Beatriz Arceredillo, alcaldesa socialista de Parla desde el viernes crítica con la gestión de sus predecesores, Tomás Gómez y José María Fraile, hará una auditoría de las cuentas de la ciudad
Beatriz Arceredillo (Madrid, 1974) gobierna Parla desde el pasado viernes. Socialista como su sucesor, José María Fraile, imputado en la Operación Púnica, asumió el cargo sin el apoyo de Tomás Gómez,el secretario general del PSM y regidor de la ciudad de 125.000 habitantes en los años dorados del boom inmobiliario y la bonanza económica. Pese a las zancadillas en su propio partido, Arceredillo, muy crítica con la gestión de sus predecesores, respiró hondo y se convirtió en la primera alcaldesa de la ciudad. Ahora la que manda es ella.
Pregunta. Se ha plantado contra el aparato.
Respuesta. Esa es una lectura, lo que yo entiendo es que me he plantado a favor de los ciudadanos. Mi intención es posicionarme siempre de su lado.
P. Diputados regionales intentaron convencerla para que renunciara en favor del concejal que prefería el secretario general del PSM, Tomás Gómez, retrasando incluso el desarrollo del pleno durante un cuarto de hora. ¿Qué imagen cree que dio el PSM?
R. Vivimos en un momento donde es muy importante ser resolutivo y ágil, sobre todo a la hora de tomar decisiones. Es responsabilidad de los partidos políticos interiorizar esas circunstancias y dejarse de estructuras encorsetadas que no llevan a ningún lado.
P. ¿Ha hablado con Tomás Gómez?
R. No he tenido la ocasión de hablar con él ni ahora ni cuando me expulsaron del Gobierno municipal cuando hace tres años fui la única concejala del PSOE que votó en contra del despido de más de 60 trabajadores municipales, que luego la justicia obligó a reincorporar. Como secretario general, me hubiera gustado que por lo menos se hubiese dirigido a mí puesto que ahora soy la regidora de la ciudad donde entre 1999 y 2008 él fue el alcalde.
P. ¿Cree que le pueden abrir un expediente a usted y a los otros seis concejales del PSOE, de los 11 que había, que votaron a favor suyo?
R. A los socialistas nos unen siempre más cosas de las que nos separan. Estoy segura de que llegaremos a un entendimiento. Respecto a mis compañeros, simplemente creo que hicieron lo que tenían que hacer. Apoyar a la candidata del Partido Socialista.
P. Cuatro concejales de su propio partido se abstuvieron en vez de votar a favor de su nombramiento.
R. Acepto su posición, pero no comparto que la disciplina se ejerza solamente de arriba abajo. El respeto debe ser mutuo. Entre todos los compañeros.
P. Ahora le toca componer un equipo de Gobierno, ¿se fía de sus compañeros?
R. Creo en la capacidad de adaptación de las personas y voy a respetar la voluntad de todos aquellos que quieran participar. Pero también voy a ser consecuente con las actuaciones conocidas. Solamente quiero que haya personas libres e independientes que trabajen por el bien de la ciudad. Sin pensar en obligaciones partidistas con obligaciones a futuro.
P. El PSM le envió una carta, firmada por la secretaria de Organización, Maru Menéndez, y por el secretario de Política Municipal, Eusebio González Jabonero, instándole a renunciar en favor del que será el candidato municipal en mayo de 2015, Pablo Sánchez Pastor.
R. La carta llegó casi a la una de la tarde, cuatro horas antes del inicio del pleno en que se iba a elegir quién sucedería al anterior alcalde. Para mí no llegó ni en tiempo ni en forma. No cumplía el procedimiento que recogen los estatutos. Además, no me pareció correcto teniendo en cuenta que llevábamos sin alcalde formalmente desde finales de octubre. Tras recibirla, respondí formalmente al órgano competente, que es el PSOE y no el PSM. Lo hice obviamente con muy poco tiempo, minutos antes de que comenzara el pleno.
P. ¿Desde el viernes ha recibido alguna notificación al respecto por parte del PSOE?
R. No. Ninguna. Me siento totalmente tranquila y asentada en el cargo.
P. María José López Bandera, que en teoría iba a ser la nueva alcaldesa, renunció al recibir una carta similar. Argumentó su decisión en que cumplía órdenes y era una mujer de partido. ¿Usted no lo es?
R. Yo soy una mujer de partido, del Partido Socialista, y el Partido Socialista es un partido democrático donde la militancia expresa libremente su voluntad y su posición política ajustándose siempre a los estatutos que nos rigen. En ningún momento he ido en contra ni de los estatutos ni del partido.
P. Parla tiene 343 millones de déficit y una nula liquidez y solvencia, según los informes de intervención. ¿A qué le va a dar tiempo en seis meses?
R. En primer lugar, a realizar una auditoría para conocer realmente la situación de las cuentas municipales. Hay que identificar los gastos innecesarios y eliminarlos para reforzar los servicios imprescindibles para la ciudadanía. Habrá que valorar de qué podemos prescindir: la prioridad es mantener los servicios sociales ante la tremenda situación de necesidad social que hay, agravada por el desempleo.
