Los vecinos de Arenas siguen con angustia las tareas de búsqueda de Carmina Lobeto. Frente a ellos, los bomberos trabajan sin descanso en la montaña de escombros en la que ha que ha quedado convertida la vivienda en la que vivía la anciana de 77 años con su hijo, encontrado por los bomberos a veinte metros de la casa herido y tratando de agarrarse a unas rocas.
Más de treinta personas, bomberos, agentes de la Guardia Civil y técnicos de E.ON están participando en las labores de búsqueda de una mujer que sufría un serio problema de movilidad.
Decenas de personas siguen desde primera hora de la mañana la dramática búsqueda de Carmina, desaparecia desde anoche después de que la rotura de la canal de la presa de Viesgo provocase un derrumbe de toneladas de piedra y lodo en el barrio de Valdelabarca, afectando a dos viviendas, dos queserías y un garaje. Los servicios de emergencia buscan el cuerpo en el río Cares con rastreos por tierra, con ayuda del helicóptero y con el apoyo del servicio de submarinistas de la Guardia Civil. No obstante, los bomberos centran sus trabajos en los restos de la vivienda porque anoche los perros apuntaron, aunque de forma vaga, que la mujer podría encontrarse bajo los escombros.
Su hijo continúa en el hospital. "Yo logré salir al pasillo, pero mi madre quedó en su habitación", ha relatado el herido a sus familiares. La habitación en la que se encontraba la mujer la zona de la vivienda que recibió con más fuerza el impacto de avalancha de agua y rocas. Este hecho refuerza la creencia de los bomberos de que la mjer podría encontrarse dentro de la casa
La familia que se encontraba en la vivienda cercana aún no cree que todos hayan podido salir con vida. En la vivienda. «Fue terrible ver caer todo el monte encima. Vi como se derrumbó la vivienda de mi vecina. Sigo escuchando el ruido. Es angustioso», asegura Juan Ángel Prieto, rescatado de su vivienda junto a su mujer su hija y sus suegros. Juan Ángel ha perdido su casa y teme que también su empleo, puesto que la quesería en la que trabaja es una de las que ha resultado inundadas. «Hasta al perro tuvieron que sacar del lodo», añaden sus vecinos consternados.
El consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, ha asegurado que evaluará personalmente la situación sobre el terreno. Y aunque no hay ninguna causa aún, Guillermo Martínez no ha descartado que se haya producido debido a un movimiento de tierras dada la «extensión considerable» de la rotura. Lo ocurrido «probablemente tenga que ver condiciones orográficas del terreno», ha indicado.
Guillermo Martínez ha dejado claro que ya no hay peligro de más roturas en la zona. De hecho, la primera de las medidas que se ha adoptado ha sido la de cortar el suministro de agua. También ha destacado la «rápida reacción» de los servicios de emergencia y la «comunicación fluida» entre todas las administraciones implicadas a la hora de actuar durante toda la noche.
El buen trabajo de los equipos de rescate que con la ayuda de los vecinos lograron sacar en un tiempo récord a la mayor parte de los afectados no ha evitado un cierto malestar entre los afectados. Alqunos se quejan de que el año pasado ya advirtieron de que la presa sufría escapes de agua. Sin embargo, el canal acababa de ser reparado. El alcalde de Cabrales, José Antonio Pérez Prieto, cree más probable que un argayo rompiese la canalización que comunica con la presa. La Guardia Civil mantiene abierta una investigación para esclarecer lo ocurrido.
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