Jordan Linn Graham, de 22 años, y Cody Johnson, de 25 años, celebraban su luna de miel en el Parque Nacional Glacier, en Montana, cuando tras una discusión, la mujer empujó a su esposo por un acantilado de 60 metros. El cuerpo fue localizado sin vida cuatro días después. La Fiscalía solicitaba una condena de 50 años a cadena perpetua al considerar que el crimen fue premeditado.
Para ello, se basan en las declaraciones de Jordan, que tras la desaparición de su marido dijo que se había marchado de manera inesperada con un grupo de amigos pero que no sabía donde.
La acusada se negó a reconocer el crimen y el juez insistió en que la mujer mintió de forma reiterada, cambiando su historia en varias ocasiones sobre lo que había ocurrido. Además, argumentó que nunca se disculpó por un asesinato del que no había mostrado arrepentimiento alguno, informa "New York Daily".
Finalmente, Jordan decidió reconocer el crimen a cambio de una condena de 30 años. Ella confesó que no planeó nada, que habían tenido una pelea durante el camino al acantilado y que al llegar arriba lo empujó. Pero en la vista del pasado martes se arrepintió un pidió un nuevo juicio, alegando que el acuerdo era "ilusorio". El juez denegó la solicitud y se remitió al acuerdo para sentenciarla a 30 años de cárcel.
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