P. No va a tener mucho margen de maniobra, aunque no tiene nada que perder. Ya sabe que no va a ser la candidata socialista.
R. Por eso mismo es muy importante revisar los contratos realizados por el Ayuntamiento es muy importante. Y ver qué partidas presupuestarias, teniendo en cuenta que estamos trabajando con unos presupuestos prorrogados desde 2010, son viables. Las que no lo sean habrá que eliminarlas.
P. Cuando habla de revisar los contratos, ¿incluye el firmado por 15 años y 54,7 millones de euros con Cofely?
R. Sí, por supuesto. Es por el primero por el que vamos a empezar. Caiga quien caiga. El objetivo de una empresa es el beneficio económico. Cuando una empresa te ofrece un ahorro por el mismo dinero es porque siempre hay algo detrás. Me consta que en algunos edificios públicos se ha llegado a un control excesivo del gasto en calefacción, poniendo una especie de termostatos que impiden el flujo mayor de calor o incluso regulándolos para que se apagasen en horas concretas. Eso al final supone un ahorro para la empresa pese a que las condiciones de climatización no eran óptimas en todo momento.
P. Hablar de Cofely es hablar de la Operación Púnica, por la que ha sido imputado el anterior alcalde, en libertad tras haber pagado una fianza de 60.000 euros.
R. La forma en que se ha visto salpicada la política por este presunto caso de corrupción es muy triste. Se supone que la política debe ser un instrumento para cambiar y mejorar la sociedad, no para enriquecerse. Todo aquello que dañe la imagen de los políticos y de su labor social es un problema para el conjunto de los ciudadanos. La falta de confianza en las instituciones como en las personas que representan a los ciudadanos al final derivan en un mayor conflicto social.
P. ¿Hay algo de la gestión de Parla que le resulte especialmente escandaloso?
R. Lo más importante ahora mismo es revisar los contratos, y sobre todo vigilar que la gestión de los servicios adjudicados a empresas sean los mejores y se ajusten escrupulosamente al contrato firmado.
P. ¿Le preocupa que la deuda de 73 millones del Ayuntamiento con la empresa del tranvía, el proyecto estrella de Gómez y Fraile, dependa de un fondo de inversión de Luxemburgo?
R. Me inquieta que se haya hecho un mal uso de los recursos públicos. Una decisión equivocada en tiempos de bonanza no me preocupa tanto como que posteriormente se haya hecho un mal uso de unos recursos que son de todos. Me gustaría conocer, y lo voy a hacer, en qué términos esa deuda ha acabado en un fondo de inversión.
P. ¿Va a recortar los cargos de confianza? La oposición calcula que podría ahorrar un millón de euros al año.
R. La prioridad es reducir al máximo todos los gastos salvo los imprescindibles y relacionados con los servicios sociales. Voy a organizar mi equipo de acuerdo a las necesidades de la ciudad. Desconozco las cifras en cuanto al gasto municipal, pero desde luego no se va a contratar a ninguna persona que sea prescindible.
P. Hay casos llamativos como el de un amigo de la infancia de Tomás Gómez al que llevó en las últimas listas autonómicas y que incluso se disfrazó de pulpo en esa campaña electoral cobra más de 60.000 euros al año como coordinador de mantenimiento urbano. Y el chófer de Fraile percibe más de 64.000 euros anuales, en buena parte también gracias a varios complementos.
R. La política en materia de personal no se va a reducir a casos concretos. Hay que analizar caso por caso todos los salarios y ajustar la plantilla, estableciendo unos criterios objetivos en materia salarial. Hay que aplicarlo de manera general y objetiva. Todo lo que se pueda eliminar, porque así lo permita la ley, será reducido.
P. ¿Va a renunciar al coche oficial?
R. Claro, yo no necesito ni chófer ni coche oficial. Ahora bien, tengo que analizar las condiciones de ese vehículo, que creo que es de rentingpero desconozco los términos en que ha sido adquirido. Lo que está muy claro es que voy a buscar la opción más rentable para las arcas municipales. Y el chófer es personal laboral. Hay que ver en qué condiciones está. Mi objetivo no es destruir empleo, pero sí ser justa. Si algo tengo claro es que seré implacable.
P. La oposición, que le ha recibido muy bien, le exige contundencia, luz y taquígrafos.
R. Cuento con la ilusión de mucha gente que demandaba lo mejor para esta ciudad, espero estar a la altura. Parla va a ser un ejemplo de transparencia, pero no porque lo diga la oposición, sino porque es necesario y porque así lo demanda la ciudadanía.
P. ¿Está abierta a pactos con el PP?
R. Yo lo que quiero es que todos los partidos unamos fuerzas y demos lo mejor de nosotros mismos por el bien de Parla y sus ciudadanos. Prefiero no centrarme en una fuerza política en concreto, aunque es cierto que el PP tiene en Parla el mismo número de representantes públicos que el PSOE. Dicho esto, no creo en los pactos entre partidos. Creo en los pactos entre personas. Espero que haya un diálogo fluido con todos los partidos, pero no porque yo lo quiera. Es que la situación lo exige. La situación de Parla es bastante complicada como para que los partidos estén por encima de las necesidades de los ciudadanos.
