El Juzgado de lo Penal número dos de Oviedo ha condenado a L.A.L. a una pena de tres meses de prisión y al pago de una indemnización de 800 euros a la propietaria de una perra de raza mastín a la que mato a golpes en Siero en el verano de 2010.
La sentencia, que respalda la acusación de la Fiscalía de Medio Ambiente que acusó al imputado de un delito de maltrato animal, incide en la acción "despiadada" del acusado que propinó múltiples y violentos golpes con un objeto largo y pesado a la perra, "que sólo interrumpió cuando se vio descubierto" por su propietaria.
Los golpes originaron al animal varias heridas de gran intensidad con aplastamiento de vértebras lumbares que le ocasionaron la parálisis del tercio posterior, así como hemorragias a nivel abdominal, que provocaron su muerte horas después de la agresión.
Según la sentencia, L.Á.L. golpeó con una barra metálica a la perra de manera reiterada por diversas partes del cuerpo e imprimiendo gran fuerza a los golpes y sólo paró al verse descubierto por la dueña por lo que "cabe deducir que el acusado quería dar muerte al animal".
El juzgado da plena credibilidad al testimonio de la propietaria de la perra, que describe como "preciso, detallado y plenamente convincente", y que explicó que se despertó de madrugada al oír los alaridos de la perra y se asomó por la ventana desde donde vio al animal tumbado de lado, intentando levantarse "y a un sujeto portando un instrumento alargado, tipo palo, en la mano".
Posteriormente cogió una linterna y enfocó al individuo, "viendo perfectamente que se trataba del acusado" antes de avisar a su hermana, que dormía en otra habitación, y que salió al exterior, donde se encontró a la perra malherida, que iba en dirección a unos pinos, "arrastrándose y cayéndose de atrás".
Además, la sentencia condena al acusado a un año de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tengan relación con los animales y al pago de las costas del juicio.
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