sábado, 15 de septiembre de 2012

Las movilizaciones en el centro de Madrid se saldan con cuatro detenidos tras el 15-S


  • La versión policial afirma que fueron detenidos tras negarse a mostrar su identificación al inicio de la marcha.
  • Sin embargo, desde la PAH-Madrid afirman que fueron detenidos por desplegar una pancarta con la rúbrica #25sRodeaelCongreso.
  • Han sido puestos en libertad con cargos de resistencia y desobediencia.
  • Según la delegada del Gobierno, la participación en la manifestación ha oscilado entre 50.000 y 65.000 manifestantes.
  • 24 personas atendidas por mareos o caídas sin gravedad.
  • Encuentro digital con Chema Ruiz, uno de los detenidos.
  • La multitudinaria marcha convocada en Madrid por la Cumbre Social como protesta por las políticas de recortes del Gobierno de Mariano Rajoy se ha saldado con cuatro detenidos, puestos en libertad horas más tarde tras declarar.
    La coordinadora del 15-S ha emitido un comunicado para apoyar a los detenidos. "Se ruega a los testigos de dicha detención que aporten todas las pruebas visuales o cualquier tipo para apoyar a estos compañeros", piden, asegurando que se trata de "detenciones dentro de la estrategia de criminalización del Ministerio de Interior, que venían anunciando detenciones preventivas", concluyen.

    24 atendidos

    Un total de 24 personas han sido atendidas por el dispositivo de emergencias en la manifestación en las calles de Madrid, debido a mareos, lipotimias y alguna caída, ha señalado un portavoz de Emergencias Madrid.
    Cinco de estas personas auxiliadas por los efectivos sanitarios han sido trasladadas al hospital, pero ninguno de los casos reviste gravedad, ha explicado esta misma fuente.
    Según los datos facilitados por la delegada del Gobierno, laparticipación en la manifestación central de esta mañana en Madrid ha oscilado entre los 50.000 y los 65.000 manifestantes, esta última cifra en el momento de mayor afluencia, entre las 12.30 y las 13.30 horas.

Cospedal desdeña la marcha sindical: “¿Dónde estaban hace nueve meses?”



El Gobierno insiste: el objetivo de déficit es irrenunciable, y habrá más reformas. Cospedal arenga al PP: "¡Que no os echen de la calle!".

El Gobierno y el Partido Popular no se achantan. El mismo día en el que los sindicatos intentaron colapsar la capital de España, no sólo es que defendieran a capa y espada -con mucha vehemencia- la senda reformista emprendida por Mariano Rajoy, sino que avanzaron que los ajustes seguirán, y tendrán que ser más profundos. Así, Cristóbal Montoro alertó de que los servicios sociales están hoy en riesgo si no se cumple con el objetivo de déficit, pero sin duda fue María Dolores de Cospedal la más clarificadora: "Hay que trabajar más y, seguramente, hay que ganar menos".
Desde hace días, en privado, fuentes gubernamentales admiten que la línea roja del déficit público -para el año en curso es del 6,3%- se ha traspasado y que tanto las cuentas públicas de 2013 como el Plan Nacional de Reformas tienen que ser "ejemplares" para que la confianza en el país por parte de los organismos internacionales no se diluya. Y para ello hay que volver a la tijera. Lo advirtió Luis de Guindos en el Congreso y este sábado, ante los suyos, Montoro: "No se podrán financiar correctamente" los servicios públicos si, cuanto antes, no se pone coto al déficit.
Queda "mucho recorrido" para salir de la crisis; no se ha llegado "ni mucho menos" a la meta con las medidas tomadas, ni siquiera a "una meta volante", afirmó Montoro en la clausura de la escuela de verano del PP -de la que Esteban González Pons, su promotor, hace balance en Libertad Digital-. El Gobierno prepara a los ciudadanos para lo que viene, como ya hizo el propio Rajoy antes de anunciar la subida del IVA. El presidente, este mismo lunes, sólo salvó tocar las pensiones, en el debate sobre las nuevas condiciones que podría reclamar Bruselas si finalmente España solicita el rescate para que el Banco Central Europea compre deuda en los mercados secundarios.

