El Chato:
Es la historia de un perro, un amigo, un miembro de una familia.
Nos escribieron para contárnosla y nos emociono mucho (Como todas vuestras historias) .
“El dueño de éste precioso animal, tuvo un accidente y permaneció algún tiempo ingresado en el hospital,
recibió muchas visitas de familiares y amigos, pero fue una de ellas, la que le dio fuerzas para luchar y salir de aquello.
Un sábado por la mañana llego su tío y le enseño una foto de tres cachorritos de bóxer, le dijo:
”mira los hijos que ha tenido Tuna”
Tuna era la perra de su hermano, pero vivía hace algún tiempo en su casa.
Eran unos cachorritos preciosos, cada uno tenia una seña de identidad:
Pepon: era el más gordito y tenia la cabeza grandísima.
Ada: era la única hembra, tenia una mancha blanca en la oreja.
Chato: era negro y tenia los hocicos como el nombre que le pusieron.
A los pocos días, le dieron de alta al muchacho y lo primero que hizo nada más llegar a su casa, fue ir a ver los nuevo miembros de su familia.
Como disfrutaron jugando, creciendo…
Pepon se fue con otra nueva familia, Chato y Ada como hermanos cachorros se pasaban el día jugando y haciendo travesuras.
Ella se hizo con el poder, era la que dominaba, cuando tomaban el sol o dormían la siesta, siempre lo hacia sentada encima de él.
Pero él era el más mimoso y cariñoso.
Eran listísimos, el tópico de que “a los perros solamente los falta hablar”, es cierto, los miras a los ojos y con eso ya te lo dicen todo, solamente con mirarlos a los ojos, sabes lo que quieren, transmiten sentimiento y amor en su mirada.
Son nobles, buenos, juguetones, inteligentes….que voy a contar de mi familia.
Lo único malo o menos bueno de los perros es su años de vida, es mucho más corta que la del ser humano y por desgracia nos abandonan antes, ese sufrimiento es inaguantable, solo se logra calmar algo, cuando aparece otro nuevo miembro de la familia”.
Este chico, nos pidió una cojín de algodón orgánico bordado, con la cara del Chato, para poder tenerle siempre cerca, para recordar los días de juegos que pasaron juntos, para poder volver a “achucharle” y sentirle, cuando tuviese algún día duro.
Una bella historia, disfrútalo.
Nosotros hemos conocido al Chato, su historia y permanecerá con cada uno de los que la hayamos leído y sentido, por eso la queremos compartir, cuanta más personas conozcan su historia, más fuerte se hará su esencia.
Si comparte una historia su esencia, mensaje, protagonistas y valores, perduran a través del tiempo, no la dejes caer en el olvido…
Puedes seguir su historia en:
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