España sufre una crisis fiscal por la vía de la recaudación. Lo ratifican las cifras de déficit (6,98% en 2012, sin contar el rescate a la banca) y las de ingresos, que muestran que las administraciones públicas españolas recaudan apenas un 36,4% del Producto Interior Bruto, según los datos de Eurostat correspondientes a 2012. Esta cifra nos sitúa a la cola europea (solo por delante de Irlanda) y supone una caída recaudatoria de más de 50.000 millones respecto al año 2007, cuando las arcas públicas ingresaron, por vía tributaria, un 41,1% del PIB.
¿Por qué caen tanto los ingresos? Economistas de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) sostienen que la estructura fiscal española era poco consistente y dependía excesivamente en los ingresos "extraordinarios" de la burbuja inmobiliaria. "España contó con ingresos extraordinarios que no se aplicaban sobre bases impositivas relacionadas directamente con el PIB", explican en este artículo de su blog Nada es Gratis. Es decir, se creó una estructura de gastos que no se correspondía con la verdadera capacidad recaudatoria del país.
La menguante recaudación fiscal apenas se ha visto compensada por las repetidas subidas de impuestosaprobadas desde mayo de 2010 tanto por Zapatero como por Rajoy. La Administración se ve incapaz de aumentar sus ingresos sin apretar las tuercas a los asalariados, los que más difícil tienen evadir. Así, España tiene desde 2011 uno de los tipos máximos de IRPF más altos de la UE (del 52% y sin contar los gravámenes adicionales en algunas comunidades), tal como ha informado este lunes la agencia estadística europea Eurostat.
El peso, sobre las rentas medias
Las cifras de empleo y la caída de las rentas explican la caída de la recaudación por IRPF, pese a la subida de tiposPese a que los tipos que en España gravan la renta de las personas físicas han aumentado hasta siete puntos básicos para los más acaudalados (para las rentas de más de 300.000 euros anuales), el peso principal de la recaudación recae sobre todo en las rentas medias y medias-altas. Así, dos tercios de las subidas en el impuesto de la renta han sido costeados por las rentas de entre 16.000 y 51.000 euros anuales.
La tributación por IRPF supuso unos ingresos públicos de 70.631 millones de euros en 2012, después de que el gravamen adicional "temporal" del Ejecutivo permitiera incrementar la recaudación un 1,2% respecto a 2011. Lejos quedan cifras de ingresos como los 72.614 millones de 2007, o los 71.341 millones de 2008, con la crisis dando sus primeros coletazos.
Las altas cifras de desempleo y la caída general de los salarios y las rentas son las principales causas que explican que las subidas de tipos en el IRPF no se hayan correspondido con incrementos proporcionales en las arcas públicas.
Otros impuestos, también al alza
La clase media también ha visto mermado su poder adquisitivo con las tres subidas del IVA decretadas desde el inicio de la crisis. Pese a que el tipo medio general español (21%) aún sigue por debajo del europeo (21,13%), la consultora internacional KPMG ha constatado en un informe que España fue el país que más ha incrementado el impuesto al consumo en 2012. Y toca prepararse, porque a pesar de las continuas negativas del Gobierno a aprobar una nueva subida, tanto el FMI como Bruselas estiman que aún hay margen para subirlo.
Pese a todas las subidas decretadas, la caída del consumo registrada en esta crisis ha supuesto una pérdida de más de 5.000 millones en la capacidad recaudatoria del IVA, que en 2012 ha permitido unos ingresos de casi 50.500 millones de euros, según datos de la Agencia Tributaria.
En apenas tres años, la recaudación por Sociedades ha pasado de los 44.000 millones a los 16.000Los tipos nominales son a su vez más altos que la media en otro de los grandes impuestos: el de Sociedades, cuyo tipo máximo sin aplicar deducciones (30%) supera con creces la media europea, situada en el 23,5%. El IS (que grava los beneficios empresariales) ha sido el tributo que ha experimentado un mayor deterioro desde el estallido de la crisis: en 2007 permitía recaudar más de 44.800 millones, y en apenas tres años se redujo en más de la mitad: 16.198 millones.
Los "cambios normativos" y el aumento de las inspecciones tributarias han permitido desde entonces incrementar la recaudación por Sociedades en más de un 30%, hasta los 21.435 millones. La cifra, además, podría ampliarse aún más en 2013, después de que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunciara en el pasado Consejo de Ministros que se reducirán las deducciones a grandes empresas. Y es que las empresas que más beneficios generan en España, amparadas en sus mejores servicios jurídicos, logran reducir el tipo efectivo del IS al entorno del 10% gracias a multitud de bonificaciones, tal como explican los Inspectores de Hacienda.
Más impuestos a las empresas
"La enorma caída recaudatoria del Impuesto de Sociedades es muy superior a la caída de los beneficios empresariales y también a la caída recaudatoria del resto del sistema fiscal. Ante esta situación de graves y obvios agujeros legales, tampoco es una casualidad que la Agencia Tributaria, en su lucha contra el fraude fiscal, haya obtenido resultados récord", señalaen un informe Francisco de la Torre, expresidente de la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda. El fraude fiscal en España (que oscila entre el 19% y el 22% del PIB, según las fuentes) supone una pérdida en impuestos no percibidos de cerca de 100 millones de euros, según la organización Tax Justice Network.
Todos los analistas consultados coinciden en que el reparto de la carga es injusto y recae en exceso sobre los salariosLa conclusión a la vista de los datos es clara: el esfuerzo fiscal no está recayendo en todos por igual. Bien al contrario, la "práctica totalidad" del aumento de la presión fiscal ha recaído en las familias, ya que las empresas "han disminuido su aportación", explican el colectivo de inspectores, que constatan que ahora aportan prácticamente lo mismo que antes de la crisis, pese a la continua pérdida de poder adquisitivo.
A una similar conclusión llega el colectivo de técnicos de Hacienda, que a través de su sindicato (Gestha) han propuesto un nuevo tipo impositivo para las grandes empresas que facturen más de 45 millones de euros al año que eleve el gravamen por Sociedades del 30% hasta el 35% en el caso de que los beneficios superen el millón de euros. Lo dice claramente este informe de Comisiones Obreras elaborado por el economista Manuel Lago: "El impuesto de Sociedades es el gran responsable en la caída de la recaudación fiscal".
Los analistas de Fedea, que también coinciden en que las rentas del trabajo están excesivamente cargadas, apuestan por cerrar la "brecha fiscal" aumentando significativamente los ingresos tributarios sin frenar el crecimiento. ¿Cómo? Su apuesta es reducir la progresividad del IRPF, que posibilitará que se atraiga un mayor talento desde el exterior, lo que a su vez aumentará la actividad económica y la productividad españolas.
Desde esta fundación proponen también eliminar los impuestos sobre transacciones patrimoniales y "subir sustancialmente" los impuestos indirectos (entre ellos el IVA), a la vez que piden un tributo patrimonial similar al que existe en Francia. Solo esta medida permitiría ingresar un punto porcentual de PIB (unos 10.000 millones de euros, aproximadamente).
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