"Tomé a estas criaturas como las encontré en la orilla y las coloqué en posiciones como si estuvieran vivas, devolviéndoles la ‘vida’ que tenían. Resucitadas, revividas en la muerte", dice Brandt. Así son, sombrías y cautivadoras, las estatuas de sal del lago Natrón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario