De héroe ciudadano a acérrimo enemigo de las 'alternativas bolivarianas' que encabeza Pablo Iglesias. Alberto Casillas, que así se llama el polifacético camarero de la Cafetería Prado de Madrid que el pasado 25-S protegió de los antidisturbios a los indignados de Rodea el Congreso,reventó ayer el desayuno informativo protagonizado por el líder de Podemos en la influyente tribuna del hotel Ritz. Ha vivido 29 años en Venezuela y dice que las penurias por las que pasan su mujer y su hija le hicieron levantarse como un resorte contra el discurso de Iglesias por su pasado como asesor político del Gobierno de Hugo Chávez. Para muchos, ha pasado de la noche a la mañana de héroe a villano. Para otros, incluida la oficialidad de Podemos, es un 'antichavista a ratos' que en algún acto salió apoyando al caudillo venezolano. Así explica él sus motivos.
PREGUNTA: ¿Qué le ha llevado a increpar a Pablo Iglesias?
RESPUESTA: Eso ha sido después de haberle solicitado no sé cuántas veces a través de Twitter una entrevista que me dijo que tendríamos y que nunca me ha concedido. Yo quería que me explicase las bondades del sistema bolivariano y decirle la vivencia real de un español emigrante que nunca se nacionalizó venezolano y que nunca perteneció a ningún partido. Yo tengo a mi esposa llorando todos los días en Venezuela porque no puede darle a mi hija los alimentos que ella quiere. A mi esposa le acaban de detectar colesterol y la dieta no la puede hacer porque no consigue los alimentos adecuados. Vas sumando esa serie de cosas y ves que este señor, con ese discurso fácil y atemperado… Pareciera que voy a vivir la misma película que viví en Venezuela y que originó que me tuviera que volver a mi país, desgraciadamente, malvendiendo todo. Es todo: los crímenes, la delincuencia, la falta de alimentos, la libertad de los jóvenes…. Todo eso me provocó ir al desayuno de Pablo Iglesias.
Alberto Casillas se hizo célebre el 25S como camarero del Café Prado (EC).
Yo primero solicité por escrito si podían darme el derecho a la palabra y me dijeron que no. Entonces, cuando me exacerbé –y pido perdón a todos los asistentes porque a lo mejor no fue la manera más adecuada–, fue cuando le escuché que no había sido financiado por los bancos españoles, pero no dijo que sí recibió de Venezuela 3,7 millones de euros a través de una fundación por un asesoramiento. Yo lo que le pregunté es en qué materia asesoraba él. Si era en construcción de universidades, yo le iba a responder que las universidades están por los suelos. Si era en materia de seguridad, le iba a decir que van ya 55.000 muertos. Si era en materia de derechos humanos, le iba a decir que Amnistía Internacional condenó hace un mes a Venezuela por el enseñamiento contra las protestas. Pero él no me sabe responder. Luego dijo que no era el momento adecuado. Sí, claro. Lo que pasa es que ya están en otro nivel. Incluso me encontré con el señor Monedero en la puerta del Ritz y me dijo que fuera a hablar con él. Cuál fue muy sorpresa que, cuando se acercaron las cámaras, dijo que delante de los medios no iba a hablar conmigo. Pero bueno, qué tienen que ocultar si hace dos días decían que las asambleas eran abiertas a todas las personas. Me dijo que no me exaltara. Lo que pasa es que usted –le dije– no está sufriendo lo que sufre mi familia en Venezuela. Usted tiene una preparación política y yo soy un pobre obrero de la casta obrera, de la casta más baja que hay en España.
P.: ¿Y ha podido hablar con Iglesias después de la conferencia?
R.: No. Yo me imagino que ya están en otro nivel y asesorados por empresas de marketing. Me imagino. Si yo lo he increpado es porque él no me ha contestado. Yo no entiendo por qué no me ha contestado si él dice que sus asambleas son abiertas. Lo que sí es cierto es que lo vi como pez en el agua en esa reunión. Con ese tono ceremonioso, pausado y que todo el mundo compra. Un discurso fácil. Ni me atendió él ni me atendió Monedero. Ellos ya están en otro nivel. Pertenecen a la casta política que tanto critican. Ya han entrado como miembros honorarios de la casta.
P.: ¿Quizá podría haber intentado debatir de una forma más serena, con menos tensión?
R.: Yo el 25-S, siendo del PP, defendí a los de izquierda que eran contrarios, supuestamente, a mi ideología. Pero yo defendía a las personas y a la razón. Yo le he pedido que hagamos un debate. Yo llevo 29 años en Venezuela en los que he conocido la etapa de antes de Chávez, la de Chávez y la posterior a Chávez. Me da miedo que importen a nuestro país un modelo que, técnicamente, está fracasado y que ha conseguido miles de muertes, la desunión y que 100.000 venezolanos se vengan a España a vivir cuando Venezuela no ha sido nunca un país de emigración. Le invito y le reto a que, en cualquier programa de televisión o periódico, debata con un pobre obrero como yo.
P.: Aquí mismo en El Confidencial se podría hacer…
R.: Que diga día, fecha y hora. Lo que se va a encontrar es una persona mucho más calmada y a un español de la casta obrera que ha vivido 29 años en Venezuela y que no tiene filiación política en aquel país que pueda ser suspicaz. Haga ese debate y que el pueblo español se dé cuenta de lo que yo digo y de lo que él dice. Y si él convence más al pueblo español, que no puede viajar a Venezuela, pues bueno. Pero que lo escuche el pueblo. Que no escuche sólo ese canto de sirenas, a ese adulador de masas y a ese encantador de serpientes. Porque la música es muy bonita pero el problema es el veneno que viene luego.
Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero y el resto de su equipo de 'Podemos' (E.V.)
P.: ¿Hace cuánto que regresó de Venezuela? ¿Su familia por qué sigue allí?
R.: Me volví a España hace seis años y quise que mis hijos acabasen sus carreras universitarias. Venir a España derrotado y sin dinero y, encima, con tus hijos sin carrera… Yo he vivido cinco años y medio solo. Emanuel se graduó de abogado y vino a hacer un posgrado aquí en criminalística y mi hija se acaba de graduar en Periodismo por la Universidad Católica y se va a venir pronto. Allí tiene todas las puertas de los periódicos cerradas porque el Gobierno los está comprando o expropiando. Mi esposa está esperando conseguir boletos de avión. Es que no hay. Yo estoy dispuesto a vender todos los muebles de la casa con tal de que mi esposa pueda venir. Me acaba de llamar ahora de Venezuela y está muy asustada. Ya empezaron a insultarla. Desde aquí hago responsable al Gobierno de Venezuela y a Pablo Iglesias si a mi mujer le sucede algo.
P.: ¿Quiere dirigir algún mensaje a los indignados que puedan sentirse decepcionados con usted tras el apoyo que les prestó el 25-S, el día de Rodea el Congreso?
R.: Yo les diría que una vez yo no miré si eran indignados o no. Yo vi personas con cara de terror que querían protección y humildemente lo hice. Ahora espero que no ataquen a otro obrero. A mí ni me financia nadie ni está nadie detrás de mí. Ya he visto por Twitter que he recibido algunos ataques brutales. Qué curioso, antes era un héroe para algunos y ahora soy un villano simplemente por decir la verdad. Es el doble discurso. Si dices lo que a ellos les gusta escuchar, eres bueno, pero como les contradigas, ya eres lo peor. Eso es parte de la intolerancia contra la que quiero luchar para que no eche raíces en nuestro país.
(Precisamente, ese doble discurso es del que le acusan a Casillas desde Podemos por participar en un acto en memoria de Hugo Chávez el día en que murió, en que el camarero aparece portando un cartel laudatorio con imágenes del expresidente venezolano)
(Precisamente, ese doble discurso es del que le acusan a Casillas desde Podemos por participar en un acto en memoria de Hugo Chávez el día en que murió, en que el camarero aparece portando un cartel laudatorio con imágenes del expresidente venezolano)
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