Hace 10 horas Caracas.
Tras muchos días de rumores, medias verdades, declaraciones contradictorias y desmentidos, llegó la confirmación oficial de lo que era un secreto a voces: la gravedad del estado de salud de Chávez. El ministro de Comunicación venezolano, Ernesto Villegas, fue el encargado de transmitir a los venezolanos el parte médico del mandatario. Textualmente aseguró que «el comandante Chávez ha enfrentado complicaciones como consecuencia de una severa infección pulmonar. Esta infección ha derivado en una insuficiencia respiratoria que requiere del comandante Chávez un estricto cumplimiento del tratamiento médico». Con este escueto mensaje pretende el régimen chavista acabar con las informaciones que se han ido filtrando en torno al verdadero estado de salud del mandatario. El secretismo que ha rodeado los detalles de su enfermedad, desde que se conociera en junio de 2011, ha dado pie a todo tipo de teorías sobre el fin de una era, pero ha sido en esta cuarta operación, la más grave de todas, cuando la posibilidad de la muerte de Chávez ha despertado todas las alarmas del chavismo, de Venezuela y de todo el mundo. Con estas declaraciones, el ministro de Comunicación venezolano ha querido frenar las críticas que tanto desde la oposición como desde el exterior llegaban hasta Caracas y que apuntaban a la opacidad con la que el chavismo estaba llevando los datos sobre la operación en La Habana. Villegas, al igual que ya han hecho otros miembros del Ejecutivo venezolano, ha condenado lo que considera una «guerra psicológica» que pretende desgastar y desestabilizar a Venezuela y acabar con la revolución. El ministro chavista ha arremetido contra todos aquellos que han ido relatando el estado de salud del mandatario, pese a que él mismo, con su comunicado, estaba confirmando a quienes han ido alertando durante los últimos días del importante deterioro de Chávez. La declaración de Villegas fue realizada justo después del optimista anuncio del vicepresidente Nicolás Maduro durante un acto en una empresa nacionalizada en Venezuela, a donde regresó este jueves después de pasar varios días en La Habana junto a Chávez: «Más temprano que tarde vamos a ver a ese comandante Hugo Chávez aquí, en su patria, aquí con nosotros y nosotros le entregaremos parte de la situación de nuestra patria». La contradicción entre los mensajes lanzados por los ministros chavistas deja la duda de si se trata de una táctica para que la confusión siga en Venezuela o si los comunicados opuestos dejan entrever que las informaciones son confusas, paradójicas y contradictorias. No se explica que primero Maduro hable de la vuelta a casa del comandante y luego, uno de lo ministros salga a decir que los rumorólogos llevan semanas publicando que Chávez está grave, para después reconocer que padece una grave insuficiencia respiratoria. Pese a que el comunicado sobre la salud del mandatario fue leído en teoría a petición del vicepresidente, el contenido contradictorio deja entrever que quizá hay dos frentes informando de forma paralela. Por lo que se plantea la duda de quién está controlando Venezuela en este momento y se refuerzan las teorías que apuntan a un choque de intereses dentro del chavismo y a dos facciones enfrentadas por hacerse con el poder. Además, y al margen de esta escenificación de las contradicciones chavistas, lo que sí pone de manifiesto esta complicación son las escasas posibilidades de que Chávez se encuentre en condiciones óptimas para viajar hasta Caracas y poder tomar posesión como presidente el próximo 10 de enero.
Mientras el chavismo trata de aparentar normalidad en Venezuela, la familia de Chávez se traslada a La Habana. Según pudo saber LA RAZÓN de fuentes del propio hospital, Adán Chávez y las hijas del presidente deben decidir si se desconecta al mandatario o se le mantiene con la respiración asistida durante más tiempo. Una compleja situación que mantiene en vilo al país y que ha llevado a la oposición a exigir que se forme una comisión imparcial y se le permita ir a La Habana para conocer de primera mano el estado real de Chávez.
Conectado siempre a una fuente de oxígeno
- La insuficiencia respiratoria requiere siempre un tratamiento urgente. Consiste en sustituir la función respiratoria insuficiente y, simultáneamente, tratar la causa, si es posible administrando, por ejemplo, antibióticos en caso de un trastorno infeccioso.
- Asistencia ventilatoria. En caso de insuficiencia respiratoria aguda rebelde a la oxigenoterapia, el tratamiento consiste en proporcionar asistencia ventilatoria.
-Una vez tratada la fase aguda, el pronóstico de la enfermedad depende del estado general de las vías respiratorias. La insuficiencia respiratoria crónica evoluciona lentamente. - Normalmente, el pronóstico empeora cuando el paciente pasa a ser dependiente de la administración de oxígeno o del uso del respirador.
-Es muy común que estos pacientes deban estar conectados constantemente a una fuente de oxígeno, que puede ser una bombona fija en su casa o bien una bombona portátil, que les permita desplazarse.
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