Descripción
A veces ir al gimnasio suele ser difícil, sin embargo, con una profesora así, vale la pena mover el esqueleto. Estos dos afortunados, tienen una motivación especial a la hora de hacer ejercicios, su profesora derrocha belleza y no caben dudas de que si pusiera un gimnasio, se llenaría de hombres, ya que da clases la mejor profe del mundo. Mira el video y opina que te parece y si no harías una sesión personal con ella. Sólo deberás irte hasta Nueva York, un poco lejos pero realmente vale la pena. La rutina de ejercicios que hicieron estos muchachos, no van a olvidarla jamás, la terraza del edificio se convirtió asi en la mas saludable y envidiada de todo el barrio, está claro que los vecinos que los vean desde los edificios contiguos van a querer asistir a esta particular clase de fitness no apta para cardíacos. Imperdible la parte final del video. Los cuatro minutos mejor invertidos de tu vida.
A veces ir al gimnasio suele ser difícil, sin embargo, con una profesora así, vale la pena mover el esqueleto. Estos dos afortunados, tienen una motivación especial a la hora de hacer ejercicios, su profesora derrocha belleza y no caben dudas de que si pusiera un gimnasio, se llenaría de hombres, ya que da clases la mejor profe del mundo. Mira el video y opina que te parece y si no harías una sesión personal con ella. Sólo deberás irte hasta Nueva York, un poco lejos pero realmente vale la pena. La rutina de ejercicios que hicieron estos muchachos, no van a olvidarla jamás, la terraza del edificio se convirtió asi en la mas saludable y envidiada de todo el barrio, está claro que los vecinos que los vean desde los edificios contiguos van a querer asistir a esta particular clase de fitness no apta para cardíacos. Imperdible la parte final del video. Los cuatro minutos mejor invertidos de tu vida.
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