José Bretón es acusado de asesinar con alevosía a sus hijos

• El juez dicata un nuevo auto y levanta el secreto del sumario.
• José Bretón, manipulador, inteligente y con rasgos suicidas.
• Dos presos se turnan para evitar que José Bretón se quite al vida.
• CRONOLOGÍA: La desap
  El juez de instrucción número 4 de Córdoba, José Luis Rodríguez Láinz, ha acusado a José Bretón, padre de los dos niños desaparecidos el pasado 8 de octubre en Córdoba, de dos delitos de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco.
  
  
  Según el auto dictado este miércoles, el juez ha decidido además levantar el secreto de sumario, por lo que las partes implicadas en el caso podrán solicitar las diligencias que consideren oportunas.
  La noticia del hallazgo de los restos óseos de los hijos de José Bretón en la finca que tiene su familia en Las Quemadillas (hecha pública la semana pasada) y confirmada por el Instituto Nacional de Toxicología, rompía la rutina del preso más mediático de España en la cárcel cordobesa de Alcolea, donde dos presos de confianza vuelven a vigilar el sueño de Bretón, relevándose a mitad de la noche para controlar su descanso y evitar que se suicide.

  Vuelco del caso más mediático

  El primer informe de la Policía Científica, hace un año, concluyó que los restos óseos de la hoguera eran de animales, pero la acusación particular solicitó un nuevo informe al forense Francisco Etxeberría, que determinó que eran restos humanos; Ante la contradicción aparente, el Ministerio del Interior requirió una nueva prueba, en este caso al paleontólogo José María Bermúdez de Castro, que igualmente puso de manifiesto que los restos de la hoguera correspondían a un niño de unos seis años.
  
  
  El juez Rodríguez Láinz encargó al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses comparar el ADN de los restos hallados en la hoguera de la finca cordobesa de Las Quemadillas con el de los niños Ruth y José. Ha sido el Servicio de Biología de esta institución de referencia en la materia quienes han estudiado estos días la viabilidad de llevar a cabo esta prueba.
  
  Este trabajo cuenta con una dificultad añadida debido a que, como señalaban los informes realizados hasta la fecha, los restos fueron extraídos de una hoguera en la que se aplicó una plancha metálica que elevó la temperatura de las llamas a entre 650 y 800 grados. A esa temperatura es difícil conservar muestras de ADN.
  
  En cualquier caso, antes de abordar el estudio biológico, fue preciso que el Servicio de Criminalística del citado Instituto finalizara un nuevo y cuarto análisis antropológico de estos restos, y emitía el veredicto de que no eran de animales, sino de niños.
  arición de los hermanos Ruth y José.