Un niño trabajador de trece años se debate entre la vida y la muerte después de que sus compañeros lo inflaran con un compresor
A veces las chiquilladas desembocan en un inesperado drama. Ahora está en manos de los médicos del Hospital Pediátrico Bayi de Pekín que la historia de Du Chuanwang no termine en tragedia. Porque este niño de trece años, que trabajaba de forma ilegal en un taller mecánico de la provincia norteña de Shandong, se debate entre la vida y la muerte, y tiene a China con el corazón en un puño.
El 30 de junio, dos de sus compañeros adultos de trabajo decidieron gastarle una broma sin pensar en las devastadoras consecuencias que iba a tener: le acercaron al ano la bomba de aire comprimido que se utiliza para inflar neumáticos y en pocos segundos lo hincharon con una presión de 8 atmósferas. «Un poco más y habría explotado», aseguró uno de los médicos que lo recibió en primera instancia, y que tuvo que abrir el abdomen del pequeño para dejar escapar el aire.
Du llegó al hospital en coma y con los intestinos, perforados en 28 puntos, colgando. Sus órganos vitales habían incluso cambiado de posición, y la presión del aire fue tal que le arrancó hasta los dientes. Del coma despertó ocho días después, momento en el que, después de protagonizar un emocionante encuentro con su hermano menor, fue trasladado a la capital china para recibir mejor tratamiento escoltado por un escuadrón de vehículos policiales.
Pero las dificultades continúan: ahora son las infecciones las que le están destrozando la cara, en la que sufre necrosis, y tanto el corazón, como los pulmones, los riñones y el hígado padecen diferentes problemas. «Sus constantes vitales son estables, pero solo podemos decir que está temporalmente fuera de peligro», informan en el hospital.
La historia de Du, que perdió a su madre cuando era un niño y había dejado de acudir este año a la escuela para trabajar en el taller y ayudar así a su padre y a su hermano, ha provocado una gran conmoción en China. La ONG Angel Mom abrió una cuenta para recibir donaciones destinadas a cubrir los abultados gastos médicos -la sanidad no es gratuita en China-, y ha recibido ya casi 900.000 yuanes (unos 110.000 euros), que también se utilizarán para escolarizar en Pekín al hermano pequeño de Du. «Es suficiente para pagar las facturas por el momento, y por eso hemos pedido que no se envíe más dinero», dijo una de las portavoces de la organización, Li Yuan.
Además, como se pudo saber ayer, la ingente suma recibida ha provocado ya roces familiares. Por lo visto, unos tíos de Du han sido los encargados de administrar casi 40.000 euros, y el padre les ha acusado de tratar de quedárselo.
Un guiño
Si finalmente consigue salvar la vida, a Du le quedan por delante varios meses de operaciones quirúrgicas a los que les seguirá una prolongada recuperación. Hasta el momento, el adolescente solo ha conseguido sentarse unos momentos y guiñar el ojo, pero no puede hablar y está alimentado por vía intravenosa. Los médicos ya han confirmado la esterilidad de Du, y prevén graves secuelas psicológicas.
Los dos autores de la macabra broma han sido detenidos, y han afirmado que en ningún momento tuvieron la intención de hacerle daño a Du. De hecho, han conseguido reunir 100.000 yuanes (12.000 euros) en compensación para la familia. Pero los internautas chinos ya los han juzgado. «Se merecen pasar una buena temporada en la cárcel», escribía ayer un usuario en la red social Weibo en un mensaje compartido varios miles de veces.
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