Cospedal: "No consentir que nos echen de la calle"

La número dos de los populares, con línea directa con el presidente y muchos y destacados ministros, ayudó al ministro de Hacienda a dar la cara por el Gobierno: "Yo os pido un esfuerzo, estar con los españoles en la calle y de no consentir que nadie os eche de la calle. Os pido estar con la cabeza bien alta", afirmó, llamando una y otra vez a llevar "con orgullo" el carnet del PP y, en línea, a defender la actuación del Ejecutivo.
Cospedal se refirió expresamente a las protestas simultáneas celebradas en Madrid. "Yo me pregunto: ¿Dónde estaban hace nueve meses?", arrancó muy contundente. La secretaria general de los populares dejó desnudos a sindicatos y agentes sociales hoy con pancartas porque estuvieron en silencio con el PSOE en el poder. Entonces, fue relatando, había "más de cinco millones de parados", un Gobierno "que no hacía nada" o que miraba para otro lado "con un déficit energético de más de 25.000 millones de euros".
"¿Dónde estaban? El PP y el Gobierno tienen la responsabilidad de escuchar a todo el mundo. De estar bien atentos. Pero también tienen el encargo de de los españoles de tomar las medidas, y las va a tomar, y de gobernar para España y para todos", arguyó. En este sentido, el que fue más lejos fue Alberto Fabra, presidente de la Generalidad valenciana, que desdeñó la fuerza de los sindicatos asegurando que los españoles "silenciosos" son más y están del lado de Rajoy.
Yendo al fondo, a los ajustes, Cospedal abrió la puerta a recortes impopulares y que ya se están tomando en otros países, como Portugal. Quédense con la siguiente frase: "Seguramente, hay que ganar menos". Y también "trabajar más". Al mismo tiempo, en Madrid, los funcionarios estaban protestando porque le hayan quitado una paga extra. Pero la responsable del PP dijo estar convencida de que no hay otra opción: "Creo firmemente en ello. Aunque algunos estén enfadados o protestando, aunque pusieran puedras. Van a agradecer la responsabilidad y el sentido de Estado. Nos lo van a agradecer", sentenció. 

Vida Digna es un restaurante, pero nunca pasará una factura


  • Es un comedor social pero se "disfraza" de restaurante para dignificar la situación de pobreza
  • Cada fin de semana atiende a alrededor de 350 personas en la ciudad de Vigo

  • Cocina de primera calidad, camareros que se mueven de un lado al otro del local preparándolo todo, varias mesas perfectamente "vestidas" para recibir a los comensales... No es un restaurante pero casi, hay dos diferencias: al terminar de comer nadie te pasa una factura y las personas que recurren a él hace mucho que no se pueden permitir ir a uno de verdad.
    El comedor social Vida Digna surge con el objetivo de "dignificar la situación de pobreza". De este modo, pretende ayudar a las familias con niños pequeños para que éstos no perciban las dificultades por las que están atravesando sus padres. 
    Al local, que ocupa el lugar de un antiguo rodizio brasileño, se acercan cada fin de semana alrededor de 350 personas que están atravesando una situación difícil y ven lejana la salida. Sin embargo, acciones como esta les ayuda a recuperar la esperanza. Entre el año 2010 y 2011 la ONG vio aumentar el número de personas que se acercaban a la puerta de su restaurante en un 22 por ciento.

¿Nueva etapa en la oposición? El PSOE se pasa al "no a todo"



