Se produjo el fatal y esperado desenlace a las 8.50 horas de esta mañana. La menor de 17 años que resultó herida muy grave en la avalancha del Madrid Arena la madrugada del jueves ha fallecido, según ha informado hoy el Hospital Doce de Octubre. La niña, que supuestamente pudo entrar a la fiesta usando el DNI de otra persona, se encontraba en estado crítico desde el suceso, ya que pudo ser ‘resucitada’ por las asistencias de un paro cardiaco. Sin embargo, los daños cerebrales eran irreversibles desde el primer momento por la falta continuada de oxígeno durante el aplastamiento. Los médicos desde las primeras horas fueron totalmente pesimistas sobre la evolución de la adolescente. Los padres de la menor, que en el momento de la tragedia se encontraban en Brasil (donde trabaja el padre), llegaron ayer por la mañana a Madrid y han estado junto a su hija en sus últimas horas de vida.
El fallecimiento de la niña eleva a cuatro las víctimas mortales de la tragedia de la macrofiesta de música electrónica. La otra herida en la fiesta, María Teresa Alonso, de 20 años, se encuentra en la UVI de la Fundación Jiménez Díaz y continúa estable dentro de la gravedad.
Mientras tanto, un portavoz de la empresa organizadora de la fiesta en el Madrid Arena en la que murieron tres jóvenes por una avalancha ha asegurado que se respetó el aforo del recinto y que no le consta que hubiera más menores aparte de la chica de 17 años que ha fallecido hoy, y ha responsabilizado de los hechos a quien tiró la bengala. En declaraciones a la Cadena Ser, Jorge Morales ha asegurado que según los datos que tiene la empresa a la que representa, se vendieron 9.650 entradas y dentro del recinto había ese mismo número de personas, ya que, según ha dicho, "había un riguroso control de acceso" a través de una empresa que validaba las entradas para evitar duplicaciones y falsificaciones.
Según ha dicho, la empresa se basa en datos oficiales y no en los testimonios, "en algunos casos con espurios fines", que se han escuchado sobre gente que se "coló" en la fiesta o sobre la presencia de menores en la misma. "No me consta que hubiera fallos en el control de acceso", ha insistido, antes de quitar toda responsabilidad a la empresa que representa, porque, según ha dicho, cumplió con "toda la normativa". Ha repetido, en este sentido, que tanto la Delegación del Gobierno como el Ayuntamiento -propietario del recinto- dieron el visto bueno al plan de autoprotección del recinto y ha asegurado que había una dotación de más de 100 personas encargadas de la seguridad, además del refuerzo de Policía Municipal y Nacional que había fuera del local.
Por ello, ha dicho que la empresa organizadora no tiene ninguna responsabilidad en la tragedia, y ha pedido que se investigue de forma exhaustiva al individuo o individuos que "por su actuación proterva han generado el mal". "Aún extremando las medidas y normas de seguridad, siempre puede haber alguien que, utilizando el disfraz, bajo anonimato, y previendo que puede haber una situación de estampida, genera ese mal deliberadamente", ha acusado.
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