P. Usted entró en el Ayuntamiento en 2011. Al contrario que los otros aspirantes a suceder a Fraile como alcalde, su historial está limpio. No tiene mancha alguna por la gestión de proyectos anteriores, algunos muy polémicos.
R. Tengo experiencia municipal, pero no he participado en ninguna decisión de envergadura dentro del Ayuntamiento. Y por fechas tampoco tengo una experiencia previa de Gobierno en Parla. Mi estancia en la Junta de Gobierno se limitó a apenas tres meses, con lo cual no participé en las grandes decisiones que se tomaron.
P. Fraile le retiró el cargo de concejala de Formación y Empleo y la expulsó del equipo de Gobierno tras ser la única edil socialista que votó en contra del despido de 66 trabajadores en octubre de 2011. Luego la justicia obligó a reincorporarles.
R. Mi postura siempre fue muy clara: defendí los derechos de los trabajadores. Es necesario que las leyes y quienes realizamos la función pública les protejamos y garanticemos sus condiciones laborales… Y por tomar esa decisión se me apartó. El anterior alcalde decidió que dejara de formar parte de la Junta de Gobierno. Pero eso no significa que yo perdiera la condición de cargo electo o de concejala. Sigo siendo representante de los habitantes de Parla.
P. Sus compañeros la han hecho el vacío desde entonces. ¿Cómo ha pasado los tres últimos años?
R. Siempre he sido consciente de que el cargo de concejala, y ahora de alcaldesa, era muy puntual, pero la verdad es que la reacción de mis colegas del Gobierno me sorprendió… Habrá gente que entienda que la política funciona así, yo soy partidaria de llegar a entendimientos respetando todas las posturas. Este tiempo he seguido trabajando dentro de lo que eran mis competencias, que obviamente se vieron reducidísimas. He estado muy activa en movimientos sociales como el movimiento por la dignidad por el trabajo y una vivienda digna, y también en la marea blanca.
P. Llegó a denunciar acoso laboral después de que cambiaran la cerradura de su despacho sin su conocimiento ni permiso.
R. Hay actitudes que no se pueden tolerar en ningún caso, ni en el ámbito político, ni en la empresa privada ni en el ámbito doméstico. Sufrí una persecución por oponerme a los despidos, que se hicieron vulnerando los derechos de los trabajadores. Yo lo que hice fue posicionarme con la clase obrera.
P. Nada más ser nombrada se fotografió con trabajadoras municipales de limpieza. Celebraron su elección gritando “¡Queremos cobrar!”. Dio la sensación que no era la excepción, sino la norma.
R. Me comprometí con esas trabajadoras a conseguir que la empresa les pague [Tomás Gómez privatizó la mayoría de servicios locales]. Hay que estudiar la situación actual, porque me consta que ha habido pagos por parte del Ayuntamiento a la empresa. Tengo que indagar y conocer la impresión de la compañía, pero sin duda el objetivo es que cobren lo antes posible la nómina que según tengo entendido se les adeuda. Tienen que cobrarlo todo. El Ayuntamiento y la empresa ya llegarán a un acuerdo, pero ellas tienen que cobrarlo todo. El problema de cómo se haya gestionado no tiene que ser de ellas.
P. Gómez privatizó multitud de servicios municipales durante su mandato.
R. Los tiempos han cambiado respecto a cuando gobernaron otros compañeros socialistas a la situación a la que yo me voy a enfrentar. Ahora es el momento de aprovechar al máximo los recursos. Las empresas solo deben actuar allá donde sea imposible que llegue lo público. Gómez y Fraile se enfrentaron a una situación económica que sí permitía esas privatizaciones. Pero hoy por hoy ese modelo no es viable.
P. Su primera decisión fue la de permitir a los grupos de la oposición que usaran la sala de prensa del Ayuntamiento. No tenían acceso a ella desde hacía años.
R. El acceso a la información debe estar al alcance de todos los vecinos, en todos los ámbitos públicos gobierne quien gobierne. Pero sin duda debe ser así allá donde gobierne el Partido Socialista.
P. Hasta la semana pasada el Ayuntamiento impidió la entrada de los periodistas gráficos a los plenos municipales, pese a que son públicos. La censura se remonta a la legislatura pasada.
R. No tengo ningún problema en que la prensa y los grupos de la oposición puedan realizar su trabajo de control al Gobierno.
P. ¿Qué hará en mayo de 2015, cuando finalice su mandato?
R. Estoy comenzando una etapa con muchísima ilusión, con muchas ganas. Lo que me estoy planteando son objetivos a corto y medio plazo. No me ha dado tiempo a pensar cuando esto termine porque acabo de empezar. Partido a partido, como diría Simeone. Porque soy del PSOE y del Atlético. Lo tengo todo.
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