  •  Rubalcaba prometió más mano dura y ya ha empezado a ejercitarla
  • El PSOE ha votado en contra en el Congreso a reformas económicas clave para la UE, como la financiera o la de Estabilidad Presupuestaria
  • También se ha opuesto a los 400 euros pese a que el PSOE defendió arduamente su prórroga
  • Varios cargos socialistas estarán presentes en la manifestación contra los recortes
 Menos de una semana. Eso es lo que ha tardado el PSOE en poner en práctica las nuevas directrices que marcó su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, el pasado domingo. En el cónclave celebrado en Ferraz el secretario general anunciaba al Comité Federal una "oposición dura" y pocos días después los socialistas lo ponían en práctica.
Esta semana, en el Congreso el Grupo Socialista ha votado en contra de la tercera reforma financiera del PP, la Ley de Estabilidad Presupuestaria y la prórroga de la ayuda de los 400 euros.
Las dos primeras son reformas claves para el Gobierno de Mariano Rajoy porque vienen marcadas desde Bruselas. Hasta ahora, el PSOE ha mantenido una postura de mano tendida en todo lo que atañe a defender los intereses de España ante Europa.
De hecho, es la primera vez que los socialistas votan en contra de una reforma financiera. La aprobada esta semana es la tercera que hace el Gobierno del PP: la primera la apoyaron y en la segunda se abstuvieron con la condición de que el equipo de Rajoy dialogara con ellos.
Pero como no ha habido diálogo y como en el PSOE consideran que la creación del "banco malo" repercutirá en los contribuyentes y que se sigue sin dar soluciones a los afectados por las preferentes, por "responsabilidad" no podían respaldarla. “Ustedes terminarán de hundir el país y todo esto terminará en la petición de rescate”, dijo Valeriano Gómez, portavoz económico del Grupo Socialista.
También votaron que no a la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que permite al Gobierno controlar el déficit de las comunidades autónomas y acudir al rescate de aquellas que lo pidan.
Pero el voto en contra que más ha llamado la atención es el de la prórroga de los 400 euros. Fue el PSOE quien denunció que el Gobierno tenía intención de dejar sin cobertura a miles de parados que habían agotado la prestación por desempleo. La presión social y mediática fue tal, que finalmente el Ejecutivo decidió prorrogar esta ayuda aunque con condiciones mucho más duras.
Precisamente esas condiciones son las que, según el PSOE, "vacían de contenido" el decreto y dejan fuera a la mayoría de los jóvenes, de los trabajadores con contratos temporales y de las familias con todos sus miembros en paro.
"Nutrida" representación en la manifestación
El 'muro' con el que Rubalcaba amenaza para este nuevo curso volverá levantarse este sábado. El PSOE ha anunciado que una "nutrida" representación acudirá a la manifestación contra los recortes del Gobierno convocada en Madrid por sindicatos y organizaciones sociales.
El secretario general no estará, pero sí un amplio número de representantes de la Ejecutiva nacional y dirigentes de diferentes comunidades autónomas.
Esta postura contrasta con la que mantuvo el PSOE en la última huelga general, el 29 de marzo. Aunque no es lo mismo una protesta que un paro general, entonces el PSOE acababa de salir del Gobierno: su apoyo a la convocatoria no se habría entendido y no quiso dejarse ver mucho en las manifestaciones. Hoy será todo lo contario.
El dedo en la llaga con el Estatut
Los socialistas argumentan esta oposición en que el Gobierno no quiere diálogo con nadie. Y precisamente eso es lo que ha provocado otra crisis, la de Cataluña.
A diferencia de Rajoy, Rubalcaba subrayó que él no cree que lo de Cataluña sea "ni un lío ni una algarabía, sino que es la demostración de muchos profundos descontentos que merecen nuestra atención".
Por ello, pidió a Rajoy que "coja el toro por los cuernos" y se mostró a favor de recuperar algunos aspetos del Estatut para dar una solución a esta crisis.
Aunque el líder socialista ante los micrófonos sigue hablando de oposición "útil" y "constructiva", todo apunta a que la estrategia del PSOE va a ser distinta a la de antes del verano. Rubalcaba sabe que la mayoría de su partido quiere más mano dura y parece que la tendrán.

UNA BODA


Retrato de una princesa a los 40

Retrato de una princesa a los 40

Retrato de una princesa a los 40

Retrato de una princesa a los 40

Retrato de una princesa a los 40

Retrato de una princesa a los 40

Retrato de una princesa a los 40

Retrato de una princesa a los 40

Retrato de una princesa a los 40

Retrato de una princesa a los 40

Doña Letizia sopla velas en Zarzuela con su papel como futura reina de España ya interiorizado y haciendo oídos sordos a las críticas que la han perseguido desde que se unió al heredero de la Corona

