La Declaración de la Renta de 2011 entra en su fase definitiva con un nuevo problema entre aquellos que confirmaron su borrador con prisas y sin pararse a mirar los detalles de su cuenta bancaria. Porque un cambio en el código de la entidad financiera puede provocar que no se cobre la devolución.
¿Pertenece usted a una de las múltiples entidades financieras cuyo nombre cambió a lo largo de 2011? ¿Su caja es ahora un banco o pertence a un grupo más grande? ¿Confirmó el borrador tal y como le vino de Hacienda? ¿No le han pagado todavía? Pues seguramente tendrá que corregir un pequeño detalle en su declaración de la Renta.
Se trata del código de la entidad financiera que usted hubiera reseñado para recibir el cobro o pagar lo que debe. Si usted no ha cambiado nada en el borrador de este año, el número que proporcionó el ejercicio pasado ya no sirve en esta declaración y, según han confirmado varias asesorías, los bancos están devolviendo las órdenes que recibe de la Agencia Tributaria de números inexistentes.
Es una cuestión informática, ya que el propio banco o caja ya no reconoce esa cuenta como suya y por eso no acepta la operación.
De todos los números que componen el dígito de su cuenta corriente, los cuatro primeros identifican a la entidad bancaria y es en esta primera parte de la identificación donde se produce el error.
Todo se explica en que durante los últimos años se han producido numerosas modificaciones en las denominaciones y estructuras del sistema bancario español y eso ha modificado la identificación de la gran mayoría de las marcas (y de las cuentas de sus clientes).
Las grandes entidades, como Santander, BBVA o La Caixa, están libres de este problema. Incluso en el caso catalán, que ha absorbido a otras entidades y ahora se llama Caixabank, si usted era un cliente original de La Caixa aún mantiene su código de siempre.
Los problemas se suceden en las pequeñas diferencias como la que se da, por ejemplo, en Unicaja, que continúa con idéntica denominación pero ha pasado a ser banco. Y así con cualquier pequeña caja que haya pasado a manos de una más grande.
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