Adorada y odiada a partes iguales, firme y polémica. Margaret Thatcher, conocida como la 'Dama de Hierro', falleció este lunes a causa de un derrame cerebral, cuando tenía 87 años.
trás quedó una vida marcada por la política, honores como el de ser la única mujer que ha desempeñado el puesto de primera ministra en Gran Bretaña, y unos últimos años deteriorados por la enfermedad (en 2008 se supo que padecía demencia senil).
Thatcher fue primera ministra de Gran Bretaña de 1979 a 1990, lo que la convierte en el premier que más tiempo ha estado al frente del Ejecutivo de su país durante el siglo XX.
Nació en Grantham, Gran Bretaña, el día 13 de octubre de 1925 como Margaret Hilda Roberts, en el seno de una familia de comerciantes de ultramarinos de ideología conservadora.
Licenciada en Ciencias (1947) y en Derecho (1951) por la Universidad de Oxford y especializada en Derecho Fiscal, en 1954 fue admitida en la prestigiosa asociación de abogados Lincoln's Inn.
En 1959, tras dos fallidos intentos en 1950 y 1951, fue elegidamiembro de la Cámara de los Comunes por el Partido Conservador en el distrito de Finchley, barrio londinense de clase media. En 1964, con su partido en la oposición, fue nombrada portavoz de su grupo en los Comunes, puesto que mantuvo hasta 1970.
En junio de ese año fue nombrada ministra de Educación y Ciencia en el gobierno de Edward Heath y cinco años después, el 11 de febrero de 1975, fue elegida líder del Partido Conservador, convirtiéndose en la primera mujer al frente de esta formación.
En junio de ese año fue nombrada ministra de Educación y Ciencia en el gobierno de Edward Heath y cinco años después, el 11 de febrero de 1975, fue elegida líder del Partido Conservador, convirtiéndose en la primera mujer al frente de esta formación.
Hubo de esperar hasta mayo de 1979 para ser elegida primera ministra de Gran Bretaña, un puesto que no abandonaría hasta 1990 después de ser reelegida en los posteriores comicios de 1983 y 1987.
La recuperación de la crisis
En las dos primeras legislaturas transformó la imagen de Gran Bretaña. La economía y la industria se recuperaron de la crisis, con un crecimiento económico anual del 4%, pero su liberalismo económico provocó grandes brechas en el Estado de bienestar.
Pese a las protestas populares, favoreció la privatización de las empresas públicas, redujo el poder de los sindicatos (huelga de mineros en 1984) y mantuvo un pulso con el ayuntamiento de Londres, que acabó suspendiendo en 1986. En julio de 1989 se enfrentó a la mayor protesta social en sus 10 años de gestión.
Otra importante crisis para el gobierno fue la muerte de diez activistas del IRA en 1981,durante una huelga de hambre para conseguir un estatus político en Irlanda del Norte.
Euroescéptica y neoliberal
También durante su mandato se produjo la Guerra de las Malvinas entre Argentina y el Reino Unido, debido a la ocupación de las islas por el Ejército argentino el 2 de abril de 1982. La contienda duró 74 días y la victoria británica significó el reforzamiento de la figura de Thatcher en el interior y exterior del país.
Además, merece resaltarse su declarado euroescepticismo, que ralentizó la construcción de la UE.
Además, merece resaltarse su declarado euroescepticismo, que ralentizó la construcción de la UE.
En diciembre de 1989 se cuestionó por primera vez su liderazgo entre los tories, aunque fue reelegida, pero en 1990, el llamado "poll tax", un impuesto municipal, hizo batir su récord de impopularidad y el 20 de noviembre de ese año el Partido Conservador la cuestionó de nuevo.
Derrotó a su único oponente por sólo cuatro votos, lo que exigía otra votación, y el 22 de noviembre, presentó su dimisión como primera ministra a la Reina para mantener la unidad de su partido.
El 28 de noviembre de 1990 fue formalmente sustituida en la jefatura de Gobierno y del Partido por su ministro de Economía, John Major, y pasó a ocupar su escaño de diputada por Finchley en los Comunes hasta el término de esa legislatura, en 1992.
En junio de este año se incorporó a la Cámara de los Lores, tras ser investida baronesa de Kesteven. Desde entonces, se dedicó a sus labores parlamentarias, al dictado de conferencias por el mundo y a sus trabajos para la Fundación Thatcher.
En octubre de 1999, durante el congreso del Partido Conservador, pronunció su primer discurso desde que dejó el Ejecutivo y, una vez más, arremetió contra el laborismo, el europeismo y la política británica en el caso Pinochet, que un año antes había sido detenido en Londres.
Tras sufrir un ataque de apoplejía en la Navidad de 2001, en marzo de 2002 su oficina anunció que no pronunciaría más discursos.
El 13 de octubre de 2005 celebró su 80 cumpleaños con una fiesta a la que asistieron, entre otras personalidades, la reina Isabel y el primer ministro, Tony Blair.
El 13 de octubre de 2005 celebró su 80 cumpleaños con una fiesta a la que asistieron, entre otras personalidades, la reina Isabel y el primer ministro, Tony Blair.
Desde el fallecimiento de su esposo, el 26 de junio de 2003, su salud se fue debilitando.
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