Las agencias de viajes con intereses en la Isla de Pascua están temblando. Los investigadores Terry Hunt y Carl Lipo han dado al traste con uno de los principales misterios que envuelven a esta misteriosa porción de tierra: cómo llegaron hasta sus respectivos lugares los 'moáis'.
Los innumerables enigmas que rodean a la Isla de Pascua parece tambalearse. En este pequeño pedazo de tierra, perteneciente a Chile desde 1888, en el que se calcula que sus habitantes nunca superaron los cuatro mil, la etnia autóctona rapa nui y su ancestral cultura dieron vida a un sinfín de misterios y enigmas.
Uno de los más atractivos, sino el que más, es el que rodea a las inmensas efigies de piedra esparcidas por todo el territorio isleño: los moáis. Enormes cabezas esculpidas en piedra que se encuentras situadas por multitud de rincones de los escasos 80 kilómetros cuadrados con los que cuenta la isla. Visto así, el misterio puede carece de interés.
No obstante, los descubrimientos realizados por apasionados exploradores lograron demostrar que, más allá de los lugares en los que se hayaban, las efigies se tallaban en las entrallas del volcán Rano Raraku. En su interior descubrieron en torno a 400 estatuas aún sin acabar y, a lo largo de la ruta que conducia al lugar de trabajo, otras decenas de ellas adornaban el camino.
Este ha sido siempre uno de los principales quebraderos de cabeza para los científicos y uno de los principales atractivos turísticos que los turistas aprovechaban como excusa para viajar a la isla. Una curiosidad que parece resuelta. Lejos de poder retornar a los siglos XVII y XVII para comprobar de primera mano los métodos empleados por los originarios rapa nui para mover estas inmensas estatuas, los investigadores Terry Hunt y Carl Lipo han realizadon un trabajo bajo el sello de National Geographic mediante el que explican la forma más sencilla en que pudieron los aborígenes pudieron mover esas inmensas esculturas.
En el especial Mystery of Easter Island que el medio de comunicación científica ha preparado y que se emitirá el próximo 7 de noviembre de 2012, los exploradores ponene en práctica como, con unas simples cuerdas y apenas 30 personas, podian hacer andar a estas inmensas moles para trasladarlas a los diferentes lugares en los a actualmente se encuentran.
El misterio del transporte parece quedar solventado. Pero, ¿a quién representaban estas enormes efigies? ¿A qué responde su disposición a lo largo de la isla? Muchos son los misterios que aún parece aguardar una isla a la que las agencias de viajes aún podrán sacar partido.
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