Con el tiempo y la distancia las cosas se ven de otra manera. El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reconocido un año después de finalizar su mandato que "algunas cosas las habría intentado hacer de otra manera" y que, del mismo modo, algunas opiniones, "a la vista de los hechos, las habría expresado de otra forma". El exdirigente socialista explica, no obstante, que "no es fácil hacer un análisis retrospectivo en una crisis que está siendo tan compleja e imprevisible en su desarrollo como ésta".
En una entrevista en La Razón, Zapatero asegura recordar "con angustia" su última etapa al frente del Ejecutivo, aunque defiende su reacción ante la crisis del sistema financiero porque "la situación era una en 2008 y otra distinta a finales de 2011, como consecuencia de la persistencia y el agravamiento de los efectos de la propia crisis". Asimismo, recalca que en todas sus decisiones se sintió respaldado por su partido, el PSOE. "Siempre sentí un apoyo claro", asegura.
Y como hiciera el viernes en la entrevista que concedió al programa Al Rojo Vivo, de La Sexta, el expresidente ha vuelto a manifestar su comprensión hacia las políticas de austeridad que ha puesto en marcha su sucesor, Mariano Rajoy. "Las alternativas siempre son difíciles en esta situación", señala, antes de considerar que "lo importante es que como país" se mantenga "el compromiso con el Estado social", permitiendo que "los ajustes o retrocesos de hoy sean reversibles cuanto antes".
Sin opinión sobre el futuro del PSOE
Zapatero vuelve a rechazar la posibilidad de solicitar un rescate, a pesar de la prima de riesgo que vuelve a encarecer la deuda española. "El Gobierno es quien dispone de la información para tomar la decisión. Con esa cautela, y a día de hoy, me inclinaría por no pedirlo", asegura. Coincide además con Rajoy, en la idea de que el próximo año pueda comenzarse a ver el final del túnel de la crisis: "Es probable que a final de año tengamos una perspectiva más favorable".
Respecto a un posible referéndum independentista en Catalunya, el expresidente es claro. Según él, "hasta los que lo están proponiendo" saben "que no, que el marco constitucional es nítido al respecto". Por tanto, Zapatero cree que "la vía emprendida" por el president de la Generalitat, Artur Mas, "en los términos planteados, es un camino a ninguna parte, de una gran incertidumbre, y perjudicial para Cataluña y para el resto de España".
Sobre la situación del PSOE, su exlíder ha preferido mantenerse al margen. Ni siquiera se atreve a explicar cuáles deben ser en su opinión, los "ejes" del proyecto socialista para recuperar a su electorado. "Esa tarea le corresponde formularla a quienes hoy lideran el PSOE", dice. Tampoco quiere dar consejos a su sucesor al frente del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, porque, afirma, sólo le dá "opiniones", cuando se las solicita. En todo caso, Zapatero parece avalar la oposición responsable que ha puesto en marcha la Ejecutiva socialista. Porque, en todo momento, se mantiene favorable a que su partido alcance acuerdos con el Gobierno del PP.
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