las explicaciones del presidente no han bastado para convencer a muchos, en especial su promesa de hacer públicas sus declaraciones de la renta y de patrimonio. "Si ha cobrado dinero en B en la declaración de la renta evidentemente no estará", apunta una mujer.

Y es que no son pocos los que dudan de sus palabras y sobre todo de sus actos: "Si de verdad no tiene nada que ocultar este señor tiene que poner una querella".

Discurso sin preguntas

Si tiene algo que ocultar o no es el argumento que discuten muchos ciudadanos, y uno de los puntos más criticados de la intervención de Rajoy es el hecho de que no aceptase preguntas de la prensa. "Yo creo que no quiere contestar a las preguntas por lo que ha hecho siempre, se ha ido escabullendo de las cosas", dice una mujer. Otros creen que debería haber hecho "una presentación pública para dar explicaciones directamente al pueblo que lo ha elegido".

Pero los ciudadanos no se olvidan de que Rajoy y el Partido Popular no son los únicos que han estado en el punto de mira últimamente por casos de corrupción. "El pueblo merece una explicación de muchas cosas, no solamente de Rajoy", recuerda una señora.

Lo que parece claro escuchando las palabras de los ciudadanos es que el presidente del Gobierno se encuentra ante una situación complicada y le va a costar recuperar la confianza. "Va a tener difícil demostrar su inocencia. Debe procurar que los que le ayudan sean honestos y trabajen para el país, porque los del país hemos trabajado para ellos, y ahora es lógico que nos devuelvan la tranquilidad, el bienestar y, como mínimo, la decencia de ser españoles, porque ahora casi nos tenemos que avergonzar".