Padrón de Vecinos del s. XVIII y algunas cosas más
En el año 1753 se confecciona un censo de vecinos seglares, dando una población aproximada a los 2.000 habitantes. Se encabeza con los Justicias y Capitulares seguido de la clase Noble que, por su corto número, la copiaremos nominalmente, agregándole otros datos tomados de varios documentos para mayor historia.
Empieza por D. Félix Espinosa de los Monteros, de 42 años, Alcalde Ordinario por el estado noble, labrador. Tiene dos sirvientes solteras mayores de edad y otros diferentes en labor y ganados que irán en sus clases. La casa solariega donde vivía es de una sola planta en la calle Santa Ana, de 12 varas de fachada y 18 de fondo, que linda con Dª. María de Espinosa y con José Martínez de Carballar.
Don Fernando Montero de Espinosa, de 40 años, casado, labrador, con un hijo menor, una esclava mayor y una doncella y diferentes sirvientes de labor, ganados y otros ejercicios; su casa en calle Barrero, de una sola planta, de 25 por 25 varas, que linda por la derecha saliendo con otra caseta de su propiedad, para aperos, por la izquierda al salir hace esquina con la plaza pública.
Don Francisco de Contreras, de 61 años, casado, labrador, con una hija menor y un hijo menor. Vivía en una casa de 14 varas de frente y 16 de fondo en la calle del Altozano, lindando con otras de María Giles y Nicolás Blanco.
Don Alonso Murillo y Arguijo, de 22 años, casado, labrador, con un esclavo y una doncella; su casa en la calle Santa Ana, de una sola planta con 27 varas de frente y 14 de fondo que, saliendo por la derecha, hace esquina a la Calleja de la Lucha y por la izquierda con casa de Francisco Gómez Abril.
Dña. Ana de Granda y Ocampo, viuda de Don Fernando Montero de Espinosa y Tinoco de Castilla, fundador del Mayorazgo; tiene a Dª Juana Muñoz de Guzmán, su nieta mayor de edad, dos esclavas mayores y dos menores, una doncella y dos en sus clases. Su casa solariega está en la calle de Los Mesones con un frente de 14 varas y 17 de fondo, que linda con otra de su propiedad y a la izquierda saliendo con una de Juan de Quinta.
Don Lorenzo Espinosa de los Monteros, de 40 años, labrador, casado y con dos esclavas mayores. Ignoramos su domicilio como el de los demás nobles censados que vienen seguidos.
Dña. María Olalla Gómez, de 48 años, viuda de D. José Parreño, labradora, con dos hijos mayores ocupados en su labor y en la del presbítero D. Antonio Muñoz, con quien viven.
Dña. María Márquez, de 55 años, viuda de Don Juan Sánchez de Liaño y Arjona.
Doña María Espinosa de los Monteros, de 86 años, viuda de Don Gonzalo Parreño, con un hijo mayor, y por último Dª María Antigua de Bargas y Uceda, viuda de Don Pedro Espinosa de los Monteros.
Suma esta relación once vecinos cabezas de familia, que totalizan con sus familiares respectivos veinticinco individuos de la clase noble y que por dicha clase, llamada también de hijosdalgos, eran elegidos para Alcaldes Ordinarios, Regidores, Alguaciles mayores con voz y voto y otros cargos del Concejo si eran varones y mayores de edad.
Luego, por el estado general, llano o de pecheros, se elegían por votación otros tantos vecinos que por anualidades ocupaban los sillones del Cabildo, siendo algunos perpetuos y hereditarios. Había Alcaldes de la Santa Hermandad, Síndicos Personeros, Fieles de daños, Escribano, Repartidores de Tributos, Fiel de Hechos, Receptores de bulas y papel sellado, Depositarios de Penas de Cámara, Guardas de Montes, Tesorero de Propios, Alguaciles Ordinarios, etc.
La Villa de Fuentes de León, en los siglos pasados, pertenecía a la Encomienda Mayor de León, de la Orden de Santiago en la Gobernación de Llerena y dentro de la provincia de Extremadura, Las tierras de su término eran realengas, y las alcabalas y otros tributos se repartían entre sus vecinos que pagaban por tercios en las arcas reales; se componía este término de unas 10.000 fanegas que, de Saliente a Poniente, abarcaban siete cuartos de legua, y de Norte a Sur una legua menos medio cuarto, estando en ellas comprendidas, además de los ejidos del Monturio, El Barrero y San Onofre, dos dehesas como bienes de propios conocidas como de La Higuera y de El Campo, teniendo varios bienes que gozaban sus aprovechamientos y pastos las llamadas villas hermanas, que eran cinco: Fuentes, Segura, Cabeza la Vaca, Arroyomolinos y Cañaveral, disfrutando todas de curiosos privilegios concedidos por la Orden.
Sobre su término y jurisdicción se gravaban impuestos de diezmos en los granos recolectados como también de los ganados que nacen y se crían en sus tierras, y un medio diezmo en los bienes mostrencos, perteneciendo todo a la Encomienda Mayor y de ello se rebajaba una décima parte que se abonaba al Real Convento de San Marcos de León, enclavado en La Calera. Esto lo gozaba S.A.R. el Infante-Cardenal D. Luis Antonio de Borbón, hijo de Felipe V; como igualmente la casa-granero que tenía en la calle de Santa Ana, lindante con las Casas del Cabildo, varios cercados más y sobre todo, una tierra adehesada llamada El Sexmo Nuevo, distante de la población, por el giro de la Avellaneda, como tres cuartos de legua y de una cabida de 220 fanegas de trigo en sembradura de puño; unas 110 fanegas de primera calidad poblada de chaparros de dos años, y otras 100 de inferior calidad que se siembran un año si y descansan tres, así como las otras diez restantes inútiles por naturaleza.
El fisco Real de la Santa Inquisición de Llerena tenía en este término varias propiedades en arrendamiento, siendo la mayor una pieza de tierra al sitio de Valdecubillos, giro de Los Llanos, distante del pueblo como media legua, de 78 fanegas de cabida y de ellas 50 pobladas de encinas de segunda y las 28 restantes de tierra de calma de tercera calidad.
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