Letizia es princesa de Asturias desde aquel "sí, quiero" que pronunció bajo un fuerte aguacero que se coló en la boda del heredero de la Corona. Letizia es Letizia a secas para el pueblo. Es Alteza Real, con tratamiento de doña. Pero el pueblo la tutea. Sus incondicionales, sí, pero también sus detractores. Cumple la princesa 40 años. Juzguen por las fotos en qué estado. Más joven incluso, se bromea en algunos círculos, que cuando nos deseaba las buenas noches al término de la segunda edición del Telediario. Quizás por eso, porque Letizia se colaba en casa de millones de españoles, Letizia es Letizia y punto.
Pero de aquella Letizia ya poco queda hoy. Las circunstancias no son ni parecidas, tampoco las prioridades vitales. De una periodista aguerrida y ambiciosa pasó a ser esposa, madre y, lo más importante para la Corona, en futura reina de España. Pero, ¿se aprende a ser princesa y reina? Ella, Letizia, el día que interrumpió y ordenó callar a su ya prometido en un acto espontáneo, aplaudido por unos, criticado con dureza por otros, dijo que intentaría mirarse en el espejo de doña Sofía, que ella sería su maestra. Viven cerca, en el complejo de la Zarzuela y, si somos justos, dejando al lado críticas vacías, en los más de ocho años como princesa su papel institucional ha sido impecable. Es decir, sí se aprende a ser princesa o, mejor dicho, se aprende a qué cosas no tiene que hacer una princesa.
Claro que Letizia nunca lo tuvo y, parece ser, nunca lo tendrá fácil. Cada uno de sus movimientos son observados con lupa, y no precisamente para destacar virtudes. Si estrena vestido, malo; si repite modelito, también malo. Si saluda, malo; si no saluda, lo peor. Si es espontánea, malo; si se muestra fría, más malo aún. Nunca, hasta su llegada a Palacio, un miembro de la Familia Real había estado sometido a tal presión mediática. Hoy, vistos otros acontecimientos, como divorcios, imputaciones, cazas de elefantes y un largo etcétera, los movimientos de Letizia quedan en meras anécdotas. Sin tener que poner mucho de su parte, otros se han encargado de hacerla buena. Porque hubo un tiempo en que parecía ser lo peor.
Como aquel día de noviembre de 2003 en que la todavía periodista apareció de la mano del Príncipe para regalar su primera instantánea juntos a los gráficos. Entonces, Letizia se despidió de sus colegas con un "hasta luego". Una princesa en ciernes diciendo "hasta luego" se convirtió casi en un escándalo nacional. Ver para creer. Por supuesto que Letizia no era la mujer sin pasado que los asesores de la Casa Real nos quisieron vender. Ni había nacido en los cánones establecidos para convertirse en princesa, ni menos en reina de España. Era una mujer normal, del pueblo, con la trascendencia lógica al ser rostro televisivo. Pero sin más. Y sí, tenía pasado. Se iba a convertir en la primera princesa europea que había estado casada con anterioridad. Guapa, simpática, lo que se quiera, pero divorciada. Lo curioso es que las primeras críticas que se vertieron sobre ella no fue por este motivo, sino porque era espontánea. Vamos, tan criticada había sido durante años la monarquía por anacrónica, hermética, fría, rígida y previsible que cuando se insufla aire fresco se critica la frescura. Ya a las primeras de cambio se veía venir que Letizia, hiciera lo que hiciera, iba a hacerlo mal. Ante eso, la princesa optó por mirar al frente y seguir su camino.
Ha vivido Letizia días de rosas y también de lágrimas como miembro de la Familia Real española. Se emocionó en su primera ceremonia de los Premios Príncipe de Asturias. El acto del teatro Campoamor ponía el broche a unos días muy intensos en los que se sintió el centro de todas las miradas y también críticas. Una anécdota, para dirigirse al salón de audiencias, los príncipes han de acceder por un corredor desde donde pueden ver y ser vistos por la prensa. Pues bien, por la mañana, en aquel paseíllo de octubre de 2004, Letizia dirigió su mirada hacia el lugar donde un año antes ocupaba sitio. "Mira cómo nos mira, con qué desprecio, como sintiéndose superior", se oyó decir. Por la tarde, en el idéntico escenario, Letizia no desvió la mirada, no cruzó sus ojos con los de nadie. "Mírala, ni nos mira, como sintiéndose superior", se volvió a escuchar. Ante hechos así, no hacen falta más palabras.
El golpe más duro recibido probablemente en sus ya 40 años, que este sábado celebrará "tranquilos, en casa", según ella mismo dijo, fue la pérdida de su hermana Erika cuando Letizia se encontraba al término de su segundo embarazo. Cuando ocurre algo así todo se relativiza y hay quien vio en la princesa un cambio a partir de aquel momento. Con dos hijas, las infantas Leonor y Sofía, su matrimonio ya asentado y sus primeros pasos en solitario como princesa de Asturias, desde 2007 a esta parte es como si Letizia no es que tenga asumido, que eso parecía claro desde un primer momento, sino que ha interiorizado cuál es su papel. Fue en ese año cuando comenzó a tener agenda propia. Las principales áreas en las que dedica su interés son la infancia y la juventud, la educación y la sanidad. Ha participado en más de mil actos en Zarzuela y en desplazamientos por toda España, ha recibido a más de 7.000 personas en más de 200 audiencias, ha realizado más de sesenta viajes al extranjero, con unas 350 actividades oficiales. Y miles de anécdotas, como cuando en Perú no sabían dónde colocarla a la salida del coche o el recibimiento nada amistoso que la prensa lusa le hizo a cuenta de su imagen. Su delgadez ha sido tema de debate en diversas ocasiones, hasta el punto de que la Casa Real tuvo que desmintir que Letizia padeciera un desorden alimenticio. También Zarzuela hizo público su operación de nariz, por problemas médicos y no estéticos, dijeron entonces.
Con 40 años recién cumplidos y guapa, muy guapa, con un estilo ya muy definido (que guste o no es otra cosa), la Casa Real apuesta por ella como futuro de la institución, como la próxima reina consorte y madre de reina. Apartadas ya de la foto las infantas Elena y Cristina, todo los focos están puestos en Letizia. Y las fotografías que hoy han visto la luz, firmadas por la Premio Nacional de Fotografía Cristina Gardía Rodero, dan buena cuenta de que así da gusto cumplir los 40. Incluso, pese a lo que digan de uno.