Era una tarde tranquila de compras en el centro comercial del edificio diseñado por Santiago Calatrava. Los clientes transitaban de una tienda a otra en busca de prendas y enseres, mientras los empleados les ayudaban en su elección. La calma se alteró pasadas las cinco de la tarde. «Se escuchó algún grito y un fuerte golpe», explicó una dependienta de un negocio de moda. Quienes lo escucharon salieron a los pasillos: un hombre acababa de caer desde el tercer piso.
El hombre se precipitó por un pequeño hueco entre las escaleras mecánicas del ala derecha del centro comercial Buenavista, ahora llamado Modoo. Los testigos alertaron rápidamente a las fuerzas de Seguridad y a los servicios de Emergencias que inmediatamente se desplazaron hasta el lugar de los hechos. El personal sanitario no pudo más que certificar la muerte del hombre de 54 años y que responde a las iniciales J. L. F. V.
Una patrulla de la Policía Local acudió a la llamada, aunque fue el Cuerpo Nacional de Policía quien se hizo cargo de la investigación. Tras recoger huellas en la barandilla del tercer piso y recabar declaraciones de los testigos, la Policía Nacional informó de que todo apuntaba a un suicidio. De hecho, dos mujeres que presenciaron el suceso así lo afirmaron.
Los responsables del centro comercial cerraron el pasillo donde se hallaba el cuerpo con dos puertas correderas para evitar que los clientes se encontraran con la trágica escena. Muchos prosiguieron con sus compras ajenos a lo que acaba de ocurrir.
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