Seis voluntarias de Adana y un bebé posan con animales maltratados y rescatados por la asociación. :: ADANA
Dice Elena González que nos hemos acostumbrado a ver perros atropellados en la carretera y pasar de largo. «¿Cuantos se paran a atenderlos?». Quizá porque busca otra respuesta a esa pregunta decidió posar desnuda junto con un animal maltratado que rescató.
Elena y otra onces voluntarias de la protectora de animales Adana llevaban tiempo dando vueltas a la cabeza para dar un golpe de impacto público sobre el maltrato animal.
Y eso es lo que pretenden con el calendario que han editado. Más allá de las doce fotos con las chicas desnudas con perros y gatos, quieren que la gente se detenga a pensar lo que esconde cada foto.
Los perros que salen con ellas fueron abandonados, detrás de cada abandono hay un maltrato y detrás de cada maltrato debe haber una denuncia.
En esta cadena de concepto se puede resumir el ADN que llevó a Enrique Mendoza a fundar en el año 1998 Adana en Badajoz.
Mendoza murió hace meses y ahora el calendario de algunas voluntarias supone un homenaje al fundador de la organización. Tras algunos años pensando la idea, ahora tomaba más sentido que nunca materializarla.
Las fotos se hicieron entre junio y septiembre en parajes cercanos como Tres Arroyos o Bótoa con la colaboración desinteresada de varios fotógrafos.
La Diputación se comprometió a editar 300 ejemplares y ahora la asociación los vende a diez euros en varios establecimientos de la capital pacense.
La recaudación apenas le da para los gastos anuales que necesita Adana, que se sostiene con la cuota que pagan sus socios (no todos lo hacen) y una pequeña subvención de Diputación. El resto del dinero sale de lotería, mercadillos y colaboraciones particulares. Los ingresos se destinan a soportar los gastos que conlleva la acogida de los 85 perros y 30 gatos que tienen actualmente. Sólo en gastos veterinarios la asociación necesita 26.000 euros al año porque el maltrato y las heridas que traen los animales requieren de intervenciones y tratamientos caros.
Todos los animales que se entregan en acogida van con los dueños curados, vacunados y microchipados. Pero la función de Adana va más allá. Trabaja, sobre todo, la concienciación. Un campo donde los voluntarios todavía ven a España muy por detrás del resto países europeos.
Adana organiza charlas en los colegios para que los niños asuman el cuidado y el trato a los animales y piden se denuncien los casos de maltrato y abandono.
Precisamente ése es el problema, las estadísticas de denuncias son muy bajas porque nadie lo hace.
Por todo eso, por la indiferencia al maltrato y al abandono, Elena decidió desnudarse delante de la cámara.
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