La Organización Mundial de la Salud estima que superar el 15% indica malas prácticas sanitarias
El porcentaje ha subido en la última década y en el caso de la sanidad privada duplica la recomendación
Las prevenciones para evitar demandas y la nueva cultura del 'parto a la carta' están entre las causas, según los especialistas
Los nacimientos por cesárea en España no han parado de subir en la última década. España excede las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y se sitúa por encima de la media en la OCDE. La última tasa registrada por el Ministerio de Sanidad es de 21,88% para la red pública, lo que supuso un incremento del 9,5% en diez años. En 2001 la tasa era 19,98%.
En el último informe de la Dirección General de Salud Pública sobre la evolución de esta técnica se confirma que "la tasa puede vincularse más a estilos de práctica clínica que a trastornos o complicaciones en los pacientes". La Organización Mundial de la Salud traza la raya recomendable del porcentaje de cesáreas en el 15%. Este dato de partos por extracción está considerado como "un indicador de buena práctica; relacionando una tasa baja con un buen control del embarazo y con una correcta asistencia al parto", recuerda el texto del ministerio.
Natalia P. es ginecóloga en Fuenlabrada (Madrid) y, desde su experiencia profesional, sostiene que existe una actitud "preventiva". Y se explica: "La obstetricia, junto a la traumatología, son dos de las especialidades que más denuncias nos llevamos. Y si ha habido cesárea, aunque haya pasado algo, la gestante cree que hemos hecho 'todo lo posible' y no hay denuncia", relata. Esta doctora cuenta que "tengo que pagar un seguro anual muy caro". Por eso "muchos compañeros pueden actuar así para evitar disgustos". "No nos sentimos amparados por la justicia", añade esta profesional que se declara defensora de los partos naturales.
Partos 'a la carta'
"Hoy en día una cesárea se puede realizar en menos de 45 minutos, y ya que un parto como mínimo puede durar ese mismo tiempo, pero en un momento no controlado, no es de extrañar que se opte por el camino más fácil", afirma el doctor Luis Cabero Roura en su Estrategia para disminuir las tasas de cesáreas, un documento elaborado para la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
Este catedrático de Obstetricia de la Universidad de Barcelona y médico de la clínica Quirón describe "lo que podríamos denominar el nacimiento a la carta, que se debe preparar y programar de manera adecuada". Sobre este aspecto, la ginecóloga de Fuenlabrada aporta su testimonio del día a día en la planta: "A mí me han dicho cosas como 'me parece vergonzoso que en el siglo XXI tengamos dolor en los partos".
Los datos recopilados del Sistema Nacional de Salud (que incluyen hospitales públicos, de red de utilización pública y hospitales con concierto sustitutorio) reflejan la escalada. De los 19,98 partos por cesárea de cada 100 se ha ido subiendo hasta alcanzar un pico en 2007 con 22,22 para luego hacer pequeños ascensos y descensos hasta 2011 (21,87; 22,05 y 21,95 partos sucesivamente).
Las regiones que tienen tasas más altas son Extremadura (27,49), Castilla y León (25,46) y Comunidad Valenciana (24,51). Las comunidades que han conseguido frenar y reducir sus cesáreas son Cantabria, Asturias, Galicia, País Vasco –el territorio que partía con la cifra más reducida y ahora aún más baja: de 12,96 a 12,94- y La Rioja –esta última ha pasado de 23,6 en 2001 a 19,06-.
'Cesáreas automáticas'
Esta secuencia histórica, según el ministerio, refuerza la idea de que es la práctica la que lleva a optar por una cesárea. En este sentido, la Sociedad de Ginecología ha tratado de disipar dudas para que no se pasara automáticamente a la extracción quirúrgica en ciertas circunstancias. Por ejemplo, a lo largo de los años, se ha ido estableciendo como cesárea automática el segundo alumbramiento si el primero requirió esa intervención.
En su Protocolo de Procedimientos, la SEGO asegura que debe ofrecerse un parto vaginal "a casi todas las mujeres con cesárea previa e incisión trasversal baja, dado que la mayor parte de ellas son candidatas [al parto vaginal]". La SEGO incide en que "entre el 60 y el 80% de las pruebas de parto después de una cesárea concluyen en un parto vaginal satisfactorio".
Los ginecólogos saben que la cesárea es una cirugía mayor "muy agresiva tanto para ellas como para sus bebés, con muchas más complicaciones maternas como lesiones vesicales e intestinales, mayor sangrado postparto, infecciones postquirúrgicas", pero parece que la idea de que es mejor recurrir rápidamente a la cesárea está extendida entre las neo-gestantes.
Además, el prisma economicista también debería favorecer el parto vaginal si se atiende al coste. Según la Red Española de Costes Hospitalarios –de media y a precios de 2009- cada parto concesárea sin complicaciones cuesta 3.984 euros. Con complicaciones llega a alcanzar 4.796 euros de media. Un parto vaginal cuesta 1.758 euros, 2.152 en el caso de complicaciones. Siempre en el sector público.
Si se observa la tasa de cesáreas en el sector privado –donde las aseguradoras abonan por cada tratamiento- el porcentaje supera el 30%. De hecho, en el País Vasco, con el índice de cesáreas más bajo de España, una estadística oficial del Gobierno regional la colocó en ese 30% para clínicas privadas. Natalia P. entiende que en la medicina privada se vende que "el ginecólogo que te hace el seguimiento del embarazo te haga el parto, esté donde esté, a la hora que sea, deberían pararse a pensar que nadie puede estar disponible el 100% de su tiempo". Así que se programan inducciones de parto y las que "tienen mala pinta, pues se hace cesárea", analiza.
Al agregarse los sectores público y privado, la cifra global española que utiliza la OCDE se coloca en 24,9%. La media de los países con registro en 2011 era 24,5%. En 2008, con más estados reportados, la media era 23,6% frente al 24,6% español. Los dos únicos países que en la última década han recortado su porcentaje de cesáreas han sido Finlandia y Suecia y ambos partían de tasas más bajas (16,3 y 16,8%).
La ginecóloga Natalia P. abrocha su análisis con una reflexión positiva: "En la sanidad pública se está empezando a trabajar de nuevo con mucha cabeza, por ejemplo, en el 2013, en el paritorio de Fuenlabrada hemos conseguido bajar de casi un 20% a un 16% de cesáreas". Cabe apostillar que este centro madrileño recibió en 2011 una distinción de UNICEF como hospital "amigo de los niños".
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