jueves, 4 de octubre de 2012
El alcalde de Parla y el juego de las siete diferencias
MADRID- La minoría a la que quedó relegado el PSOE en las últimas elecciones municipales está trayendo de cabeza a los pocos «supervivientes» socialistas en la Comunidad. Y si no que se lo pregunten al alcalde de Parla, José María Fraile, que ayer, «huyó» de la Puerta del Sol al darse cuenta de que se estaba haciendo la foto rodeado de alcaldes del PP y en apoyo al nuevo presidente regional, Ignacio González.
Fraile acudió en calidad de vicepresidente de la Federación Madrileña de Municipios (FMM) a la sede del Gobierno regional para celebrar una reunión entre la FMM e Ignacio González, que quiso recibir a los alcaldes en su segundo acto institucional como jefe del Ejecutivo autonómico.
El presidente regional y la Comisión Ejecutiva de la FMM –que preside David Pérez y de la que Fraile es uno de los vicepresidentes– abordaron durante una hora y media temas como la financiación local o la eliminación de competencias duplicadas, además de otros problemas, quejas o iniciativas en las que pueden colaborar ambas administra-ciones.
En la reunión, celebrada a puerta cerrada, los regidores del PP se encontraron en mayoría absoluta, ya que la FMM se configura en función de los resultados electorales de tal manera que, de los 25 representantes de la Comisión, 18 son del PP, 5 del PSOE y 2 de IU. En torno a una decena de los presentes tomaron la palabra para presentar sus iniciativas al tiempo que agradecer la premura con la que habían sido recibidos por el nuevo presidente regional, darle la bienvenida y desear lo mejor al nuevo presidente regional. Incluidos los alcaldes socialistas que acudieron, entre los que hablaron el de Parla y el de Fuenlabrada.
Al terminar el acto, la mayoría de los miembros de la Comisión Ejecutiva de la FMM compareció ante los medios y se hicieron una fotografía con el presidente.
Siguiendo a la comitiva «popular», Fraile acabó delante de una veintena de periodistas y de cámaras, que no dudaron en retratarle en una imagen que (por la mayoría de PP) representaba un absoluto «cierre de filas» de los regidores en torno al nuevo jefe del Ejecutivo regional. «Los ayuntamientos tienen ahora que jugar un papel esencial. Yo os ofrezco colaboración y lealtad institucional, independientemente de cuál sea su signo político, para gestionar los servicios públicos de la manera más eficaz».
De pronto, Fraile se dio cuenta del panorama. Miró a un lado y al otro y debió de verse «solo» así que se marchó cuando sólo habían pasado unos segundos desde el inicio de la comparecencia.
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