Alrededor de trescientas personas se manifestaban ayer en Tembleque en contra del cierre del Punto de Atención Continuada (PAC) minutos antes de que éste sellara sus puertas a las ocho de la tarde tras la entrada en vigor de la orden de la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales sobre la atención sanitaria urgente en las zonas básicas de salud que impide que de servicio las 24 horas como hasta el momento venía haciendo.
Este servicio atiende a alrededor de 6.300 tarjetas sanitarias de vecinos de los municipios de Tembleque, El Romeral y La Guardia que desde hoy, en caso de urgencia médica a partir de las 20,00 horas, tendrán que trasladarse hasta el centro de referencia que se les ha asignado: Ocaña, a unos treinta kilómetros de distancia.
La de ayer era la crónica de una muerte anunciada, ya que desde el verano pasado, ante la posibilidad de que este hecho se consumara, los vecinos de estas localidades, arropados a través de una plataforma, no han parado de llevar a cabo iniciativas, como la recogida de más de 3.600 firmas para solicitar que la medida no se consumara.
Pitos, cacerolas, hasta un improvisado bidón a modo de tambor servían ayer para hacer ruido. Veinte minutos antes de las ocho se concentraban ante las puertas del edificio, tras pancartas en las que se podía leer ‘En la sanidad queremos igualdad’ o ‘Estamos aquí por nuestra salud’. Entre los vecinos muchas opiniones, pero todas agrupadas en una: que no se cerrara un servicio que llevaba prestándose casi treinta años en la localidad. «Tendremos que irnos directamente a Toledo», decían algunos; «se han equivocado totalmente», subrayaban otros o «esto es una venganza porque todos los pueblos somos del PSOE», apuntillaban algunos más, unidos a quien se preguntaba cómo ir ahora hasta Ocaña o lo que les costará a los pensionistas, incluso voces que sabían que el económico era el desencadenante a consecuencia «del despilfarro», pero apuntaban a que antes de en la salud se debe recortar «en otras cosas».
Tres ataúdes colocados en la puerta junto a una esquela en la que se podía leer: ‘Nombre: No me gustaría ser yo. Falleció en Tembleque a partir del 14 de enero de 2013 por encontrarse cerradas las urgencias. a todos y cada uno de los políticos que han tomado la decisión de cerrar el servicios de urgencias del Centro de Salud de Tembleque habiendo dejado en total desamparo a 6.300 personas y sin el servicio de urgencias necesario de la N-IV’ se unían a las manos alzadas de los vecinos que coreaban ‘Manos arriba esto es un atraco’ o ‘ Estos recortes son una vergüenza’.
Apenas pasaban cinco minutos de las ocho de la tarde cuando un agente de la policía local comenzaba a cerrar las puertas. De los últimos en salir, el propio alcalde de la localidad, Jesús Fernández, acompañado por miembros de la plataforma vecinal y regidores de los pueblos afectados. El cierre, pese a los abucheos y gritos de ‘sinvergüenzas’, fue rápido y no tuvo que intervenir la Guardia Civil que se encontraba en el lugar.
Las dos profesionales que hasta esa hora estuvieron atendiendo a los pacientes salieron del centro casi con lágrimas en los ojos escoltadas por un agente local y un miembro de seguridad del propio centro sanitario.
Antes de disolverse la concentración una de las integrantes de la plataforma vecinal deseaba que la Junta «piense y recapacite y eche marcha atrás» ante este cierre y mostraba su «impotencia» al ver las puertas cerradas tras de sí.
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