Un ciudadano británico ha regresado de sus vacaciones en la isla de Koh Tao (Tailandia) con una cuarta parte del cráneo menos tras sufrir un accidente. El equipo médico que atendió a Lee Charie, de 32 años, tuvo que optar por extirparle parte de su triturado cráneo para salvarle la vida, después de que el ciudadano británico se precipitase al vacío en su hotel desde unos seis metros de altura.
Según cuenta el diario 'Daily Mail', Ahora su cabeza tiene una parte blanda, como ocurre con los bebés recién nacidos, y aparece deformada por un costado.
El equipo sanitario estudia utilizar la parte de cráneo partido como un molde para fabricar una placa de titanio. El paciente, que empezó a hablar y caminar de nuevo hace poco tiempo, sigue un estricto control por parte de un médico tailandés que incluso viajó con él de vuelta a Reino Unido.
Lee Charie no recuerda su accidente: «Yo ni si quiera sé si me caí. Tampoco fui consciente de que me faltaba parte del cráneo hasta que mi padre me lo dijo». Explica que el equipo médico confía en poder colocarle esa pieza de titanio en un meses, cuando se le hayan curado las heridas. Aunque asegura estar tranquilo, confiesa que «es terrorífico pensar que van a abrirme la cabeza para poner tornillos».
El comercio.es
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