Una motosierra ha terminado esta mañana con la estampa de los dos cedros centenarios delante del Teatro López de Ayala. Los árboles se han secado en los últimos meses y ha llegado el momento de su retirada. A las ocho de la mañana, los jardineros comenzarán a retirar las ramas más pesadas y, posteriormente, cortaban el tronco desde arriba hacia abajo por partes.
Los operarios de Parques y Jardines protegerán los bojs que se encuentran al lado con una estructura rectangular para evitar que las ramas que puedan caer dañen los arbustos.
«El Ayuntamiento ha hecho todo lo posible para que no se secaran», asegura el concejal de Medio Ambiente, Antonio Ávila, quien explica que el Consistorio ha puesto todos los medios para tratar de salvarles la vida. Cuando advirtieron que uno de ellos se secaba, le quitaron el riego, se lo volvieron a poner y así hasta que consiguieron que sus hojas rebrotaran. Un tiempo después, se secó de nuevo. Después de que muriera uno, se secó el otro.
«Lo hemos intentado todo, pero los cedros se han ido y ahora toca retirarlos», dice el concejal, quien insiste en que desconocen el motivo de que los árboles se hayan secado. Ni cree que sea consecuencia directa de la obra de reforma de la plaza ni tampoco cree que haya sido intencionado. Cuando los jardineros vean hoy el tronco, quizás puedan decir el motivo.
El Gobierno local todavía no ha decidido si plantará árboles de gran porte en su lugar, una decisión que adoptarán cuando vean cómo queda la plaza de los árboles. «Ahora se verá mejor la fachada del teatro», opina Antonio Ávila.
Ávila anuncia que también han retirado otros árboles en el parque de la Legión y que eliminarán todos aquellos enfermos.
Los que no llegarán a plantarse son los dos baobabs que encargó el Ayuntamiento para el parque de Castelar. Se han secado en el vivero en menos de un año, antes de llegar al jardín.
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